Según experto, el término “fascismo” es usado de manera incorrecta

revista-storia-illustrata Después de la controversia generada por el uso del término “fascismo”, el académico Alberto Mansueti explica en base a la teoría política el concepto de esta categoría comúnmente asociada a la “extrema derecha”, pero que en realidad tiene raíces y alcance en el socialismo.

La palabra “fascismo” deriva de “fascio”, que en latín e italiano significa “haz”, por el haz de cañas amarradas con una correa de cuero, que en la antigua Roma era símbolo de autoridad. Para Benito Mussolini el “fascio” representaba la unión, un símbolo colectivista típico de las ideas socialistas anti-individualistas, que atribuyen características antropomorfas a una entidad colectiva supraindividual, según el socialismo sea de la nación, (Italia, Mussolini), de la raza (aria, Hitler), o de la clase social (proletariado, Lenin).

Al comenzar la Primera Guerra en 1914, Mussolini era el Director del periódico “Avanti”, órgano del Partido Socialista, cuya posición oficial era la de mantener neutral el país, contra la opinión de Mussolini, quien resultó por ello expulsado, y fundó, con un grupo del ala radical, aquellos Fasci di Combatimento, retomando ese histórico término. Los Fasci se ubicaron en el arco político a la izquierda de sus antiguos compañeros del PSI, a quienes acusaron de ser blandos y vendidos a la burguesía y al capitalismo.



Mansueti prosigue y detalla algunas características del fascismo y el nazismo, otra corriente del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores Alemanes.

Muchos rasgos comunes identifican al Fascismo y al Nazismo y a sus líderes como partidos socialistas radicales y de extrema izquierda: fueron fundados por políticos formados en la militancia socialista, del ala más extremista de sus respectivos partidos. Basaron su discurso y políticas de gobierno en un socialismo nacionalista extremo: nacionalización de la gran industria, control estatal absoluto de la moneda, la banca y las finanzas, colectivización y “reforma agraria” o sea la confiscación y redistribución de la tierra, y dominio total por el Estado en la economía, la cultura, la educación, la prensa y la vida privada, en la misma línea marcada por la doctrina marxista.

El Diario – La Paz