Corrupción y narcotráfico empañan aniversario de la Policía Boliviana

Al celebrar 185 años de creación. Policía debe ser refundada y reestructurada de manera total, dicen analistas.

image Hoy se realiza la Parada Policial con la presencia del presidente Evo Morales, quien encabezará los actos en la avenida Juan Pablo II de El Alto.

El Diario



Corrupción y narcotráfico empañan aniversario policial

La Policía boliviana requiere de inmediato una verdadera refundación, según el analista político Jimmy Ortiz.

La Policía boliviana, al celebrar su 185 aniversario de creación, se encuentra empañada por casos de corrupción y narcotráfico, por lo que el analista político Jimmy Ortiz sostuvo que esta institución requiere de inmediato una verdadera refundación.

Durante esta primera mitad de gestión, tres comandantes generales prometieron acabar con el estigma de la corrupción, pero no lograron su cometido. El caso del “narcogeneral”, extorsión a comunarios, placas clonadas y apropiación de vehículos robados en el exterior complicaron a la institución verde olivo en lo que va del año.

El analista manifestó que la institución del orden en los últimos meses decayó bastante en su popularidad, por lo que dijo que es necesario primeramente depurar cuanto sea posible sus cuadros y sobre la base de ellos emprender la nueva reestructuración y una buena selección del nuevo personal.

Policía debe ser refundada y reestructurada de manera total

Para el analista, la Policía se encuentra manchada en medio de la corrupción y narcotráfico.

El analista político, Jimy Ortiz, sostuvo que la Policía boliviana debe ser reestructurada y depurada de manera total, empezando por sus cuadros y sobre la base de la selección del nuevo personal sugiere que se debe emprender la nueva refundación de la institución del orden.

“La Policía se encuentra manchada en medio de la corrupción y narcotráfico y requiere de inmediato una verdadera refundación. Es necesario primeramente depurar cuanto sea posible sus cuadros y sobre la base de ellos emprender la nueva reestructuración y una buena selección del nuevo personal”, señaló Ortiz.

Para el analista, la Policía en los últimos meses decayó bastante en su popularidad, siendo una de las instituciones más desprestigiadas, según las encuestas de opinión. “En el Estado Plurinacional esto se ha desmejorado significativamente, su fusión con el poder de turno no ha sido una buena compañía. En el último período del presidente Morales la cadena de coca, cocaína y la corrupción empezó a aumentar, asimismo trae aparejado al narcotráfico, que le pegó fuertemente a este Gobierno. No es fácil resistir al dinero del narco”, expresó.

Asimismo, indicó que la aparición del narco general Sanabria ha sido su punto más emblemático, pero lógicamente no todos los policías son corruptos. Por ello aseguró que sin lugar a dudas existe gente buena entre nuestros policías. “Lo que es corrupto es la mentalidad policial y ésta ya ha permeado a una buena parte de la institución, como se ve a las claras. Ya es hora de que se tome en serio la restructuración de la Policía, pero con una voluntad política real, no con populismos, la Policía requiere una cirugía mayor”, señaló Ortiz.

La Policía es una institución vital para cualquier país del mundo, puesto que es la última barrera de la sociedad civilizada, por tanto indicó que deben existir policías y generales provenientes de diferentes regiones del país. “La composición étnica y cultural del país también debe estar representada en la Policía, es necesario profesionalizar a nuestros policías mejorando sus academias y dándoles un nivel universitario. Es necesario pagarles buenos sueldos, acordes a los riesgos a los que incurren y para no exponerlos a la corrupción”, dijo.

El analista también señaló que los policías infractores de las normativas deben tener penas judiciales mayores que la de los ciudadanos comunes y enfatizó en la necesidad de crear una institución del orden independiente. “Los policías deben estar controlados por una oficina de asuntos internos que dependa de otro poder”, concluyó Ortiz.