Venezolanas se unen en reclamos por los implantes PIP

Cientos de mujeres presentarán una demanda judicial por los implantes mamarios defectuosos.

Los implantes mamarios defectuosos de la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP) siguen generando preocupación en las venezolanas y más de 900 de ellas se unieron en Facebook de cara a una demanda judicial que prevén presentar esta semana.

En un país donde cada hora cuatro mujeres se operan los senos y donde estas prótesis eran frecuentemente utilizadas, algunas personas crerron el grupo clic Afectadas por prótesis mamarias PIP Venezuela en la red social.

Allí se organizan, recopilan datos, comparten consejos y temores y algunas de ellas preparan una petición judicial contra la firma francesa y sus distribuidores y comercializadores del producto en Venezuela.



Estas son las historias de algunas de las mujeres afectadas en Venezuela:

Thailys Freites: «Mi reacción fue de pánico»

«Me operé en 2008. Al poco tiempo comencé a tener un dolor que llegaba hasta el hombro y la espalda, me hice un eco y las prótesis salieron bien, cuando hablé con el médico se pensó que podría ser muscular. De manera que pensando que es muscular, no le habia dado exagerada importancia, solo que debería revisarme periódicamente.

Me enteré del problema de los implantes porque una amiga me comentó el 27 de diciembre sobre el escándalo de las protésis francesas que salía en la prensa, al llegar a casa busqué mis certificados y en efecto eran las PIP.

Mi reacción fue de pánico, ironía (ir a operarme a Venezuela pensando que iba a ser lo mejor) ironía de pensar que me queria poner las Mentor y por recomendación del médico me puse las PIP, susto de pensar que el dolor se deba a efectos de la prótesis, angustia de pensar que no tengo el dinero para sacármelas de inmediato…

Mañana (miércoles) sabré si estan rotas o no. Pienso sacármelas y no reemplazarlas, de manera que necesito conseguir un buen cirujano plástico que sepa hacer reconstrucciones.

La idea de crear el grupo surgió al entrar en la red y darme cuenta lo unidas que ya estaban en España y Argentina y no había nada en Venezuela. Abrí el grupo para dar información, buscar soluciones y brindar apoyo.

Con la demanda se espera la indemnización para las víctimas que va desde la operación, reemplazo, recontrucción como en mi caso, y los gastos médicos de las afectadas.

Mi recomendación es no caer presa del pánico y la desesperación, hacerse el eco o la resonancia y acudir al médico, aún debemos confiar y ponernos en sus manos».

Thailys Freites tiene 40 años. Vive en Sudáfrica.

Nakary Fleming: «Fue traumático»

«Me operé en 2005, se decía que eran los implantes más seguros, que eran irrompibles. Fue lo que me recomendó el médico cirujano. A los dos, tres meses comencé a tener problemas con las prótesis. Se empezaron a deformar, tuve afectaciones en la piel.

El médico me decía que se debía a mi piel que tenía poco colágeno y decidí irme con otro médico.

El cirujano me recomendó que me hiciera una extracción. Esperé un año y medio para operarme para juntar el dinero.

No me volvería a hacer una operación de este tipo, fue traumático. Me sacaron una glándula de la axila, no me cicatrizaba, tenía secreciones y mucho dolor.

No sabía de los problemas con estos implantes. Estaba de vacaciones en París y vi la marca PIP en la televisión, grabé el noticiero con el celular y pedí en la recepción del hotel que me tradujeran la información.

En ese momento me entró la angustia, ahí entendí por qué pasé dos años con aquél problema.

Volví a Venezuela, llamé a amigas y me uní al grupo. Lo fundamental es que se hagan su chequeo.

La solución que da el gobierno no es conveniente para muchas mujeres. ¿Cómo quedan estas mujeres? ¿Deformadas? Esto es un problema de salud pública porque fue el gobierno el que autorizó el ingreso de los implantes».

Nakary Fleming tiene 32 años. Es abogada y vive en Lechería, estado Anzoátegui.

Pollyana Guedez: «Me alarmé»

Me operé cuatro años atrás y me alarmé cuando me enteré de la noticia y empezaron a correr los rumores.

Me llamaron incluso para decirme que las prótesis estaban produciendo cáncer en otras partes del cuerpo.

He estado en contacto con mi cirujano plástico. Y mi decision es que me las voy a cambiar por tranquilidad, sin mucha urgencia. No sabemos en qué momento puede ocurrir un evento inesperado.

La semana que viene voy a consulta».

Pollyana Guedez tiene 45 años. Vive en Caracas.

Rita de Martino se quitó los implantes defectuosos en abril.

Rita de Martino: «Alguien debe hacerse responsable»

«Me operé en 2004. Nunca sentí ningún síntoma ni noté algo anormal. En febrero de 2011 me hice una ecografía mamaria de rutina y se dan cuenta de que la prótesis izquierda estaba completamente destrozada.

Acudí al cirujano, me hicieron exámenes para determinar qué tan profundo era el daño y para saber si el silicon se había filtrado. Sí, se había filtrado a los tejidos lo que me había generado nódulos.

En abril me quite los implantes y en agosto me volví a operar.

Por curiosidad de qué podría ocasionar el silicon en contacto con la piel busqué en internet, vi que las tasas de ruptura en Francia y España eran más altas de lo normal.

Me invadió el miedo, inmediatamente se lo comenté al médico, intenté por todos los medios acudir a organismos públicos y no conseguí ninguna respuesta satisfactoria.

Me sentí estafada por el producto.

Inicié un expediente para presentar una demanda en las próximas semanas…

Alguien debe hacerse responsable por estos casos, no puede ser que no se haga justicia».

Rita de Martino tiene 27 años. Es periodista y vive en Caracas.

Fuente: bbc