Gobernados por el EGTK

linera-garcia Dos hechos recientes parecen confirmar la sospecha de que el verdadero núcleo de poder decisorio del gobierno boliviano se encuentra en un grupo encabezado por Álvaro García Linera, procedente del viejo Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK). En primer lugar tenemos las declaraciones de Óscar García Suárez, tío del vicepresidente, que indignado por el abandono a su extinto hermano y progenitor del segundo mandatario aseguró que “el que gobierna en realidad en Bolivia no es Evo sino Álvaro”.

Por otra parte, se acaba de conocer que la persona a cargo de la difusión de información sobre los candidatos en las elecciones judiciales será nada menos que Juan Carlos Pinto, antiguo camarada de armas del vice en el EGTK y ex director de la Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente (REPAC), organismo estatal que tenía por cabeza de facto a otro ex guerrillero, Raúl García Linera. Pinto tendrá bajo su mando al estratégico Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE), repartición del Tribunal Supremo Electoral encargada de la investigación, capacitación, educación ciudadana y comunicación.

Si a alguien le quedaban dudas sobre el carácter amañado de los comicios que se preparan para octubre, esta es la enésima prueba de las intenciones gubernamentales: según la normativa vigente, los medios de comunicación sólo podrán difundir lo que el ex EGTK decida.



Recordemos que la formación terrorista del EGTK (en la cual el vice “aprendió a matar”, según confesión propia) realizó asaltos a universidades y bancos, además de acciones de sabotaje como voladuras de torres de alta tensión en plena democracia, cuando corrían los primeros años de los 90. Al igual que el vicepresidente y su hermano, Juan Carlos Pinto también purgó 5 años de prisión por sus correrías, pero fue excarcelado tras la aplicación del Nuevo Código de Procedimiento Penal, en cuyo diseño participó el actual ministro de gobierno y ex abogado de Álvaro García Linera, Sacha Llorenti.

Evo, Sacerdote Supremo

En una grotesca parodia de la división entre poder temporal y poder espiritual, mientras el vicepresidente y su camarilla se ocupan de los asuntos de Estado y de la “seguridad nacional” Evo Morales parece estar enfocado en su rol de líder seudorreligioso, al frente del nuevo culto oficial de corte neopagano. En efecto, el primer mandatario acaba de encabezar una boda masiva de 350 parejas indígenas en un coliseo deportivo de La Paz, en la que ungió a los flamantes esposos mediante un “ritual ancestral andino”…

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