El satélite boliviano Túpac Katari está listo, pero sin utilidad

A semanas del lanzamiento al espacio. Para unos falta desarrollar programas; en tanto, para el Gobierno es toda una maravilla tecnológica en beneficio del área rural.

El satélite Túpac Katari está listo, pero sin utilidad

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EL DÍA



Ref. Fotografia: Instalaciones. En la estación terrena de La Guardia, la misión técnica China agiliza los trabajos paralelo a las obras civiles.

Mientras los técnicos y científicos chinos maximizan el tiempo para la instalación de equipos en las dos estaciones terrenas (la primera en La Paz y otra en Santa Cruz-La Guardia), trabajos previos al lanzamiento del Satélite Túpac Katari en el país, el Gobierno aún no tiene desarrollado los proyectos y programas colaterales referentes a la utilidad que se le vaya a dar a partir del inicio de sus operaciones, prevista a partir de marzo del 2014. “No sabemos de dónde viene, cuál es el objetivo, por qué se ha hecho una inversión tan grande, cómo se va a recuperar ese gasto en el espacio", cuestionó Roberto Laserna, economista.

Una primera apreciación. Otros entendidos en el tema dicen que el país desconoce lo básico: la “canasta de precios” y la calidad de los servicios que se ofertará tanto a nivel nacional e internacional, con el fin de recuperar en los 15 años de vida útil que tendrá el Satélite, cuya inversión es de 300 millones de dólares. "Lo que definirá el verdadero servicio del satélite será el régimen de precios que deberán adecuarse al perfil socio-económico del país. Este estudio es imperativo que ya debería estar consolidado si se desea tener ingresos de 40 millones de $us/año", dice enfáticamente José Sanabria, experto en telecomunicaciones de "Sanabria Consulting".

En los ojos del Gobierno. Hasta el momento la información del Ejecutivo y la Agencia Boliviana Espacial (ABE) se reduce solo en anuncios y detalles sobre el día del lanzamiento del Satélite desde el Centro Espacial de Xichang  (China), el próximo 20 de diciembre a las 13:00.

En el aprovechamiento de los servicios, solo se refleja con insistencia el alcance social del proyecto con beneficios directos en las áreas rurales en temas de telefonía e internet. Por lo demás, se encuentran los anuncios como ser la instalación de “telecentros” rurales y el desarrollo de programas  y contenidos como la “telemedicina” y “teleeducación”. ¿Cuánto se ha avanzado o desarrollado?, aún es un misterio.

"A través de la telemedicina se podrán transmitir y recibir radiografías, ultrasonidos, resonancias magnéticas, mamografías, etc., de personas que se encuentran en poblaciones muy alejadas, o en comunidades indígenas", dice un informe del gobierno de los servicios y bondades que podría permitir el Satélite Túpac Katari. Pero no precisa si todos esos propósitos se han desarrollado. "Nosotros estamos previendo aprovechar el Satélite con la educación a distancia, además, desarrollaremos la creación de un canal de televisión y finalmente los telecentros educativos para las áreas rurales. Estamos trabajando en todo esto, esperamos definir hasta fines de noviembre", complementó, Noel Aguirre, viceministro de Educación.

Una mirada crítica. Para los expertos en el tema dicho proyecto solo ha sido reflejado por el actual Gobierno de manera muy política y coyuntural, basada en los 300 millones de dólares de inversión y haciendo notar la relevancia de un hito que ya otros países vienen desarrollando hace muchos años.

"La ingeniería la están haciendo los chinos, lo que nos corresponde es hacer “economía” con esa tecnología que no es nuestra. Economía que deberá ser compatible con la ingeniería financiera, con un adecuado régimen de precios que, hasta ahora era desconocido, podrán sustentar esos números “preelectorales”, replica Sanabria.

En el mismo tono, el físico Francesco Zaratti, al hacer mención a que aún no era urgente una inversión tan millonaria, puntualizó que tomará tiempo recuperar el costo y los beneficios. "Es un proceso lento, donde hay tiempos tecnológicos (antenas y receptores de señal en cada pueblo), tiempos económicos (costos por llegar al campo) y tiempos educativos (habrá que desarrollar contenidos propios, ojalá no electoralistas o partidistas)", explicó.

Visiones concurrentes. Para el comunicador social, Max Tórrez, es un misterio la información sobre el uso y la venta de servicios que la Agencia Boliviana Espacial (ABE), responsable de la administración, le dará al Satélite. "No sabemos qué políticas van a emprender con los operadores que utilizan los servicios satelitales de otros países. Claro está, como dicen los responsables del proyecto, el mayor uso que le van a dar son las empresas estatales, beneficiando a las áreas rurales, pero ¿qué de las empresas privadas si se pretende recuperar la millonaria inversión de 300 millones de dólares?", cuestionó.

Tórrez, puntualizó que el Satélite será lanzado sin haber logrado la instalación de terminales de internet, redes de telefonía y la instalación de telecentros, cuya infraestructura “hormiga” debió tener todo listo. "Para eso se necesita todo un despliegue de tecnología que el actual Gobierno no ha desarrollado. Y de paso, este Gobierno ha hecho el ofrecimiento de telemedicina y teleeducación, todo eso no nace por generación espontánea. Este es un proceso que implica capacitación, tampoco hay docentes y menos los contenidos", enfatizó.

La calidad y la canasta de precios. Sanabria apuntó que toda inversión de esta naturaleza tecnológica debe estar guiada por la calidad del servicio y la oferta de una “canasta de precios” si se busca no solo el beneficio a la población, sino la competitividad del mismo, si se quiere explotar eficientemente las bondades de la tecnología. "La información financiera y las canastas de precios deben estar disponibles para todo el público en la página Web de la citada agencia ABE (que en definitiva administrará telecomunicaciones satelitales y no el espacio)”, apuntó. 

Al mismo tiempo, el experto observa que generalmente de lo que se habla es del sistema financiero del Satélite, lo que Bolivia necesita tener claro un régimen de tope de precios. Actualmente se lo sigue utilizando uno que proviene desde la época de la capitalización.

"El Gobierno ya debería tener la canasta de precios basada en la calidad de servicios. Si el Estado presenta esa canasta de servicios, entonces sabremos a qué atenernos y tendremos clara la figura sobre el tipo de Satélite que tiene el país, dado que en Latinoamérica. Cualquier operador satelital el mundo debe ofrecer primero su canasta de precios. El resto son solo discurso y cháchara electoral", remarcó Sanabria.

Desde otra perspectiva. Para el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), la implementación de nuevas tecnologías conlleva mucho beneficio para el comercio exterior: hace más competitivas a los agentes económicos ligados a la exportación, la importación, transporte y logística. En ese contexto esperan que su aprovechamiento sea realmente “democrático”.

"Actualmente estamos en un 85%  de avance en las obras civiles, instalación de las antenas y equipos de control y monitoreo del Satélite Túpac Katari.

Los técnicos chinos están realizando pruebas de control de todo el equipamiento”.

Boris Arevey

Director Regional de Abe

"Todo está en marcha, se prevé agilizar los trabajos. En este momento en China se está realizando las pruebas.  Respecto a las dos estaciones terrenas estamos realizando toda la instalación de equipos. Y en marzo del 2014 se harán las pruebas”.

Jeanette Jiménez

Coordinadora Técnica de  Abe

Apuntes

Los pormenores  del satélite ‘Túpac Katari’

Lo técnico.  Según la ABE, el Satélite tendrá una capacidad instalada de 30 transpondedores, con un total de 1232 MHZ de capacidad, tiene haces con cobertura nacional (Bolivia), regional (zona andina, Paraguay y Uruguay) y subcontinental (Sudamérica), comparativamente es un satélite grande, aunque existen satélites tamaño Jumbo con capacidad significativamente mayor.

Conectividad. Según el Ministerio de Educación, el objetivo será brindar conectividad a internet y telefonía satelital a unidades educativas, universidades pedagógicas, centros de educación técnica y tecnológica, universidades indígenas, centros de educación alternativa y especial, principalmente de áreas rurales y dispersas donde ningún operador de telecomunicaciones llega.

Becarios. No se sabe con certeza, si los 68 profesionales capacitados se harán cargo de la administración y el manejo del Satélite. Hasta el momento solo la expedición China viene desarrollando los trabajos de instalación, equipamiento y las pruebas tanto en las dos estaciones terrenas. Es más, ninguno de los becarios que fueron a China logró conocer de cerca ( en físico ) cómo fue construido el Satélite.

Una historia de 360 días para ser parte de un proyecto espacial

Alberto Óscar Troiano Landívar. Ingeniero de sistemas

‘A nivel profesional fue inolvidable’

Experiencia. Nacido en Argentina, de padres bolivianos, señala que ha sido un reto muy grande. "Estuvimos un año que a nivel profesional fue una experiencia inolvidable. Para mí es un orgullo personal muy grande formar parte de un proyecto pionero, al que el país apostó. Como todo, estamos empezando frente a países como Estados Unidos, Francia que llevan más de 50 años”.

Vivencia. Para Iván Rodríguez, nacido en Cochabamba, ingeniero con estudios en la UPSA espera aportar en la parte de diseño satelital. "Es un reto grande tanto para nosotros como para el país. En lo personal fue un año intenso. El hecho de haber conocido gente con tanta experiencia y conocimiento fue fundamental. Entonces eso nos exige como país abrirnos más hacia afuera”.

Punto de vista

Francesco Zaratti

Físico y experto en telecomunicaciones

"Se trata de un camino largo, costoso e incierto’

“La próxima puesta en órbita del Satélite boliviano de telecomunicaciones, más allá del uso electoralista y propagandista que le dará Evo Morales, es un comienzo de un programa que representa toda una apuesta tecnológica y comercial.

Si bien no había necesidad de emprender ese proyecto (hay abundantes satélites comerciales para prestar servicios de telecomunicación), con su operación se trata de buscar independencia y, posiblemente, abaratamiento de costos de las telecomunicaciones, a imitación de lo que ya han hecho varios países de la región.

Por tanto, se trata de un emprendimiento comercial pero con una visión social. En efecto,  la justificación del millonario costo del Satélite reside, según el Gobierno, en el servicio que prestará al área rural. Sin embargo, se trata de un camino largo, costoso e incierto, pero necesario si se quiere integrar el país no solo con telefonía, sino con televisión y particularmente televisión educativa.

El desafío inicial será vender los servicios no solo a Entel, que sin duda utilizará exclusivamente el Satélite, sino a otras empresas nacionales de comunicaciones y compañías privadas (mineras, petroleras, agroindustriales, etc.).

De todos modos, el usuario principal será, al comienzo, la población urbana, que es la que más usa y paga por esos servicios, para que luego se beneficie  el área rural.

Sin embargo, percibo que una verdadera autonomía financiera se alcanzará solo si se logra vender servicios fuera del país, debido a que el área de influencia del Satélite abarca a casi toda América Latina. Para eso habrá que ser competitivos en calidad y precios y de nada servirá un monopolio interno o condicionamientos políticos que eludan ese desafío de eficiencia.

Un beneficio adicional del proyecto es la formación de profesionales bolivianos, a quienes habrá que cuidar y seguir capacitando”.