Los ratones cuidando el queso

Gamal Serhan Jaldín

GAMAL Desde que Evo Morales asumió la presidencia de la República, nos quieren hacer creer que los ratones están cuidando el queso. Desde ese entonces hasta ahora Evo, no ha dejado de ser presidente de las seis federaciones de cocaleros del Chapare.

Evo Morales creció sindicalmente y luego políticamente defendiendo el cultivo de la hoja de coca en el país, y en especial en el Chapare. A pesar que se ha demostrado que la coca del Chapare no es apta para el acullicu y solo es usada para la fabricación de cocaína.



El dirigente cocalero y ex alcalde de Villa Tunari Felipe Caceres es ahora el responsable del “control social” de la plantación excedentaria de la hoja de coca y de la lucha contra el narcotráfico como Viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas. Pero, ¿qué control social pueden ejercer los que viven muy cómodamente de un cultivo que no requiere atención? y que produce entre 2 o 3 cargas por cato (0.16 Ha) y se cotiza entre 1,500 y 2,220 Bs por carga; es decir, entre 12,000 y 36,000 Bs por año (suponiendo solo 4 cosechas por año).

Si en Bolivia existen 31,000 Ha de hoja de coca (según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU), estamos hablando de un negocio que mueve entre 300 y 900 millones de dólares por año.

El año pasado Monseñor Tito Solari hizo las siguientes declaraciones “Después de hablar con los párrocos, profesores y padres de familia, siento la preocupación de que hay jóvenes, sobre todo de colegio, que en las noches salen para trabajar en el tráfico de cocaína. Eso se da. Después también hay otras cosas graves como ésta: pasajeros que vienen de Santa Cruz, que quieren comprar naranjas o mandarinas y llegan de carrera chicos (menores de edad) a ofrecer cocaína y bolsas de cocaína en plástico. Este es el asunto que nos preocupa”.

Dichas declaraciones provocaron la ira de Evo Morales y de todos los dirigentes cocaleros que arremetieron duramente contra Solari, exigiendo en algunos casos su expulsión del país.

La iglesia católica en su Carta Pastoral Cuaresma 2011 dice “La economía de la coca, por su rendimiento económico elevado, actúa como catalizador para varios pequeños y medianos productores que hacen de ella casi su único cultivo. La plantación excedentaria de la hoja de coca sigue siendo una tentación que incentiva la migración de pobladores movidos por la falta de alternativas concretas de ingresos. La ganancia aumenta significativamente si se entra en la cadena productiva del narcotráfico que se alimenta de las necesidades económicas de las personas o de sus aspiraciones, pero que desconoce los valores éticos. El narcotráfico sigue siendo el destino de dicho cultivo excedentario.”

Es tan grande la influencia de este negocio en el gobierno del Movimiento al Socialismo, que nada menos que el Jefe del Centro de Inteligencia y Generación de Información (CEGEIN) del Ministerio de Gobierno encargado de la lucha contra el narcotráfico, fue detenido en el aeropuerto internacional de Panamá, junto a uno de sus colaboradores, cuando hacía tránsito e inmediatamente entregado a los agentes de la Oficina Anti Drogas de Estados Unidos (DEA) para ser procesado en ese país bajo cargos de tráfico de estupefacientes.

Está claro, no solo por la dimensión económica, sino fundamentalmente por la dimensión política –los cocaleros son la principal fuerza social incondicional de Evo Morales- que este gobierno no ha hecho, ni hará nada que atente contra este negocio. Así que mientras el Movimiento al Socialismo este en el poder, los ratones seguirán cuidando el queso.