Triple acuerdo contra las drogas

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Realidades y actitudes diferentes

  2. El Día: Evo en el país de las maravillas

  3. El Día: Más allá del sonido

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Viejos discursos

  6. El Día: El museo de las irracionalidades

  7. Los Tiempos: TRIPLE ACUERDO CONTRA LAS DROGAS

  8. El Deber: Tasas de desnutrición

  9. Cambio: Magnicidio de Gadafi

  10. La Prensa: Triple acuerdo contra las drogas

  11. El Diario: Gastos excesivos del gobierno determinan mayor inflación

  12. El Mundo: Otro capítulo

  13. Clarín, Argentina: El sentido común de los jueces es la Constitución


El Día: Realidades y actitudes diferentes



Ante el sorpresivo anuncio de que Bolivia recurriría a los tribunales internacionales,  el presidente chileno, Sebastián Piñera, convocó de inmediato a un gran experto chileno para encomendarle el estudio del caso. Se divulgó su perfil. Es impresionante la relación de sus experiencias y antecedentes profesionales. Está de vuelta en el tratamiento de complejas cuestiones jurídicas. Dirige una consultora de reputación internacional.

El que tengamos cosas pendientes y estar hasta disgustados por varias razones históricas, no impide reconocer el mérito ajeno. Incluso de rebote la ejemplaridad de ese hecho nos induce a pensar en la realidad particular nuestra. ¡Quién no quisiera tener recursos humanos de ese rango para poner en sus manos los delicados intereses del país!

Es por demás conocida la sagacidad chilena. Su diplomacia es sin duda una de las más profesionales y acreditadas del mundo. Es el haz anverso y brillante del opaco y mediocre que nos gastamos nosotros. Sus funcionarios representan al Estado,  no al gobernante de turno. El servicio exterior no es un botín político. Debe ser cierto que Bolivia perdió el Litoral en el campo diplomático, y no es el resultado directo de la guerra.

¿Qué es un canciller? Es la carta de presentación ante el mundo. Después del Presidente, es la personalidad más representativa; de gran cultura humanística, talentoso orador, experto en el manejo de cuestiones internacionales, profundo conocedor de la historia de su patria, versado en el análisis de los problemas específicos pendientes.  Aparte de estas dotes intelectuales, también tiene – debe tener – algunos rasgos carismáticos singulares; es, en fin, un profesional de carrera.

Morales tuvo una actitud diferente. Fiel a su instinto populista, se orientó principalmente hacia los grupos sociales y corporativos, hacia la multitud. Puso al frente de la Dirección Estratégica  Marítima a un profesional ajeno al servicio diplomático, sin experiencia en temas de litigio internacional. En una suerte de “pasanaku”, en su cargo anterior (Ministerio de Defensa) fue posesionada una dama que trabajaba en otra repartición. ¡La marca de la improvisación y el desprecio por lo profesional se ve en todo!
 
En contraste con lo del país trasandino, el mundo oscuro de nuestra diplomacia de ayer y de hoy es para ponerse a llorar. Salvo honrosas excepciones, mediocridad, corrupción y nepotismo conforman el espectro de la legación boliviana en el exterior. Una embajada o un consulado es prebenda para el correligionario de partido, para el pariente, para el amigo, para cualquiera. Hay un escalafón diplomático de existencia nominal; pero a la hora de la decisión las leyes, normas y reglamentos no cuentan.

Por la Constitución, el nombramiento es una potestad exclusiva del mandatario; los embajadores dizque deben ser de su entera confianza. Según el ex canciller Loaiza, a la sazón “no existen ni 10 funcionarios de carrera” ¡Y quién creyera!, tampoco hay estudios ni datos porque la investigación había estado  prohibida…

Y bien, por el desafío que confronta ahora el país, convendría que el Gobierno revierta esa desastrosa situación.

El autor es columnista independiente.
 

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El Día: Evo en el país de las maravillas

Y cómo no. Nadie, como él, hubiese esperado semejantes réditos de algo que empezó en saber agenciarse de las frustraciones del pueblo, en un olfato apreciable y acomodaticio que le permitió coquetear con uno y otro hasta, en esos vuelcos de la fortuna, terminar de semidiós de una infausta muchedumbre de analfabetos. Y como el presidente, ministros y viceministros, y alcaldes, senadores, diputados, gobernadores, cuya única característica no es precisamente la de ser indígenas sino un manifiesto lombrosianismo que parecía desterrado de los libros de historia o de la crítica actual, y que el zoológico boliviano ha reeditado con creces.

¿Perder el tiempo en perorar acerca de la malignidad del sistema? Tal vez. Pero no queda otra ¿O podemos teorizar sobre lo inteorizable? Imposible, siendo que nos hallamos ante el imperio de la mala ficción, un cuento de niños con visos de terror; no podemos dárnosla de eruditos y profundizar en economías o sociologías que no caben en un esquema de bestias y rateros.

Una lectura del noticiero diario plurinacional implica ingresar a un bestiario medieval,  universo en la prehistoria del intelecto, espacio evidente de que la lucha entre neandertales y cromañones que mirábamos en televisión sigue en pie, y en vilo nos tiene, donde por un período, demasiado largo, los cavernarios parecieron triunfar, y donde los románticos de izquierda trocaron la teoría porque hallaron que engolfarse el culo de dólares importa más que las alucinadas bravatas de un judío de Tréveris. Y cuando hablamos de unos y otros, cavernícolas y alfareros, deslindamos las connotaciones raciales que la derecha quiere muchas veces darle y que, para nosotros, es simple y clara diferenciación entre los que piensan y no, entre los que roban y no, trabajan y no, pagan impuestos y no.

Hay elementos, como un ex viceministro de Tierras, que bien utilizó la lengua para suavizar la piel glútea de su mandarín, y que caído en desgracia hoy se las da de crítico del régimen. Habrá vendido su labia ya a otro postor, y su pluma. Ahora que se vislumbra un futuro, también hay que cuidarse de aquellos que colaboraron en la construcción del oprobio, y que no pueden, no deben, sacarla liviana ni ser excluidos de los juicios que habrá  de sobrevenir. O uno es hombre o no.

Ofertan los personajes de esta malformación llamada gobierno, insuflar dinero a la economía para ver si elevan su imagen. Para empezar, su economista principal, Arce Catacora, no sabe ni sumar en ábaco, y tarde se supone, cinco años después del principio del desconcierto, invertir para solucionar algo, en un narcoestado que difícilmente se desligará del drama que le tiraron encima y que dejó a la sociedad boliviana en ruinas más que en pañales.

¿País de las maravillas? Cómo no. Miren al labrador revolucionario Isaac Ávalos, convertido en latifundista y gamonal, a senadores con miles de hectáreas de tierras comunales. Pujante exportación de la droga, aunque no saben pero tal vez lo sospechan, cada uno de ellos, que algún escriba en algún lugar ya ha anotado sus nombres, y que en el mundo de la tecnología es difícil escapar en anonimato, tratándose sobre todo de burdos artífices del descontrol y del estupro.

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El Día: Más allá del sonido

Dicen que primero fue el silencio. Después surgió la vida y con ella el sonido. El sonido construyó la música y el aire se pobló de acordes armoniosos que sublimaron la naturaleza. Enseguida, el planeta se pobló con el murmullo de las aguas y el canto de los pájaros, la risa de la brisa y la sinfonía de la selva. Eran tiempos en que las voces, todas las voces le cantaron en una sinfonía, al origen del origen del Universo. Los maestros de la música reconstruyeron con sofisticados instrumentos el canto de la naturaleza. Fueron insignes genios de la música Mozart, Beethoven, Verdi, y tantos ilustres hombres que supieron hacer arte con el sonido. Ellos nos acercaron a los confines del Paraíso.

Los científicos señalan que los sonidos son vibraciones que viajan por el aire a diferente intensidad y que se miden por hertz. Los hertz son unidades de medición del sonido. La cantidad de vibraciones por segundo (hertz) determina la clasificación de los sonidos en graves y agudos. Es decir que cuanto menos vibra un objeto se producen los sonidos graves y muy graves, mientras que a mayor vibración surgen los sonidos agudos y muy agudos. Se sabe que existen sonidos muy agudos que el oído humano no puede captar. Los que saben afirman que la armonía que existe entre sonido y sonido puede romperse si hay una interferencia de diferente grado e intensidad, que se conoce como ruido.

El ruido surge entonces como la antítesis del sonido. Como el gran perturbador del ambiente y del universo. El ruido se ha incrementado a pasos gigantescos en el Planeta y se le considera hoy como un serio riesgo para la salud humana y, con seguridad, también para los otros seres vivos. El mundo cada vez más ruidoso de la actualidad sufre de una grave contaminación acústica, hasta el punto que la “sonosfera” se ha convertido en un auténtico peligro que no sólo provoca desórdenes auditivos, sino que afecta al equilibrio emocional y deteriora la psiquis. El ruido es causal de muerte.

Quizás por ello la gente está tomando conciencia sobre la importancia del control del ruido. Justamente un 25 de abril se conmemora el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, fecha en que se organizan actividades donde se alerta sobre su daño y se ofrecen recomendaciones como prestar atención a los ruidos que producimos para asimilar sus efectos, bajar el volumen de la radio, la televisión y de los modernos Mp3, Iphone, celulares tipo blackBerry, ipod y otros artilugios tecnológicos para escuchar “música ruidosa” -si vale la paradoja y controvertida mención- que con tanto entusiasmo usan los jóvenes de hoy, sin percatarse del tremendo daño que se causan. Ese daño los marcará en su vida su vida social, laboral y familiar.

Por ello, cada Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido se insta a apagar el televisor durante el almuerzo y cena, se evita tocar bocina, se pide que los lugares públicos bajen el volumen de la música. Se apagan motores y se busca realizar actividades no ruidosas.

El afán de hacerse notar, de no pasar desapercibido hace que algunos hagan retumbar la sonosfera con la música potente emanada desde sus vehículos. El sonido es la vida, lo dijo el artista. El ruido es la muerte advierte el científico. Sin duda, es hora que la gente comience a valorar de una vez por todas la importancia del sonido y el peligro del ruido.

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El Día: Bolítica

Hay una corriente muy importante de los menores respecto a mantener o ser reconocidos como sujetos productivos. Ellos no quieren que se les desconozca al derecho del trabajo y aunque otros se oponen, pero es una posición que han tomado".

Rolando Villena
Defensor Del Pueblo


Se dice que: Los niños, niñas y adolescentes del país solicitan ser incorporados en las nuevas normas a ser implementados en el Órgano Legislativo, como sujetos al derecho laboral y no prohibidos a esta actividad.


La Unicef dice que los niños no podemos trabajar porque sólo las personas mayores deben cumplir esta actividad, pero nosotros lo hacemos por la necesidad de ayudar a la familia o para ayudarnos en la educación.
Queremos sentirnos útiles".

Henry Apaza (12)
Delegado de la Unión de Niños, Niñas Trabajadores de Bolivia

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El Día: Viejos discursos

El Presidente ha vuelto a sus viejos discursos indigenistas. Las encuestas ratifican una y otra vez que ya nadie le cree, sobre todo en los centros urbanos y para remediarlo, nada mejor que volver a las comunidades alejadas para machacar con sus viejas historias trilladas y otras recién inventadas. El pasado domingo visitó la localidad potosina de San Pedro de Buena Vista, donde repitió su ya clásico cuento de los indígenas mancos y ciegos. En ese lugar estrenó una nueva teoría sobre los imperios, que viene a sumarse a aquella de que los aymaras lucharon contra los romanos. Esta vez le tocó el turno al imperio inglés, que según el jefazo, intentó eliminar de la faz de la tierra a sus hermanos quechuas, guaraníes y aymaras. También renegó de los nombres españoles de las comunidades y provincias del país y dijo que el sindicalismo también es un invento imperial para acabar con el sistema de organización ancestral de ayllus y marcas. Parece que va en serio la pelea del presidente con las organizaciones sindicales obreras, a las que hoy considera un instrumento de la derecha que pretende derrocarlo.

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El Día: El museo de las irracionalidades

El Gobierno del MAS no ha sido el primero en nacionalizar los sectores estratégicos de la economía boliviana. El estatismo es una vieja fórmula en la que han incurrido regímenes de todo color e ideología en el país. Tampoco fue el primero en aplicar ideas socialistas y tratar de adaptar la realidad a las teorías marxistas, a través del control de los medios de producción, la fijación de precios y establecimiento de prohibiciones y cupos de exportación. En lo político, los masistas no inventaron la persecución y tampoco son los iniciadores del proceso de copamiento del Poder Judicial. La corrupción es un viejo cáncer boliviano que también afecta al “proceso de cambio” y en cuanto a (in)capacidad de gestión, posiblemente se encuentren algunos casos peores en la historia boliviana.

Resumiendo, las fórmulas políticas y económicas aplicadas por el MAS son reediciones de viejas recetas fracasadas que explican acabadamente el estancamiento del país en todas sus facetas.  Las taras de este régimen son las mismas que nacieron con la república en 1825 y que se han mantenido porque en Bolivia se han hecho todas las revoluciones, menos una que involucre a los valores.  Y es precisamente en este aspecto en el que podría estar el déficit más grande del Gobierno de Evo Morales. No hay duda que la falta de escrúpulos y la irracionalidad serán las herencias más nefastas que dejará este régimen a las futuras generaciones, las que tendrán por delante un arduo trabajo por recuperar al país de este proceso involutivo.

La colección de irracionalidades cometidas por este Gobierno son dignas de un museo. No por nada el presidente pretende inmortalizarlas a través de una costosa exposición que habría que alentar, así los bolivianos de mañana sabrán que todos esos disparates no forman parte de la mitología, como sucede con los dichos y hechos del legendario Mariano Melgarejo.

De aquí a 50 años costará creer que Bolivia fue descuartizada en 36 naciones diferentes, una de las cuales, la “nación” Pacahurara, está conformada por una sola mujer, Bose Yacu, que deambula por las selvas amazónicas de Pando. Quién va a creer que un gobierno “revolucionario” que surgió para “devolverle” el gas a los bolivianos, fue justamente el que destruyó la industria más importante del país, de la misma forma que lo hizo con la producción de alimentos. Será increíble en el futuro constatar que un régimen supuestamente nacionalista impulsó de manera criminal las importaciones  especialmente de carburantes y de comida, comprometiendo severamente la soberanía en dos aspectos tan importantes. Cómo concebir una guerra tan despiadada y suicida contra empresarios privados nacionales, los únicos que siguen invirtiendo en el territorio nacional, pese a la inseguridad jurídica que hizo escapar hace mucho a los capitales extranjeros.

Sin la ayuda de un museo, será imposible imaginarse a un sujeto como el fiscal Marcelo Soza, un legislador como Isaac Ávalos, un tipo como Juan Ramón Quintana o un ministro como Luis Arce Catacora, que para tapar su torpeza le inventa virtudes a la inflación. Cómo digerir un avión de 38 millones de dólares y un satélite de 300 millones de dólares en un país que figura con números rojos en el mapa del hambre.

Quién va a explicar semejante explosión del narcotráfico. Cómo entender que Bolivia atraviese por serios problemas económicos en un periodo de bonanza inédito en su historia.

La colección de irracionalidades cometidas por este Gobierno son dignas de un museo. No por nada pretenden inmortalizarlas a través de una costosa exposición que habría que alentar, así los bolivianos de mañana sabrán que todos esos disparates no son parte de la mitología .

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Los Tiempos: TRIPLE ACUERDO CONTRA LAS DROGAS

Es de esperar que el pacto trinacional contra las drogas marque el inicio de una nueva etapa más acorde con la complejidad del problema

Hace unos días, como parte de un importante giro en su política de lucha contra las drogas, el Gobierno ha decidido, a través del Viceministerio de Defensa Social, suscribir un plan trinacional contra el narcotráfico con los representantes diplomáticos de Brasil y Estados Unidos, con el expreso propósito de hacer más eficientes las tareas de represión de las actividades relacionadas con toda la cadena de producción y comercialización de cocaína.

El acuerdo ha sido negociado y pactado con mucho sigilo, lo que impide conocer detalles de su contenido pero no sus lineamientos principales. Por lo que se sabe, el principal de ellos consiste en optimizar el control estatal sobre las plantaciones de hoja de coca, para lo que se recurrirá a tecnología de punta provista por Estados Unidos y Brasil. Simultáneamente, se instalarán radares en la zona fronteriza entre otros instrumentos necesarios para hacer frente a las bandas de narcotraficantes.

El acuerdo trinacional, que comentamos, marca sin duda el inicio de una nueva fase en la lucha contra las drogas. Se cierra así una especie de periodo de transición que quedó abierto cuando en 2008 el Gobierno nacional decidió expulsar a la DEA y se inaugura una nueva que tendrá a Brasil como el principal protagonista y a Estados Unidos jugando un rol mucho más discreto que el que tuvo durante las últimas décadas.

Es indudable que la nueva estrategia se explica en gran medida por la peculiar relación que el gobierno de Evo Morales ha tenido con el tema de las drogas y principalmente con el primer eslabón de la cadena, la producción de la hoja de coca, desde tiempos muy anteriores a su ascenso a la Presidencia del Estado.  No es menos cierto, sin embargo, que el nuevo enfoque está también directamente condicionado por circunstancias ajenas e independientes de la voluntad de los gobiernos -boliviano, brasileño y estadounidense, en este caso- que los han obligado a revisar los criterios que durante las últimas décadas guiaron la lucha contra las drogas no sólo en nuestro país, sino en Latinoamérica y en el mundo entero.

La trágica experiencia mexicana, donde se ha puesto en evidencia con toda su crudeza el rotundo fracaso de una lucha contra las drogas concentrada en actividades represivas, y el inminente riesgo de que un fenómeno similar se reproduzca en otros escenarios, como las favelas brasileñas, por ejemplo, ha obligado a los gobernantes de los países más directamente afectados a hacer causa común pasando por encima de otro tipo de consideraciones, como las afinidades políticas o ideológicas, que en otros tiempos merecían máxima prioridad.

En ese contexto, el paso dado por los gobiernos de Bolivia, Estados Unidos y Brasil puede ser visto como una esperanzadora señal indicadora de que en los tres países gana terreno la consciencia sobre la necesidad de enfocar el problema de las drogas con visiones renovadas y dispuestas a aprender de los errores del pasado. Se trata, sin duda, de una muestra de triple predisposición para afrontar el problema de manera integral, sin las simplificaciones y reduccionismos que tan pobres resultados condujeron hasta ahora.

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El Deber: Tasas de desnutrición

El Programa Mundial de Alimentos ha entregado las cifras sobre la desnutrición  infantil en el mundo entero y ha confirmado que en Bolivia miles de niños están muy mal alimentados.

En el mapamundis de la desnutrición infantil Bolivia es el único territorio en color rojo de Sudamérica, porque la mala alimentación de los niños es “moderadamente alta”, dice esta clasificación internacional. Los países más próximos en esa misma situación son Haití y República Dominicana. Ninguno de los cinco vecinos de Bolivia registra esta lamentable calificación, a pesar de que tienen mayores poblaciones, con la única excepción de Paraguay.

No importa cuántas revoluciones hayan habido en Bolivia: si no han sido capaces de resolver este problema quiere decir que no valieron la pena. Que fueron un fraude.

Este ‘indicador’, de niños hambrientos, tendría que ser el predominante para la medición del desempeño de los gobiernos. Todos los demás indicadores, como tasas de crecimiento, reservas internacionales, exportaciones, importaciones, inflación, no valen nada frente a este dato.

Si un gobierno, del presente o del pasado, no hubiera sido capaz de por lo menos reducir el grado de desnutrición de los niños, tendría que avergonzarse. Se entiende por gobernar la capacidad de resolver los problemas de la gente, y de ella los más importantes, que son los niños.

El Informe del Programa Mundial de Alimentos tendría que convertirse en el sistema de calificación inapelable de los gobiernos del mundo.

La miseria se puede mirar en las calles de toda Bolivia, en los rostros de los niños llegados por lo general desde las regiones más áridas del occidente, todos los días, sin fallar.

Nadie podrá decir que ha hecho una revolución si no ha sido capaz de hacer que esos ciudadanos bolivianos vivan dignamente.

Uno de los países menos poblados de la región, con tierras fértiles que son motivo de anuncios revolucionarios de tiempo en tiempo, no ha podido resolver el problema de la alimentación de los niños pobres.

Un país que tiene petróleo y gas pero que no ha podido instalar hasta ahora una fábrica de urea para que sirva de abono a los campos de cultivo, pero que tiene revolucionarios muy fogosos muy buenos para hacer discursos, produce estos resultados.

Un país donde la superficie cultivada tiene una alta presencia de cultivos destinados a la fabricación de drogas está haciendo, por lo menos, un mal uso de la tierra. Sólo se tendría que autorizar cultivos para fines de vicio cuando esté probado que se producen todos los alimentos necesarios para que ningún niño tenga hambre.

Otro indicador que se podría tomar en cuenta es el de las inversiones. El país con menor tasa de inversión en la región figura también como el que mayor tasa de desnutrición infantil tiene. Alguna relación tendrá que haber entre estos indicadores.

El informe sobre el hambre en el mundo debería obligar a todos los bolivianos, pero principalmente a los gobernantes, a meditar sobre lo que están haciendo. Y tendrían que descartar de sus agendas todo aquello que no ayude a mejorar la alimentación de los niños. No hay nada más importante.

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Cambio: Magnicidio de Gadafi

"Es importante que Gadafi, su familia y su entorno se despierten cada día pensando que puede ser el último". "Gadafi debería ser consciente de que su vida está en peligro". "Mi recomendación a la OTAN y a Obama es cortar la cabeza de la serpiente, bombardear a su círculo próximo y las bases militares de Trípoli", reportaba la prensa internacional el pasado fin de semana.

Los políticos estadounidenses Joe Lieberman, John McCain —que el pasado viernes visitó Bengasi y expresó un respaldo contundente a los rebeldes libios— y Lindsey Graham se despacharon esas amenazas ante la aparente endeblez de los ataques aéreos de la alianza atlántica.

Es decir, esos tres congresistas norteamericanos desnudaron el objetivo estratégico que se esconde detrás de los ataques aéreos que lidera la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra territorio libio y el respaldo pleno a los combatientes sublevados que buscan derrocar a Muamar Gadafi.

Sin embargo, ¿qué autoriza la resolución 1973 aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia? Ordena un alto el fuego inmediato que permita encontrar una solución pacífica al conflicto interno libio y autoriza el uso de todos los medios necesarios de fuerza para proteger a los civiles o a las zonas donde los haya así como para prohibir los vuelos sobre el espacio aéreo de ese país africano.

Entonces, que aviones de la OTAN bombardearan ayer el complejo residencial Bab Al Azizia, donde Gadafi se reunía con su gabinete y realizaba encuentros oficiales, tuvo un sólo objetivo: el magnicidio del líder libio, en una franca violación de una cuestionada resolución de la ONU que autoriza la intervención militar extranjera en un conflicto interno, cuya solución corresponde sólo a los libios, más allá de las simpatías o antipatías que pudiera despertar Gadafi.

Al menos dos misiles impactaron en Bab Al Azizia y provocó grandes destrozos, tres muertos y 45 heridos entre civiles y militares, 15 de ellos de gravedad, denunció la televisión estatal libia.

Tras el ataque, el Gobierno libio acusó a la OTAN de intentar asesinar a Gadafi, aunque advirtió que el ‘mensaje’ fue enviado a ‘la dirección equivocada’, tras asegurar que Muamar Gadafi "sigue vivo", pero no precisó dónde se encuentra quien realizó apariciones públicas esporádicas desde el comienzo de la rebelión opositora.

Aunque la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU no aboga por un cambio de régimen ni toma partido por ninguno de los bandos, la orden de "proteger a los civiles con todos los medios necesarios" es utilizado por la alianza atlántica y por algunos países árabes para derrocar e incluso asesinar a Gadafi.

No obstante, ¿cuál es el verdadero objetivo de los bombardeos sobre Libia que en nombre de la ‘comunidad internacional’ asume la OTAN? La única respuesta coherente es el interés para controlar una de las reservas mundiales más grandes de petróleo, así como de agua subterránea.

Y mientras la OTAN comienza a analizar una invasión militar terrestre a Libia y reivindica la legitimidad para suministrar armas a los sublevados, el presidente del Consejo Nacional —el gobierno rebelde provisorio reconocido por occidente— admitió que Kuwait les donó 121 millones de euros y que ‘varios países amigos’ ya les abastecen de pertrechos militares.

Por eso es pertinente asegurar que la resolución 1973 de la ONU sólo es el paraguas que esconde otros objetivos claramente identificados por Estados Unidos y sus aliados. Los hechos demuestran que los bombardeos aéreos —como el que intentó asesinar a Gadafi— no responden, como se dice, a una misión humanitaria "para proteger a los civiles", porque esos ataques han causado muchas víctimas inocentes entre el pueblo que la OTAN asegura ‘proteger’. En este sentido, el objetivo de asesinar a Gadafi es criminal y parte de un plan para controlar el petróleo libio.

Los bombardeos aéreos —como el que intentó asesinar ayer a Gadafi— no responden a una misión humanitaria "para proteger civiles", porque causan muchas víctimas inocentes entre el pueblo que la OTAN asegura ‘proteger’.

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La Prensa: Triple acuerdo contra las drogas

Es de esperar que el pacto trinacional contra las droga marque el inicio de una nueva etapa más acorde con la complejidad del problema.

Hace unos días, como parte de un importante giro en su política de lucha contra las drogas, el Gobierno ha decidido, a través del Viceministerio de Defensa Social, suscribir un plan trinacional contra el narcotráfico con los representantes diplomáticos de Brasil y Estados Unidos con el expreso propósito de hacer más eficientes las tareas de represión de las actividades relacionadas con toda la cadena de producción y comercialización de cocaína.

El acuerdo ha sido negociado y pactado con mucho sigilo, lo que impide conocer detalles de su contenido, pero no sus lineamientos principales. Por lo que se sabe, el principal de ellos consiste en optimizar el control estatal sobre las plantaciones de hoja de coca, para lo que se recurrirá a tecnología de punta provista por Estados Unidos y Brasil. Simultáneamente se instalarán radares en la zona fronteriza, entre otros instrumentos necesarios para hacer frente a las bandas de narcotraficantes.

El acuerdo trinacional que comentamos marca sin duda el inicio de una nueva fase en la lucha contra las drogas. Se cierra así una especie de periodo de transición, que quedó abierto cuando en 2008 el Gobierno Nacional decidió expulsar a la DEA, y se inaugura uno nuevo que tendrá a Brasil como el principal protagonista y a Estados Unidos jugando un rol mucho más discreto que el que tuvo durante las últimas décadas.

Es indudable que la nueva estrategia se explica en gran medida por la peculiar relación que el Gobierno de Evo Morales ha tenido con el tema de las drogas y principalmente con el primer eslabón de la cadena, la producción de la hoja de coca, desde tiempos muy anteriores a su ascenso a la Presidencia del Estado. No es menos cierto, sin embargo, que el nuevo enfoque está también directamente condicionado por circunstancias ajenas e independientes de la voluntad de los gobiernos ?boliviano, brasileño y estadounidense, en este caso? que los han obligado a revisar los criterios que durante las últimas décadas guiaron la lucha contra las drogas no sólo en nuestro país, sino en Latinoamérica y en el mundo entero.

La trágica experiencia mexicana, donde se ha puesto en evidencia con toda su crudeza el rotundo fracaso de una lucha contra las drogas concentrada en actividades represivas, y el inminente riesgo de que un fenómeno similar se reproduzca en otros escenarios, como las favelas brasileñas, por ejemplo, ha obligado a los gobernantes de los países más directamente afectados a hacer causa común pasando por encima de otro tipo de consideraciones, como las afinidades políticas o ideológicas, que en otros tiempos merecían máxima prioridad.

En ese contexto, el paso dado por los gobiernos de Bolivia, Estados Unidos y Brasil puede ser visto como una esperanzadora señal indicadora de que en los tres países gana terreno la consciencia sobre la necesidad de enfocar el problema de las drogas con visiones renovadas y dispuestas a aprender de los errores del pasado. Se trata, sin duda, de una muestra de triple predisposición para afrontar el problema de manera integral, sin las simplificaciones y reduccionismos que a tan pobres resultados condujeron hasta ahora.

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El Diario: Gastos excesivos del gobierno determinan mayor inflación

La irracionalidad de no tener freno en los gastos del aparato gubernamental, es también causante de mayor inflación; lo grave radica, además, en que la excesiva burocracia -contratada tan sólo para satisfacer las demandas partidarias del MAS, del nepotismo y para dar satisfacción a los áulicos del régimen-, con muy pocas excepciones, no es lo eficiente, eficaz ni responsable para realizar labores específicas que debe haber en cada repartición del Gobierno.

Para empezar, cabe preguntar: ¿para qué tanto ministerio, viceministerios, direcciones y otros altos cargos burocráticos? ¿Dónde están las políticas de austeridad, de preservar los bienes del Estado, de evitar los “gastos reservados” y ahorrarlos para la construcción de obras a favor del pueblo? ¿Dónde quedan las ofertas y promesas pre-electorales del 2005 y principios del Gobierno, el 2006? Hasta el año 2005 el equipo de ministros no llegaba a los quince; hoy son veinte o más, ¿para qué? ¿Cuál es la labor que cada uno de ellos cumple? Asistir a cualquier dependencia del Gobierno implica encontrar funcionarios que se “dan cabeza con cabeza” sin beneficio alguno. Lo mismo ocurre en dependencias de la Vicepresidencia y de las Cámaras de Senadores y Diputados con personal contratado en exceso.

El Gobierno se precia de haber logrado “reservas” por un total de diez mil millones de dólares; pero, extrañamente, nada o en forma disminuida, se refiere a que las deudas del país sobrepasan los doce mil millones de dólares. Tampoco se refiere a que las “reservas” son producto de los precios internacionales que rigen en el mercado y no por efecto de la producción disminuida del país. Todo el déficit acumulado es contribución a la inflación; pero, extrañamente, ninguna autoridad económica hace referencia a ello porque la demagogia y la irresponsabilidad con los dineros del Estado parecería que son norma en su conducción.

Vivimos en un país “de jauja” donde “sólo habría ricos”. Vivimos con excesos que ni los países ricos se dan: avión de lujo para el Presidente y que tiene precio superior a los 40 millones de dólares (cursa en las cámaras un juicio contra el gobierno de Banzer por “haber comprado un Bichcraft caro” en algo más de dos millones de dólares y “fue calificado contra la pobre economía del país”). Se ha contratado un satélite con un costo superior a los 300 millones de dólares y que tendrá utilidad relativa y que, en realidad, es prescindible en todo sentido y que sólo puede ser adquisición lujosa de países ricos y muy desarrollados.

Se habla de “potenciar a las fuerzas armadas” con dineros que no existen, pero seguramente sólo mediante créditos que endeuden más al país. Se incrementan los presupuestos de Defensa y del Ministerio del Interior sin saberse con qué fines; pero, a la vez, se restringe gastos para Educación y Salud que deberían tener prioridad. La mecanización del agro prácticamente está abandonada y la atención a las áreas rurales sigue por las pendientes del atraso y la dejadez. Familias de campesinos asentados en Pando, ya “resignados a su mala suerte”, poco o nada dicen y hacen honor a los silencios del régimen.

Son adquiridos vehículos de lujo para las diferentes reparticiones, sin que haya necesidad para ello; en fin, hay dilapidación irresponsable del dinero del país; gastos que contribuyen seriamente a producir mayor inflación. En cambio, continúa en subida la pobreza de la mayoría del pueblo hasta el extremo de que los conflictos sociales adquieren proporciones jamás vistas. ¿Será posible entender que es preciso desinflar los “globos de ambiciones” de la burocracia gubernamental y se evite más gastos que empobrecen más?

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El Mundo: Otro capítulo

A pesar de los esfuerzos realizados por darle solidez a la denuncia de una trama terrorista destinada a poner fin a la vida del presidente del Estado Plurinacional y otras autoridades de Gobierno, las evidencias que se fueron presentando desde el primer momento, fueron desvirtuándose por obra de las mismas personas que las presentaron. Todo comenzó con el linchamiento de Eduardo Rósza y sus acompañantes en el hotel Las Américas, ya que por las evidencias presentadas a los medios difícilmente se puede aceptar que se hubiera tratado de un combate ya que las víctimas fueron mostradas en ropa interior, al lado de su cama, con todas las señales de haber estado descansando.

El grupo de élite Utarc de la Policía Boliviana fue disuelto luego del operativo en una prueba clara de que no cumplió con su deber como era debido ya que poco tiempo después hizo otra demostración confusa, atacando a un grupo de periodistas empeñados en cubrir la información sobre un secuestro que se produjo en el aeropuerto de Viru Viru y que terminó siendo un operativo para reforzar el famosos tema del terrorismo y el autor era nada menos que el capitán Andrade que encabezó el enfrentamiento antes mencionado. La mejor manera de eliminar antecedentes y otras pruebas fue la disolución del grupo de élite, para evitar que se continúe el seguimiento de sus pasos.

Quien encabezaba las presuntas investigaciones del tema era el Fiscal Marcelo Soza que en forma permanente, se hacia presente en Santa Cruz para mostrar los avances de sus investigaciones, el caso más interesante se presentó cuando el fiscal detuvo a un personaje conocido como ‘El Viejo’ al que se lo había visto vinculado a Eduardo Rósza, la prensa llamó el testigo clave porque no tuvo inconveniente el declarar dando una larga lista de personas que habrían estado comprometidas en el caso.

Una a una, las personas mencionadas por ‘El Viejo’ fueron desfilando ante el fiscal que por razones que nunca pudo justificar constitucionalmente, eran llevadas a la sede de gobierno a pesar de que el delito de que se las acusaba se habría cometido en Santa Cruz, varias personas vinculadas por esa personas terminaron con detención en el penal de San Pedro, en algunos casos temporalmente, otras mantienen arresto domiciliario y varias prefirieron autoexiliarse para evitar problemas.

Cuando las investigaciones parecían marchar por el mejor camino, favoreciendo la posición del acucioso Fiscal, apareció un video en el cual el famoso delator aparecía recibiendo la recompensa por su participación en el proceso, con la invitación de alejarse del país para evitar complicaciones.

Cuando el fiscal decide iniciar el capítulo final de la novela con una audiencias de conclusiones, las cosas se el complican, los personajes que aparecen en el video deciden no participar o mejor dicho las autoridades que manejan el proceso deciden no convocar a las personas mencionadas y que podrían ha dar mayores luces sobre el asunto, se acusa a dos generales retirados como los principales involucrados en la conjura terrorista y cuando se comienza a revisar los antecedentes del tema, resulta que el Fiscal Soza habría decidido la eliminación de otras evidencias, entre ellas las del cuerpo de bomberos que intervino luego de los hecho en el hotel cruceño.

Cuando parecía cerrarse el tema, el Fiscal decide presentar su renuncia a la participación en la última etapa del proceso, a pesar de ser la persona que más conoce del mismo y afirma que esa decisión se debe a que los medios de comunicación no revelan con precisión las cosas que él da a conocer y que encima recibe amenazas. En el momento en que por fin íbamos a conocer todos los entretelones de aquella conspiración contra el Gobierno, otro de los pocos personajes capaces de dar luces sobre el tema, esta vez por voluntad propia, decide abandonar la escena.

Será que se abre un nuevo momento de suspenso, para arremeter con otros detalles escondidos. Podrán Núñez del Prado y ‘El Viejo’ decir su verdad sobe el video que los pone en evidencia negociando el silencio.

Habrá que esperar para ver quien se hace cargo del tema o se exige que el primer actor termine su papel. Si hay quienes afirman que todo es una farsa, habrá que demostrarles lo contrario con pruebas fehacientes.

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Opinión:

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Clarín, Argentina: El sentido común de los jueces es la Constitución

Desde hace un tiempo a esta parte, ha surgido en nuestro país algo que veinte años antes ya había tenido lugar en Estados Unidos y Europa.

Las víctimas se han convertido en un nuevo grupo de presión.

¿Qué pretenden? Algunos podrán responder que justicia, otros dirán que buscan simplemente venganza, en ambos supuestos está justificada su pretensión. ¿Qué otra cosa podría exigirse a alguien que ha sufrido un dolor injusto? Sin embargo, esas pretensiones vienen acompañadas de razonamientos acerca de los remedios a los males que han sufrido . Y así se comienza a criticar a los encargados del tratamiento de las cuestiones.

La reciente suspensión en sus funciones del Juez de San Isidro Rafael Sal Lari, llama a las siguientes reflexiones. Es comprensible que ante la soltura de un sospechoso la víctima reclame por esa circunstancia. Pero lo que no es racional es que se ponga a explicarle a un juez cómo deben interpretarse los mandatos constitucionales. Nuestra Constitución establece que nadie puede purgar una pena sin juicio previo. En la Provincia de Buenos Aires casi el 80% de los presos no tienen condena firme, es decir, están cumpliendo una pena sin juicio previo . Esta es una anomalía que puede llamarse de una sola manera: se está incumpliendo groseramente con la Constitución.

La ?solución? que proponen las víctimas es que los jueces, avizorando la peligrosidad de quien ha delinquido, impidan su excarcelación para, de esa manera, evitar que el sospechoso (hasta ahora es sólo eso) repita su conducta socialmente dañosa ; es decir, para que no vuelva a matar, para que no vuelva a robar, etc.

Se exige del juez ?sentido común? para ?darse cuenta? que una determinada persona seguramente va a volver a delinquir. ?Saber? esto (con ?sentido común?) encubre un claro prejuicio.

Los ciudadanos nos ofendemos cuando se nos acusa de ?prejuiciosos?, pero ¿ qué puede decirse de aquellos que predicen conductas sin base científica alguna? No se trata de médicos que prevén la evolución de una enfermedad o de astrónomos que predicen cuándo aparecerá tal cometa. Se trata simplemente de anticipar conductas porque en nuestra cabeza tenemos un estereotipo del delincuente que es muy difícil desarraigar.

¿Los jueces deben compartir esos prejuicios? Algunos dirán que sí (?los jueces deben vivir la realidad?), otros diremos que no (?los jueces deben garantizar en los hechos los derechos que la Constitución consagra como norma?). Si bastara el ?sentido común?, sobrarían las universidades. Las ?soluciones? que proponen las víctimas (cuando se dirigen a los jueces, y no cuando se dirigen al prójimo recomendando cómo cuidarse) no son el camino que obliga a transitar la Constitución.

No creo vano enfatizar que los que portan pancartas con el lema ?basta de jueces garantistas? están pretendiendo que se cambie la Constitución. ¿Es legítimo pretender eso? Por supuesto que lo es, pero debe tenerse en cuenta que es la Constitución y su capítulo sobre derechos y garantías la que nos protege a todos de los abusos de poder.

En definitiva, un sistema en donde prima la ley y no el cambiante sentido común de cada persona (gobernantes incluidos).

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