No hay debate: los videojuegos como producto cultural son arte

Con la llegada de Destiny y su factura de 380 millones, se abre de nuevo el debate de si es un producto cultural en la forma de la definición de arte. No hay debate, los videojuegos como forma de expresión humana están al mismo nivel que otras formas artísticas.

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Ayer fue el día de Apple, pero también fue el estreno mundial de Destiny, el juego que aparte de todas las bondades que hemos contado en ALT1040 también tiene el achievement de ser el más caro de la historia, al que le sigue el GTA V. Una factura que se justifica una vez enciendes la consola, arrancas el juego y te das cuenta el del nivel de detalle, de colores, y del mimo que Bungie ha puesto en su nueva obra maestra. Y es precisamente, esta factura y este arte lo que parece que está levantando polémicas en el círculo mediático mundial bajo el lema con sutil ironía de «el producto cultural más caro de la historia, si fuera porque no es un producto cultural».



No han sido pocos los que en un alarde de prepotencia han utilizado ese argumento bajo la excusa de que los videojuegos, por ser un producto de consumo masivo, no es arte. De hecho, dentro de la industria también hay voces discordantes, como la de Hideo Kojima que dijo que “Desde que el más alto ideal de todos los videojuegos es alcanzar el 100 por ciento de satisfacción del jugador y el arte se dirige a, por lo menos, una persona, la creación de videojuegos es más un servicio que un esfuerzo artístico”. Aquí es donde está el problema. Llevamos años trasladando el debate sobre si los videojuegos son arte. Antes de plantearnos esta cuestión, lo lógico es definir qué es arte.

Según el diccionario de la Real Academia, arte es cualquier «manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros». Acepto que se es un definición que deja fuera lo digital o audiovisual, pero también hay que tener en cuenta que es trata de una acepción cuya última actualización es de 2001. Y volvemos al punto de partida:

Viñeta de Forges del 10 de septiembre de 2014

Viñeta de Forges del 10 de septiembre de 2014

A mediados de febrero del presente año, las críticas sobre si los videojuegos son arte se trasladó al prestigioso MoMA. El Museo de Arte Moderno de Nueva York, abría una sala bajo el nombre de Diseño Aplicado en la que se exponían las obras de arte del mundo de los videojuegos. Las críticas no se hicieron esperar y el MoMA tuvo que salir a decir que consideraba arte lo expuesto y que ninguna crítica iba a suponer el cierre de la sala. No solo ganaron, si no que ampliaron la sala. También el Smithsonian American Art Museum celebró una exposición en 2012, titulada «El arte de los videojuegos», diseñada para demostrar la naturaleza artística de los videojuegos, incluyendo el impacto de las obras más antiguas y la posterior influencia de los videojuegos en la cultura creativa.

Los videojuegos como forma de expresión, también son arteSi nos atenemos a la proposición filosófica de arte, podemos considerar a los videojuegos al mismo nivel que el resto, como la contribución de los elementos expresivos del ser humano, como el resto de elementos gráficos, narrativos o musicales. Lo disfracemos como lo disfracemos. Porque los juegos son un medio expresivo; una forma de comunicación. Y al final el arte es solo una idea mutable que cambia con el tiempo y que se adapta a la propia naturaleza humana. Ya dio suficientes razones mi compañero Eduardo Marín.

En última instancia estoy de acuerdo cuando Jonathan Jones, escritor de The Guardian: ¿Son los juegos de arte o no? Nadie tiene por qué responder, los videojuegos son hermosos e importantes, podemos dejarlo aquí y saber que estamos en lo correcto. ¿Seguimos con el debate? Bueno, a lo mejor solo hace falta encender la consola y encontrase con lo que sigue. Lo demás, como todo en esta vida, son puntos de vista. Y esta vez no es algo estático, es algo interactivo que genera sentimientos casi al mismo nivel que cualquier otra manifestación de arte.

Al final todo se limita a lo que queremos entender. Los videojuegos ya son un producto cultural de tal nivel que han influido las corrientes artísticas de nuestros días. Y lo han hecho porque son la expresión del arte de Sigo XXI.

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Fuente: alt1040.com