Fallo pone en jaque a la economía de Argentina y provoca incertidumbre en países en quiebra

Presidente Fernández sufre duro revés judicial por los ‘fondos buitre’. Deuda. Está obligada a pagar $us 1.300 millones

Un fallo pone en jaque a la economía de Argentina

Suprema Corte de EEUU falla contra Argentina.

imageDeterminación. La Presidenta de Argentina manifestó la predisposición de su país de pagar. AFP.



La Razón / AFP / Buenos Aires

La Suprema Corte de Estados Unidos impuso ayer una pesada derrota a Argentina, al confirmar una condena de un tribunal inferior que le obliga a pagar títulos en default desde 2001 en manos de un grupo de fondos especulativos.

El fallo obliga a pagar a Argentina  a los grupos financieros NML Capital y Aurelius 1.330 millones de dólares, que derivan del colosal default por casi 100.000 millones de dólares de 2001.

La presidenta Cristina Kirchner ofreció ayer un discurso por cadena nacional para referirse al tema y ratificó la voluntad de pago del país; aseguró que no habrá un nuevo default, pero añadió que su gobierno no aceptará “extorsiones”. “Argentina ha demostrado más que una evidente voluntad de pago, pero hay diferencias entre negociación y extorsión”, sostuvo la Mandataria, que luego admitió estar “preocupada” por la resolución judicial.

Consideró además que el fallo es “contrario a los intereses del 92% de los acreedores de la deuda” que ingresaron a los canjes y “atenta contra el sistema económico y financiero global”.  El mercado de acciones reaccionó rápidamente a la decisión judicial y la bolsa de Buenos Aires se desplomó 10,09% al cierre.

“Hay incertidumbre. Esta decisión puede poner en riesgo los canjes por la cláusula según la cual se debe pagar a todos por igual”, dijo a la AFP Marina Dal Pogetto, analista del estudio Bein y Asociados.

Cerca del 93% de acreedores ingresaron a aquellos canjes con quitas de entre 60% y 75% del capital, pero quedaron pendientes unos 16.000 millones de dólares de bonistas que los rechazaron e intentan cobrar el 100%, entre ellos los que ganaron el juicio en Estados Unidos.

“Por más injusta que sea la medida (judicial), la Argentina ya negoció 80.000 millones de dólares por el default y ahora no le queda más remedio que pagar el fallo; hay que acatarlo porque no se puede tirar por la borda toda la negociación anterior”, dijo a la AFP Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.

El fallo judicial de primera instancia que llegó a la Suprema Corte establece un embargo sobre los pagos que realiza Argentina a través del Bank of New York a bonistas que aceptaron la reestructuración, lo que llevaría al país a un default técnico (el deudor busca pagar, pero no dispone de los mecanismos para hacerlo).Argentina viene haciendo buena letra para volver a los mercados internacionales.

Incertidumbre en países en quiebra tras fallo de EEUU contra Argentina

AFP y El Deber digital

Las naciones en proceso de quiebra podrían tener mayores dificultades para renegociar con sus acreedores tras un fallo de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, que falló a favor de los «fondos buitre» contra Argentina.

«Este caso genera incertidumbre y puede cambiar las reglas del juego», señaló Odette Lienau, especialista en reestructuraciones de deuda pública en la Universidad Americana de Cornell.

Después de una larga batalla legal llevada a cabo en Estados Unidos, Argentina tendrá que pagar toda la deuda a los fondos especulativos que siempre han rechazado cualquier renegociación de la deuda después del default parcial del país en 2001.

Casi todos los demás acreedores del país habían aceptado una reducción de casi 70% mediante dos operaciones de reestructuración para evitar una bancarrota.

Con el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos, todo el proceso se bloquea hasta que a los dos fondos especulatiuvos, se les paguen $us 1.300 millones.

Más allá de Argentina

«Este caso va más allá de Argentina, ya que pone en peligro la posibilidad de que otros países reestructuren su deuda y refuerza la sensación de que los ‘fondos buitre’ pueden tener éxito», dijo Paulo Nogueira Batista, que representa a Brasil y otros diez países en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El propio FMI rechazó hacer comentarios. En concreto, los acreedores de un país asfixiado financieramente ahora van a ser animados a rechazar todo arbitraje, con la esperanza de obtener un reembolso completo de la deuda más los intereses.

«Incluso los acreedores que estén dispuestos a aceptar una reestructuración podrían dudar por el riesgo de que el país no pueda cumplir con sus compromisos», pues otros «fondos buitres» pueden interferir durante el proceso, subrayó Lienau.

Sin embargo, estas operaciones son cruciales para los países en dificultades. En la primavera de 2012, Grecia obtuvo así una quita de deuda de más de 100.000 millones de euros, la más importante de la historia, con el fin de obtener un pequeño balón de oxígeno.

Sin alternativa

Tras el fallo contra Argentina, una operación semejante podría no ser nada más que un recuerdo lejano.

«Si el hecho de tratar con un Estado que no paga es una fuente de preocupación para el mercado, muchos inversores pasarán o exigirán que les paguen más a cambio» a riesgo de agotar las finanzas de los Estados, apuntó Anna Gelpern, profesora de Derecho en la Universidad de Georgetown.

Los Estados no tienen, a su vez, otra alternativa. Lienau teme que, si la reestructuración es imposible, solo podrán pagar a sus acreedores al precio de políticas de austeridad, aumentando sus ingresos o reduciendo sus gastos.

Estados Unidos, Francia, Brasil, México o incluso el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz intervinieron a favor de Argentina usando el procedimiento «Amicus Curiae», que permite intentar influir en la Suprema Corte estadounidense.

«No hay que dar gratificaciones a los fondos buitre», consideraron las autoridades francesas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) quiso poner la balanza de su lado asesorando a la Corte pero renunció en julio de 2013 por las reticencias estadounidenses.

En un informe de unos pocos meses antes, sin embargo, el FMI no había escondido su preocupación por el caso argentino.

«El litigio actual con Argentina podría tener implicaciones profundas sobre futuras reestructuraciones de deuda, dando más poder a los fondos buitres», advirtió la institución.

Según los expertos, el episodio argentino pone el foco de nuevo en la necesidad de la comunidad internacional de dotarse de un mecanismo menos dependiente de los avatares judiciales.

El FMI realizó la última propuesta hasta la fecha en 2003, pero fue rechazada por la presión de Estados Unidos y de los grandes países emergentes.