Relaciones peligrosas

IRANÍ Ya lo dijimos alguna vez desde esta columna: las estrechas relaciones con Irán son riesgosas para Bolivia, en la medida en que colocan al país en medio del principal conflicto internacional (potencial) del siglo XXI.

La alianza La Paz-Teherán es una de las tantas consecuencias de la desmedida influencia del régimen del coronel Chávez sobre la administración de Evo Morales. Como resultado, hoy día se produjo un nuevo papelón internacional, luego de que el ministro de defensa iraní, Ahmad Vahidi, se hiciera presente en el país para inaugurar obras junto al presidente boliviano.

El problema es que el gobierno del MAS no se tomó el trabajo de chequear mínimamente el currículum básico del visitante, que resultó ser un prófugo de la Interpol acusado de participar en el atentado terrorista de la Asociación Mutual Israelita de Argentina (AMIA) en 1994, con 29 muertos y más de 200 heridos.



A raíz de esto, una parlamentaria opositora denunció el hecho, lo que tuvo como consecuencia la expulsión del citado ministro por parte de la Cancillería boliviana. Le conviene al gobierno escuchar a la oposición de vez en cuando. Lástima que la diputada parece haber sido penalizada por su osadía con un proceso abierto por la ministra Nardi Suxo…

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