Raúl Peñaranda: “Me dijeron que debería enviarle flores a la ministra”

La obra de Raúl Peñaranda, un volumen de más de 200 páginas, ya vendió más de 1.500 ejemplares en solo una semana. El Gobierno de Evo Morales le resta crédito. El autor sostiene que el Ejecutivo ha creado una red de medios privados paraestatales funcionales a la línea política oficialista.

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Peñaranda afirma en su libro que hay medios manejados por el Gobierno. Foto: Jorge Gutiérrez, El Deber.



EL DEBER

Lejos de haberlo perjudicado, Raúl Peñaranda considera que lo dicho por la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, que denunció una ofensiva de sectores conservadores chilenos contra de los intereses del país, so terminó siendo una ayuda para vender su libro, Control Remoto. Según el exdirector del diario Página Siete, eso despertó mayor interés en el público por saber el contenido del mismo. ¿Le sorprende la aceptación de su libro?

Yo veo que la gente ha tomado este libro como una forma de demandar una sociedad más tolerante, ha sido una acción ciudadana de pedir a las autoridades un estilo de gobernar que sea más democrático, la gente tiene un sentimiento donde ve mucho autoritarismo.

¿Cuántos fueron los ejemplares que se imprimieron?

Hasta ahora se han impreso 1.500 ejemplares, pero estamos pensando en imprimir un nuevo lote, también de mil. El libro cuesta Bs 60 y tiene 200 páginas, en donde también he colocado anexos con documentación.

¿Esperaba que su publicación sea un éxito ?

Pensaba que podía ser exitoso, pero no me imaginé a este grado. Sabía que era una publicación que incomodaba al Gobierno, pero tampoco me daba cuenta de que era tanto este sentimiento como para salir en conferencia de prensa y mostrar la fotocopia de un pasaporte; creo que esta actitud del Gobierno obviamente ha hecho aumentar la venta, no sé cuántos libros hubiera vendido sin esta ayuda.

El Gobierno, ¿es responsable del éxito de su libro?

Alguien me dijo, durante la presentación en La Paz, que debería mandarle flores a la ministra Amanda Dávila para agradecerle, porque ella es la persona que ha logrado que el libro tenga tanto éxito; querían anular un libro y más bien han generado mayor interés en el público.

¿Fue una buena publicidad?

Aunque el ataque haya tenido la vileza de la xenofobia y la mentira, le han hecho un gran favor al libro, pues han causado que mucha gente sienta curiosidad y quiera saber sobre su contenido. Francamente, es triste ver a un Gobierno que se dice defensor de los derechos humanos y que lo primero que hace es sacar un pasaporte de los años 80 como si eso fuera un delito.

¿Usted espera más reacciones de parte del partido en función de Gobierno?

Yo creo que sí, se van a inventar algo más, están muy molestos, muy nerviosos que intentarán atacarme como los otros días. Yo estoy tranquilo porque he hecho mi deber, cumplí con mi responsabilidad, hice lo que tenía que hacer.

Mencionó que en su libro no se estaba revelando nada nuevo, sino que se confirmaba un rumor que ya se sabía.

Esa es la forma correcta de ponerlo, de que se confirma algo que ya todos saben, que hay una cantidad de medios de comunicación bolivianos que están bajo control del Gobierno, directamente desde la Vicepresidencia; realizan un control periodístico, por lo que el valor del libro no es revelar sino haber confirmado, haber conseguido el sustento, las pruebas para poder hacerlo.

¿Le preocupa que la ministra Dávila lo haya emplazado a que usted le inicie un proceso?

Si la ministra quisiera que yo le inicie un proceso, por algo será, y es precisamente esta situación que me hace dudar, por lo que he preferido no hacerlo; a nadie le gusta que le inicien un proceso, excepto a ella. Por lo visto, está deseosa de que esto suceda, yo no voy a entrar en ese juego.

Cumplida su agenda de presentación, ¿qué se viene para más adelante?

Seguiré con mi profesión, hace tres semanas retomé labores en el periódico Página Siete, donde edito un suplemento llamado Aldea Global.