Guísela Santa Cruz: “Estoy feliz cantando, cosechando los éxitos de lo que he ido sembrando”

Guísela Santa Cruz ofrecerá dos conciertos en la ciudad de La Paz, los días 14 y 15 de noviembre en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, con un variado repertorio folklórico del oriente del país que incluye temas de su reciente disco titulado Niña Camba que se distribuirá en el mercado nacional.

Guísela conversó con Oxígeno y además de contar sobre sus planes inmediatos, habló un poco más en intimidad sobre cómo le costó iniciar su carrera musical  de la cual asegura que “ahora estoy feliz trabajando, cantando y disfrutando, ya cosechando los éxitos de lo que he ido sembrando hace 22 años de carrera”.



Guísela Santa Cruz Salazar recuerda que desde que tiene uso de razón le gustó la música y principalmente el canto, pese a que a sus padres rechazaban que tuviera esa afición. Le prohibían escuchar la radio, pero cuando ellos salían ella disfrutaba del canto de Gladys Moreno con quien al principio de su carrera la comparaban continuamente y de lo que se siente orgullosa.

“Me honra (que me comparen) con esa hermosa voz, espectacular artista, para mí la mejor, es un orgullo que te puedan decir que sos la sucesora de doña Gladys, me encanta. Todo artista tiene un estereotipo en la cabeza, todos comenzamos imitando a alguien, no por el hecho de ser iguales, nos gusta el color de voz, matices, yo tenía unos 5 o 6 años y lo único que escuchaba a Gladys Moreno, porque mis padres  eran evangélicos y era prohibido escuchar música.

Mi padre se iba y solo escuchábamos radio AM ni siquiera FM teníamos y se escuchaba taquiraris en ese tiempo, ahora se escucha de todo, ahí yo aprendí las canciones y los matices que tenía y me encantaba, me transportaba. No tenía televisión y me fascinaba lo que hacía ella”, recuerda con nostalgia.

Si la influencia de la boliviana Gladys Moreno, la marcó, la voz de Marisela, una cantante mexicana también le dio un impulso para encontrar su propio estilo, porque según Guísela “he sido una mezcla de ambas”.

A la muerte de su padre Alfredo Santa Cruz, Guísela tenía 15 años, entonces sin mayor impedimento que el de su mamá Eva Salazar que tampoco estaba de acuerdo, continuó con su carrera que a la larga se convirtió en su modo de vida y trabajo que le dio sustento.

“Yo vivo de la música, salí bachiller a los 16 años de Bellas Artes y me formé integralmente en baile, canto, algo de música y teatro, entonces ahí me formé, fue la base para que yo pueda tener mejor dicción, afinación, de la técnica vocal. Luego entré a la Universidad y ahí decidí cantar, ya me habían hablado, porque desde los 15 ya cantaba y entré por accidente a trabajar y ganar de la música.

Quería estudiar arquitectura, no había en la estatal y como no habían los recursos todavía y mi mamá quedó sola, me dedique a cantar y aparte  por esto que es lo que más me gustaba y vivo de lo que más me gusta hacer”, advierte.

Se califica como muy trabajadora y pese a que ella cuando niña se sentía que era “chacra” (inútil) se arriesgaba y lo hacía, pero ahora con mucha convicción afirma que “lo único que he tomado en serio en mi vida ha sido la música”.

No logró ser arquitecta, pero es ingeniera comercial, carrera que la ayuda a llevar su vida artística más ordenada, pero además porque además de profesionalizarse, la Universidad la ayudó en la música.

“Entré al sistema modular, te da la oportunidad de estudiar de lleno en una sola materia y es fácil para quienes viajamos, yo agarraba mis libros en el avión o avioneta o en los viajes largos en las flotas de ida a la Argentina y estudiaba y llegaba para dar mis exámenes”, dice.

ESFUERZO Y SACRIFICIOS

Reconocida en Bolivia y en el exterior, Guísela Santa Cruz descarta cambiar de género musical, porque hizo una carrera en el folklore, pero para satisfacer algunos gustos propios y de la gente que la sigue, es que fusiona algunos ritmos y hace pequeños cambios en los temas, no en la producción de sus discos.

“Me encanta todo, la música romántica, soy muy romanticona, melódica, me gusta bailar y eso hemos hecho en este (nuevo) disco Niña Camba, tenemos alguna mezclita; la gente me dice ‘Guísela hace pues tal cosa, esta onda’ y voy dando de a poquito al público, porque cambiar de género, no lo creo”, señala.

En noviembre llega a La Paz, y el prepara los conciertos son un gran esfuerzo económico principalmente porque el costo de las entradas no cubre los gastos logísticos, pese a recibir apoyo del Gobierno Municipal de La Paz con el teatro, afiches o publicidad y en el caso del Ministerio de Culturas, con la estadía de ella y sus músicos.

“Voy a presentar un nuevo disco, una nueva producción que tiene 13 temas se llama Niña Camba, el disco lo está sacando Discolandia, yo se los licencié, porque la producción es mía, ellos tienen el derecho de venderlo al mercado para este año”, indica.

Por lo pronto no tiene planificados muchos viajes al exterior del país, porque la situación económica para los compatriotas no es de las mejores y que ante la “bonanza” que se vive en el país, no justifica “dejar la familia para ganar lo mismo”. Sin embargo, recuerda que para el 2014 le espera su público en Córdova donde retornará después de dos años.

Oxígeno