Papás de Michel se querellan y se sienten abusados por medios

La Paz. Hace ocho días murió la niña de 10 años en su bus escolar. Los esposos Azurduy Guerra presentarán una querella contra el chofer y el colegio Domingo Savio. Piden ayuda para hallar una unidad educativa para su otra hija.

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Foto Álvaro Valero / Página Siete. Los esposos Azurduy Guerra, en una charla con Página Siete.



Página Siete / La Paz

A los ocho días de la muerte de la niña Michel Azurduy Guerra, en un accidente en una góndola  del  Domingo Savio, sus padres se querellan contra el colegio y el chofer del bus y se declararon  indignados por la forma  cómo  los medios manejaron  la tragedia.

"Después del accidente, no entendía, no averigüé, ni pregunté lo que había pasado, porque entré en  shock. Era mi hija, mi adoración”, dijo a Página Siete  la madre de Michel,  Aleida Guerra.

"Ya después reaccioné,  pregunté y hablé. Ahora me siento indignada, porque vi en noticias que habían filmado a mi hija. Jamás hemos autorizado (como padres) ni hemos permitido que nadie  la vea, pero resulta que incluso después de que la vestimos en el hospital para cremarla fue fotografiada. Siento que fuimos abusados”, afirmó doña Aleida.

El padre de la pequeña, Iván Azurduy,  recordó  que la foto que se publicó en algunos periódicos fue sacada sin  su consentimiento. "Siento que usaron esa foto por  morbo, por más que le hayan tapado el rostro, nosotros sabemos que era ella”.

Hace una semana, los medios de comunicación televisivos, radiales e impresos informaron que Michel había muerto en el hospital Los Pinos, tras sacar su cabeza por la ventana de su bus escolar y sufrir un fuerte golpe contra un árbol, cuando el motorizado partía de la puerta de su unidad educativa.

"Muchos padres dijeron que mi hija era maleducada y traviesa. ¡Por Dios! ¡Era una niña de 10 años! Michel sacó la cabeza porque  estaba llamando a su hermana, tenía miedo de que el bus la dejara”, relató su padre.

Explicó que minutos antes del incidente,  su hija mayor -Carol, de 13 años- y Michel subieron al bus, pero Carol bajó porque Michel pidió que le comprase un helado. Luego, el chofer ingresó al bus, encendió el motor y la niña se asustó: "Dice que pidió que no partiera, pero el chofer no le hizo caso, por eso sacó la cabeza para gritar y llamar a su hermana. Y ocurrió el hecho”.

Con la voz quebrada  al relatar lo sucedido aquel fatídico día, Aleida recalcó que Carol vio el accidente. Y en ese momento ningún padre de familia o personal de colegio la socorrió.

Dijo que su hija mayor se prestó el teléfono del colegio para llamarla. "Ella gritaba y no le entendía, sólo decía: ‘Está sangrando por la boca, los ojos, los oídos y la nariz’. Le pedí que me comunicara con un adulto y  me pasó con el portero. Ni el director del colegio… nadie me habló”.

En ese momento,  Aleida fue al colegio, donde aún permanecía Carol. La recogió y fueron juntas al hospital. "Estaba temblando y a punto de desmayarme, pero manejaba el auto y rezaba a Dios que no pasara nada porque estaba con mi otra hija”,  recordó la madre. Fue ella quien buscó al padre del colegio para que le diera los santos óleos a Michel.

Los progenitores rechazan las desatinadas opiniones   de un dirigente de padres de familia, en el programa Que No Me pierda. "¿Qué padre le puede decir a su hijo que saque la cabeza del auto a su hijo?”.  Explicaron que tomaron el servicio de las góndolas porque ambos trabajan.

"Lamentablemente, una falla humana le ha quitado la vida a mi hija, una negligencia de parte del colegio y del chofer”, resaltó  Iván. Por ello, anunció que presentarán una querella en la Fiscalía y se convertirán en parte para que se investigue  el hecho.

La madre lamenta  que los padres del establecimiento no se pusieran en ningún momento en su lugar. "No puede ser que pidan colaboración para ayudar al chofer, cuando deberían velar por sus hijos y pedir mayores medidas de seguridad”.

Buscan otro colegio para su hija mayor

Los esposos Iván Azurduy y Aleida Guerra pidieron a las autoridades educativas ayuda para conseguir otro colegio en el que pueda seguir  estudios su hija mayor, Carol. Aseguran que la niña de 13 años no volverá al mismo establecimiento.

"Mi hija no puede estar en ese colegio por muchos motivos, pues puede sufrir desde bullying, por mala información de padres, hasta el trauma de pasar por esa calle y recordar esas escenas”, resaltó Aleida Guerra tras contar que ahora  la familia está en terapia psicológica y familiar.

Contó que algunos compañeros del colegio, mal informados, en el velorio ya  acusaron a Carol de que el accidente de su hermana  fue por su causa.

  Denunció que en el momento del incidente, a Michel le robaron su tableta, que tenía fotos de la pequeña. "Pedí  que me ayuden a buscarla y me dijeron: ‘Es que a veces roban en lugar de ayudar’. No es posible, mi hija no estaba en un minibús”.

Ahora los padres están en busca de otro establecimiento educativo; sin embargo, no hallan  ninguno que tenga cupo.

"Ni en eso nos han colaborado  las autoridades. No hay colegio que me quiera dar un cupo para mi hija”, añadió la progenitora luego de agradecer a la Defensoría Municipal, que fue una de las únicas instituciones -dijo- que se acercaron  para apoyarlos.

"Ni las condolencias nos dieron en el colegio. Para ellos no pasó nada”, aseguró.