Antoinette Van Dijk: “ Me siento como pez fuera del agua”

Espontánea. Lo suyo es la moda, pero la invitaron a la TV y dijo que sí; su permanencia está en veremos. Fue víctima de ‘bullying’ en las redes sociales y habla al respecto

No lo niega, natura no le dio talento para el baile y las coreografías, pero es indudable que le sobra para mostrarse en sesión fotográfica

No lo niega, la naturaleza no le dio talento para el baile y las coreografías, pero es indudable que le sobra para mostrarse en sesión fotográfica

​Este lunes es decisivo para Antoinette van Dijk en Bailando por un sueño, uno de los programas con mayor rating de la Red Uno.



Ella es la famosa y Guímer Gómez, su pareja de competencia, es un bailarín aficionado que anhela ganar el concurso para tener una exitosa academia, que por ahora solo tiene deudas. Mañana, el futuro de ambos está en juego.

El sueño pertenece a él, ella es su oportunidad de alcanzarlo, pero para bailar se necesitan dos y últimamente han sido más las críticas que los piropos, sobre todo para Antoinette, por su escasa experiencia y elasticidad en danza. Las redes sociales a veces resultan inhumanas y, en los últimos días, el Facebook del programa tuvo comentarios que ponen a prueba el temple del más impasible concursante.

¿Cómo te sentís?Como pez fuera del agua porque bailar no tiene nada que ver con lo que hago, pero me explicaron el sueño de Guímer, su amor por la danza, y yo sé lo que es anhelar algo y que te cierren las puertas, que nadie crea en vos. En cierto modo me sentí identificada y dije, ‘si no lo hago ahora, a mis 34 años, mis dos pies izquierdos nunca cambiarán a derechos’.

¿Y los comentarios en las redes?Es harto el trabajo que hacemos, dos meses para un minuto y medio en TV, y que encima la gente me insulte, me diga que soy un robot, pero quiero que la gente entienda que no soy bailarina, estoy tratando de ayudar a alguien que lo hace y lo digo con mucho respeto, no para traer a su madre de España o porque tiene una enfermedad, sino porque le encanta el baile.

Cosas terribles les pueden pasar a todos, a mí también, de eso hay mucho en Bolivia, pero de hecho no soy pro drama, solo intento hacer lo mejor posible y recordar los pasos. Estar aquí no me quita ni me suma.

¿Un programa tan popular no le resta a una Antoinette con perfil ‘glam’?No me molesta que me critiquen porque sé cuando no estoy haciendo bien las cosas. Soy dura, como dicen, pero realmente lo intento. Y es mi oportunidad de ayudar a otra persona.

Te identificás con el sueño de Guímer, pero ¿también te pagan por eso?A todos les pagan.

¿Tiene que ver eso con que bailés aunque te sintás como pez fuera del agua?También hay un tema estratégico, estoy sacando una línea de ropa, una marca de jeans que quiero masificar.

¿Qué opinás de la facilidad de la gente para insultar?No diré que no me afecta. Hay cosas terribles que yo jamás le diría a alguien, como una señora que dijo esa flaca, anoréxica, bulímica.

¿Si a vos te afecta, qué pasará con gente que deposita su sueño en esto?Me estremece, me hace un ‘chuño’ en el corazón cómo repercute en Guímer, que suplica no lo eliminen. No sé si me van a botar o no, hasta han dicho que tengo preferencia, que la gente vota por mí porque soy modelo, a quien no le interesa el sueño ajeno, pero hago lo que está en mis manos para ayudarlo. Nos llevamos increíblemente y tenemos lazos, también con nuestro coach.

¿La gente tiene el chip muy rígido? ¿Supone más de la cuenta?Escuché varios comentarios de algunas mamás: “Qué personalidad que tenés”, por ejemplo. Yo los llamo chismes de corredor. Hago algo con lo que me he comprometido, odio cuando la gente juzga, es fácil quedarte en casa haciendo ‘zapping’.

¿El precio de ser una figura pública?La gente siempre mira a un costado lo que hace el otro, son personas inseguras. En cambio, la persona que sabe lo que quiere se dedica a lograrlo y le vale el resto. No me siento mediática, no estoy gritando ni haciendo drama, estoy trabajando; voy y me entreno, me preparo.A diferencia de otros entrevistados, no medís el centímetro para responder…

Es que no estoy hablando mal para nadie, solo estoy diciendo lo que pienso y hay gente a la que le entrará el zapato, como también podrá haber la que me dará la razón.

Tampoco estoy diciendo que soy la más segura, debo ser la más insegura del planeta, llena de miedos, de histerias, de ansiedad, mil cosas, pero cuando digo quiero hacer esto, lo hago y punto. A mí la gente no me paga el supermercado ni la hipoteca, tengo que trabajar como todo el mundo, desde las seis de la mañana hasta la medianoche.

¿Tu sangre holandesa o ver mundo te hizo práctica?Es que si me pongo a pensar en lo que opina la gente no iré a ningún lado, me quedaré en casa llorando y zapateando. Tiene que ver con viajar y vivir afuera, mis buenas amigas son un quinteto totalmente desquisiado, todas vivieron afuera, tienen otra forma de ser, somos nubes negras, somos muy nosotras. Mi divorcio fue el cernidor más grande, quedaron las amigas por las que me corto un dedo realmente.

Y en moda ¿te sentís pez fuera del agua?Me encanta la moda.

Tenés 34 años, ¿qué te dice ese número?En cualquier lugar del mundo estás empezando a vivir a esa edad. Las cosas durarán lo que tengan que durar, por ejemplo: ahorita digo que quiero que sea el último año de Bolivia Moda, pero siempre digo lo mismo. Me encanta la pasarela, pero llega un punto en el que quiero sentarme a mirar, además voy viendo a las generaciones que entran y me pregunto si no estaré haciendo el ridículo. Cuando vi entrar a María Ingrid Aguilera dije: ‘Vi a su madre embarazada, fui a la clínica y la alcé’.

Cuando mirás el espejo ¿ves imperfecciones?Claro que las noto, no en el cuerpo porque me cuido, pero en mi cara sí y hay tratamientos para eso.

¿Te gusta lo que ves?Me siento contenta, estoy en una etapa en la que me siento completa, empezando a realizar cosas que por miedo o falta de apoyo no hice y debí realizar. El próximo año espero mostrar mi propia colección; llega un momento en que deseás cruzar la raya, no digo que dejaré las campañas porque las hago desde los nueve años… llevo ya veintitantos en esto, creo que debería hacer una fiesta (ríe).

¿Y tu cortejo?Llevamos 10 meses, me apoya, tenemos una relación muy seria, madura. Él me animó con la marca de los jeans.

¿Darán otro paso?Lo hemos hablado, pero estamos en un momento con mucho trabajo. Si llega el momento en que queramos tomar decisiones, o tener hijos, llegará.

¿No quedaste curada?No diré que no me da flojera. Qué pasa si abrís tu zona de confort, de seguridad, y las cosas no funcionanFuente: sociales.com.bo