Las pesadillas de Evo Morales

José E. Mosquera

mosquera El gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, afrontó una de las huelgas obreras más concurridas en los últimos cinco años en su país.

Protestas organizadas por la Central Obrera Boliviana (COB), la principal organización sindical de esa nación, la misma que en el pasado sirvió como uno de los principales bastiones del presidente Morales cuando fungió como líder cocalero. Fue precisamente con el apoyo de la COB que el exlíder cocalero se destacó como uno de los el más caracterizados contestatarios de las organizaciones sociales en Bolivia.



Cinco años después de asumir la presidencia de su país, el presidente Morales sufre en carne propia la pesadilla de las protestas sociales, lideradas desde las bases de la organización obrera que se constituyó en pieza clave para su ascenso al poder, pero como dice el adagio popular “al que a cuchillo mata a cuchillo muere” y eso es lo que le está pasando al presidente Morales.

De acuerdo con el Observatorio y Análisis de Conflictos Sociales en Bolivia del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), en el periodo de 1970 a 2010 se han registrado 13.897 conflictos sociales en Bolivia. Las estadísticas indican que durante la administración de Morales han sucedido 3.213 protestas ciudadanas y que de paso su administración se ha convertido en la que mayor número de conflictos sociales ha afrontado desde que se retornó a la democracia en 1982.

Lo que indica que en el lustro que lleva en la presidencia ha superado en número de conflictos a los gobiernos de los ex presidentes Carlos Mesa y Gonzalo Sánchez de Losada, los cuales combatió desde su trinchera de líder cocalero y principal promotor de los descontentos populares. Según el estudio del Ceres, la administración de Morales ha sido la que más inconformidades sociales ha tenido que enfrentar en los últimos 41 años. Las cifras hablan que durante 2010 sucedieron 811 conflictos sociales, es decir, 67 mensuales. En el primer trimestre de 2011 se han contabilizado ya 287 conflictos.

En un país cuyo proceso de nacionalización de los hidrocarburos le ha costado al fisco nacional más del 6% de su PIB, debido a que los costos de la nacionalización han sido altos, en virtud de que se produce 20% menos de gas del que se exporta. Porque Yacimientos Petroleros y Fiscales Bolivianos, la empresa bandera de la política de nacionalización del gobierno, ha sido incapaz de atender las demandas de gas, la principal fuente de riqueza de la nación. En efecto, Bolivia sufre serios problemas de desabastecimiento de gasolina y diesel y, desde luego, el país se ha visto forzado a importar gasolina.

Ahora, más allá del descontento que generó en diciembre del año pasado el llamado gasolinazo, cuando el gobierno decretó un alza de más del 80% en el precio de los combustibles, medida que se vio obligado a revocar por las protestas que se desataron, los conflictos sociales se han agudizado aún más y lo más crítico del asunto para el gobierno es que el acuerdo que firmó con la COB hace algunas semanas tambalea, debido a que los sindicatos amenazan con regresar a las calles si no cumple con lo pactado. En conclusión: con el creciente descontento popular, el presidente Morales está sufriendo similares pesadillas como las que les causó as sus antecesores.

El Espectador – Colombia