Falló la Conmebol: River a cuartos y una sanción leve para Boca

Escándalo en el Superclásico.

Luego de una larga espera, le dieron por ganado el partido al equipo de Gallardo, que pasó a cuartos de final, aunque las penas a Boca fueron menos drásticas de lo esperado: podrá jugar en la Bombonera y participar de los próximos torneos continentales. River no recibió sanciones.

CLARÍN, Argentina



imageUn policía cierra la Bombonera. (Clarín)

Luego del escándalo que provocó la suspensión del Superclásico de octavos de final de la Copa Libertadores entre Boca y River, la Conmebol, tras una extensa jornada de reuniones, tomó la decisión de darle por ganado el partido al equipo de Marcelo Gallardo, como se prevía, aunque estableció una sanción mucho menos dura de lo pensado a Boca. No será suspendida la Bombonera, el club deberá pagar una multa de 200 mil dólares y jugar cuatro partidos a puertas cerradas como local y otros cuatro sin sus hinchas cuando sea visitante. Por otra parte, River no recibió ninguna sanción económica. Boca podría apelar el fallo.

El Comité de Disciplina de la Conmebol se reunió en Asunción, hasta donde llegaron los informes del árbitro Darío Herrera y del veedor Roger Bello y también las pruebas entregadas por el asesor letrado y directivo encargado de la seguridad de River, Ignacio Villarruel. Además se presentó a declarar el presidente Daniel Angelici, junto con abogados de Boca que pretendían atenuar la sanción y jugar los 45 minutos que quedaron pendientes.

La decisión se esperaba para horas de la tarde pero recién llegó pasadas las 22.30, tras una larga jornada de hermetismo y dudas. Luego de muchas horas de análisis y especulaciones, la Conmebol definió antes que todo que River avance a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Y descalificar a Boca.

Luego, entonces, llegó la hora de analizar la sanción para Boca y allí la Conmebol no aplicó toda la dureza que se especulaba. El club de la Ribera podrá participar de torneos internacionales organizados por la Conmebol y la Bombonera no será sancionada, aunque los próximos cuatro partidos como local por torneos internacionales deberá jugarlos a puertas cerradas y los próximos cuatro de visitante serán sin su público. Por otra parte, el club deberá pagar una multa de 200 mil dólares.

El presidente de Boca, Daniel Angelici, se fue enojado de la reunión y se especula con que el club pueda apelar el fallo. Por último, la Conmebol advierte a Boca que si repite una situación similar, se le aplicará el Artículo 43, que establece penas más duras por reincidencia: «Existirá reincidencia cuando el autor hubiera sido sancionado, dentro de los cinco años anteriores, por cualquier infracción a la disciplina deportiva de igual o similar naturaleza. 2. La reincidencia se considerará, en todo caso, como circunstancia agravante.

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River pasó a cuartos y Boca la sacó barata

El escándalo en el superclásico

Daniel Avellaneda, CLARÍN

Si bien el fallo de la Conmebol eliminó a Boca de la Copa, el castigo fue leve: la sanción no lo excluyó de próximos torneos ni suspendió la Bombonera.

La rosca política, el juego de las influencias y un lobby feroz. De una sanción ejemplar que pedía FIFA a un castigo leve, con la blanda mano sudamericana. River enfrentará a Cruzeiro en los cuartos de final de la Copa (la ida será el jueves, a las 22 en Núñez; la vuelta, el miércoles 27 en Belo Horizonte), tal cual adelantó Clarín, y Boca quedó eliminado, obvio. Sin embargo, recibió una pena demasiado leve en el marco internacional: además de ser descalificado, jugará los próximos cuatro partidos de local a puertas cerradas y otros cuatro de visitante sin posibilidad de asistencia para sus hinchas. Deberá pagar, por otro lado, una multa de 200 mil dólares. En definitiva, Boca perdió en los escritorios, pero podrá jugar la próxima edición de la Libertadores, más allá de las presiones que llegaban desde Zurich y apuntaban a un fallo bisagra en la historia del fútbol. Así y todo, sus dirigentes presentarán una apelación.

Pero, claro, la decisión se cocinó de este lado del Atlántico. Y aunque el mandamás de la FIFA, Joseph Blatter, aseguró que se debía actuar con “dureza”, el tribunal de disciplina de la Conmebol eligió una sanción menos contundente de la que se esperaba, un año de inhabilitación para participar en competencias continentales y otro dos de clausura para la Bombonera. Nada de eso ocurrió. Y en River aseguran que mucho tuvo que ver el llamado que Mauricio Macri, ex titular de Boca y ex Jefe de Gobierno porteño, le hizo al presidente de Paraguay, Horacio Cartés. Aunque poco les importaba la sanción que pudiera afectar a su máximo rival; sólo les interesaba ganar la serie de los octavos de final que se suspendió por la agresión que sufrieron sus jugadores en la manga, cuando se disponían a saltar a la cancha para disputar el segundo tiempo.

“Yo quería jugar los cuarenta y cinco minutos restantes. No estoy de acuerdo”, dijo Daniel Angelici, presidente de Boca, después de las 22, cuando se retiró de la sede que la Conmebol tiene en Luque. Había llegado bajo el sol de Asunción, a las 13.40 de Paraguay (una hora más en la Argentina), acompañado por César Martucci, secretario general, y Marcelo Mamianetti, representante del Departamento de Legales del club. Lo hicieron munidos de un amplio informe con el cual intentaron imponer el artículo 22 del Reglamento de la Conmebol para evitar el “castigo” al equipo y que se reanudara el partido.

Fue un manotazo de ahogado, claro. Desde el viernes, con el escándalo de la Bombonera todavía caliente, la Conmebol había decidido apelar al artículo 23 que le dio por ganado el Superclásico a River. Es más, ayer por la mañana, el portal de la agencia oficial de viajes de Cruzeiro ya anunciaba la venta de paquetes y entradas al Monumental para el jueves. Incluso, River mandó a imprimir las entradas, cuya reserva para afiliados al sistema “Tu Lugar Monumental” comenzó hoy por la madrugada y continuará hasta mañana, día en el que se venderá el remanente para el resto de los socios a través del sitio oficial. Todo un indicio de que el Superclásico tuvo su punto final al cabo del primer tiempo.

River le ganó de mano a Boca en la llegada a Paraguay. Su abogado, Ignacio Villarroel, se tomó un avión el viernes por la mañana, cargado de videos de seguridad propia, informes de médicos legistas certificados por escribanos públicos y presentó toda la documentación en las oficinas de la Conmebol. Esas constancias fueron cuestionadas por Boca, más allá de su legitimidad. En Brandsen 805 dicen que Matías Kranevitter, Leonardo Ponzio, Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni, los futbolistas más afectados, fueron al hospital Ramos Mejía, donde no hay guardia oftalmológica, porque tienen “un médico amigo”, en lugar de asistir al Santa Lucía, nosocomio especializado en ojos. Allí, se constataron las lesiones de los jugadores y se les recomendó 72 horas de reposo.

Los hinchas jugaron su partido. En la puerta de la Conmebol, un grupo de fanáticos de River hicieron ruido y colgaron una bandera. En la Bombonera, se organizó un banderazo. La espera fue larga. Cuando se anunciaba que la decisión se conocería a las 16, la Conmebol comunicó el fallo a través de sus medios digitales seis horas después. Había muchos intereses en juego. La presencia de Boca genera venta de tickets y rating. Y dejarlo afuera de la Libertadores de 2016, era una decisión pesada que se discutió durante toda la tarde. En el clásico del bochorno, ganó River. Pero no sólo perdió Boca; también, el fútbol y nuestra sociedad