Bolivia quedó al margen de la Convención antidroga de la ONU

Proceso. Hasta que los países definan si la aceptan con la defensa del acullicu. Ahora el organismo debe responder, en un plazo de hasta un año, la petición de una nueva adhesión con la reserva sobre la masticación de la hoja de coca.

image El Gobierno defiende la producción legal de coca en Bolivia. Alcaldía Chulumani.

EFE, ANSA Y ABI/ La Paz (Página Siete)



Bolivia quedó fuera a partir de ayer de la Convención antidroga de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y esperará a que -en un plazo que puede durar hasta un año- el organismo responda a su petición de una nueva adhesión con la reserva presentada sobre la prohibición de la masticación de la hoja de coca.

“El 29 de diciembre de 2011, el señor presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, envió formalmente al secretario general de Naciones Unidas la adhesión de Bolivia a la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 a partir del 1 de enero de 2012 y, al mismo tiempo, puso en consideración de la comunidad internacional una reserva con respecto al uso cultural y medicinal de la hoja de coca”, reseña una nota oficial a la que tuvo acceso la agencia gubernamental ABI.

La nota de “adhesión con reserva” dice que la prohibición de mascar hoja que impone la Convención “es incompatible con la Constitución de Bolivia, que la califica patrimonio cultural”.

Bolivia denunció en junio de 2011 la Convención a fin de volver a adherirse con una reserva que permita el uso lícito en territorio nacional de la hoja en su estado natural y con fines tradicionales, culturales y medicinales. Según la carta de Morales, la prohibición de masticar hoja de coca “vulnera los derechos indígenas y culturales reconocidos en la Constitución, así como en diversos acuerdos internacionales sobre derechos humanos”.

El análisis de la reserva planteada por Morales tomará tiempo y debe ser considerada por los 191 países miembros de la Convención antidroga, que tienen un plazo de un año para pronunciarse sobre el asunto, según han explicado fuentes de Naciones Unidas. Si un tercio (63) de las naciones se pronuncia en contra de la petición, Bolivia no será readmitida en la Convención.

En una anterior oportunidad, Bolivia presentó una propuesta de enmienda para modificar el texto de la Convención, pero se encontró con la objeción de 17 países. El Gobierno boliviano está confiado en que esta vez no tendrá obstáculos porque, según dijo el viernes el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, no afecta la integridad del acuerdo y se seguirá cumpliendo con la lucha antidrogas.

Gobierno pide nueva adhesión a la Convención de Viena de 1961

Exige que el masticado de la hoja de coca sea abolido.

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Reunión. Misión de la JIFE se reunió con el presidente Evo Morales. Foto: ABI

La Razón / Iván Paredes / La Paz

El Gobierno pidió una nueva adhesión a la Convención de Viena de 1961, instancia que penaliza el masticado de la hoja de coca.

El presidente Evo Morales envió una nota donde explica que en Bolivia el acullico es considerado una costumbre tradicional.

Un reporte de la agencia estatal ABI detalla que el Mandatario envió el 29 de diciembre una nota al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la que pide la “adhesión de Bolivia a la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 a partir del 1 de enero de 2012 y, a la vez, puso en consideración de la comunidad internacional una reserva con respecto al uso cultural y medicinal de la hoja de coca”.

El documento firmado por Morales explica que el requisito sobre “la masticación de la hoja de coca debe ser abolida” y justifica que es incompatible con la Constitución Política del Estado, que establece la hoja de coca como un patrimonio cultural y considera que en su estado natural no es un estupefaciente.

La Convención sobre Estupefacientes de 1961 da un plazo de 25 años para acabar con el acullico y sostiene que la hoja de coca es un estupefaciente.

En junio de 2011 Bolivia denunció la Convención de Viena de 1961 porque penaliza el acullico, sin embargo, al presentar la nueva adhesión anula la denuncia. La reincorporación de Bolivia se hizo efectiva ayer.

El Gobierno de Morales emprendió una campaña internacional para lograr que la ONU retire el veto a los usos tradicionales de la hoja de coca.

La planta es masticada en su estado natural en varias regiones de Bolivia. Incluso es considera como un reconstituyente y es utilizada para usos medicinales.

Según cálculos de la ONU, en Bolivia hay 31 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca, de las cuales 12 mil son legales y están destinadas a usos tradicionales. El resto es desviado a la cocaína.

El Mandatario informó el 15 de diciembre que convenció a algunos de los miembros de la misión de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) que visitó Bolivia para tratar el tema de la denuncia.