Los pesados cargos de conciencia de Evo Morales y sus amigos

Lavive Yañez Simon*

LAVIVE.pg_thumb El 19 de abril de 1959, la opositora Falange Socialista Boliviana pone en marcha un plan revolucionario, preparado minuciosamente para derrocar al gobierno del MNR. Sin embargo, este aborta y provoca la muerte de sus 14 dirigentes en el intento de tomar el Regimiento Escolta Presidencial Waldo Ballivián. El partido oficialista no tardó en ubicar al líder falangista Oscar Únzaga de la Vega, quien murió el 19 de abril de 1959 en la calle Larecaja Nº 188, en la ciudad de La Paz.

La versión oficial daba cuenta que la muerte de Oscar Únzaga de la Vega junto a su colaborador René Gallardo, habían sido dos suicidios. Sin embargo, comienza a circular otra versión de que ambos habían sido asesinados por seguidores del partido de gobierno MNR. Así es que queda un velo de misterio respecto a los hechos que rodearon la muerte de este líder político opositor.



Ante esta situación de duda, Hernán Siles Zuazo como Presidente en ejercicio inmediatamente invita a una comisión de la OEA para que realizara una investigación independiente que permita determinar las causas de la muerte de este político opositor. Lo demás ya es historia, pero lo destacable del hecho, es la manera en que Hernán Siles Suazo manejó una situación tan delicada como sensible, no dudó en convocar una comisión internacional para que investigue el caso en forma independiente.

Similar situación ha sucedido con este gobierno de Evo Morales cuando en la madrugada del 16 de abril del 2009 la policía UTARC en un operativo especial irrumpió el Hotel Las Américas y abatió a 3 ciudadanos europeos en un supuesto enfrentamiento. No tardaron en surgir las dudas sobre la muerte de estos ciudadanos y la oposición comenzó a exigir una investigación internacional independiente lo cual ha sido rechazado por este gobierno de forma sistemática. Esto es totalmente comprensible luego de escuchar las declaraciones de Marcelo Soza desde el Brasil donde ha sido beneficiado con un refugio político y de donde afirma que el gobierno es el único responsable de la muerte de estos 3 extranjeros.

El negar sistemáticamente la realización de una investigación internacional para aclarar este caso, al margen de quitarle el sueño por el saldo de sus días, puede significarle un costo político demasiado grande para Evo Morales y su entorno de "lluncus" comprometidos en este crimen de lesa humanidad que no goza de ninguna prescripción; los organismos protectores de los D.D.H.H. y la comunidad internacional en su conjunto, más temprano que tarde pasarán su impagable factura.

Definitivamente esta desafortunada acción acaecida en un hotel de Santa Cruz de la Sierra al amanecer del 16 de abril del 2009 terminó develándose como casi siempre, con el correr de los meses, por las cruentas luchas intestinas entre los dos grupos asociados para la comisión del crimen y otras disputas de grandes réditos económicos que producto de la criminal acción produjeron el acelerado nacimiento de prósperos fiscales y jueces.

Esta triste historia que se inscribe como el escándalo judicial más grande en la vida de este estado, repleto de interminables abusos y vergonzosas lecciones de corrupción, se ha convertido en un implacable Talón de Aquiles para Evo Morales y el MAS para las elecciones del 12 de octubre de este año. Los hechos están frescos y vivos en la memoria de la gente, las encuestas así lo demuestran.

*Diputada nacional