Parlamento teledirigido

evo delgado A tiempo de salir de su reunión con Evo Morales, la flamante presidenta de la Cámara de Diputados, Rebecca Delgado, informó que recibió del primer mandatario las “directrices de trabajo” en base a las cuales se harán las designaciones en las comisiones y comités del Órgano Legislativo.

Así, sin ruborizarse, la titular de la Cámara Baja ha dado la enésima confirmación de que en la Bolivia del MAS ya no queda ni un resquicio de la división de poderes inherente a todo sistema democrático-republicano.

Mientras en el Congreso existió un Senado en manos opositoras (periodo 2006-2009), el gobierno practicó el cerco violento por las tropas de choque oficialistas, así como la habilitación irregular de suplentes colaboracionistas.



Y una vez construidos los 2/3 masistas en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en elecciones deformadas por el abuso del aparato público y la judicialización de contrincantes, la omnímoda bancada gobiernista se convirtió en una mera caja de resonancias de los proyectos prefabricados en el Órgano Ejecutivo, aprobados en sesiones ultra-veloces por parlamentarios popularmente conocidos como “levantamanos”.

Lo cierto es que el asunto ya pintaba mal con la redacción de la nueva Constitución, donde se sustituyó a los tradicionales poderes por simples “órganos”, rebajando de manera implícita su dignidad y jerarquía.

Cada vez más cerca de la monarquía electiva (al punto de ser coronado en Tiahuanaco como una suerte de emperador incaico), Evo Morales no ha vacilado en degradar a su propia bancada parlamentaria, como cuando dijo que el “Encuentro Plurinacional” de Cochabamba era “la verdadera Asamblea”, reservando para los legisladores el único rol de aplicar lo previamente determinado en la Casa Campestre.

Ahora, la rebelión de los diputados indígenas, detonada por la brutal represión en Yucumo y la intención de reincidir en la carretera por el TIPNIS, representa un nuevo desafío para el poder cocalero, que ya no contaría con los 2/3 en el Legislativo.

Aparecen las primeras fisuras en el parlamento teledirigido

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