Carlos D Mesa Gisberth: “Espero que el tema marítimo no se politice”

El trabajo que realizará es ad honorem y no se considera funcionario público. El acuerdo con Evo Morales establece trabajo coordinado con la Cancillería. Su posición política no afectará su trabajo, afirmó.

imageENTREVISTA. El expresidente Carlos Mesa dijo que no cambia su punto de vista con relación al presidente Morales. Foto: APG Noticias

EL DEBER, La Paz



El expresidente Carlos Mesa esperó 24 horas para hacer conocer su posición sobre su nuevo papel en el equipo nacional que difundirá a escala internacional la demanda marítima; lo hizo ante la prensa desde su oficina en la zona sur de La Paz.

¿Cuál es el significado del cargo que le asignaron?

Se trata de una invitación que me hizo el presidente Evo Morales, que consiste en desplegar tareas determinadas que están vinculadas con la difusión internacional de la causa boliviana y que justifican por qué Bolivia presentó un juicio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La Corte es el punto de partida y de llegada de todos los objetivos de Bolivia, pero habrá una ofensiva diplomática tanto de Bolivia como de Chile en el sentido de posicionar las razones que nos están acompañando para hacer lo que estamos haciendo, y el presidente me pidió que pueda difundir, explicar y desarrollar esas ideas en la comunidad internacional, en organismos multilaterales, en foros internacionales y a nivel bilateral en los países del mundo y la región. Es una tarea que he aceptado en la medida que me parece que soy parte de una política de Estado y que puede ser una contribución a la causa mayor, que es el juicio.

¿Cómo desarrollará su trabajo?

Hemos quedado con el presidente que no soy un funcionario público, no seré designado ni habrá acto de posesión, en la medida que no soy embajador de carácter formal del Estado; estoy trabajando ad honorem y hemos quedado en hacer un trabajo coordinado con el canciller David Choquehuanca y con el embajador Eduardo Rodríguez, con el soporte logístico de Diremar. Requeriré de un apoyo de dos o tres funcionarios que trabajen para la organización de los viajes, la agenda y la preparación de documentos, y es ahí donde habrá respaldo del Estado y probablemente habrá funcionarios que reciban un salario o que sean parte de Diremar.

¿Cuáles son sus argumentos para la búsqueda de justicia por una salida al mar?

De lo que hablamos es de un compromiso unilateral, voluntario que Chile hizo varias veces en  más de 100 años. Por primera vez en 1895 cuando Bolivia reconoció que Chile había tomado los territorios que usurpó en la Guerra del Pacífico, pero Chile reconoció que Bolivia requería de un acceso libre y soberano al océano Pacífico y se comprometía a dárselo y desde entonces es una constante que tiene su punto culminante en 1975; ese compromiso voluntario tomado por Chile, desde la óptica boliviana, plantea una exigencia jurídica que Bolivia demanda, es decir que el compromiso de Chile implica una obligación jurídica con Bolivia y Bolivia acude a la CIJ para decir ‘queremos que Chile cumpla esa obligación jurídica y  se siente a negociar con Bolivia’, esa es la base.

Usted tiene una figura de crítico hacia el presidente Morales, ¿esa posición cambia?

Mis convicciones personales no cambian, como no van a cambiar mis puntos de vista, pero quiero establecer algo con claridad: quiero destacar una actitud que me parece elogiable del presidente que está asumiendo este tema como una política de Estado y la prueba de que es una política de Estado está en la reunión que sostuvo con los nueve gobernadores, la reunión con los jefes políticos, la reunión con expresidentes y excancilleres; y mi expectativa, mi voluntad personal, y estoy seguro de que el tema del mar no se politice, que no se utilice el tema del mar ni desde el Gobierno ni de la oposición como tema de campaña, esa es mi impresión, creo que el país está demostrando una gran madurez, tenemos que entender que es un asunto de Estado y este es un tema de Estado en el que mi compromiso es absoluto e inequívoco.