Ahmadíes quieren aportar en la construcción de una Bolivia más multicultural

Misión musulmana. En 2016, construirán una mezquita en el barrio Paitití de Warnes. Luchan contra los prejuicios que señalan a los musulmanes como “terroristas”. Aseguran que vienen a enseñar la palabra de Dios, ayudar a los pobres y dialogar con otras religiones

Ghalib Ataul y Nayara Zafar dialogaron con EL DEBER en un café de la avenida Monseñor Rivero. Resaltaron la hospitalidad y la alegría de los jóvenes bolivianos

Ghalib Ataul y Nayara Zafar dialogaron con EL DEBER en un café de la avenida Monseñor Rivero. Resaltaron la hospitalidad y la alegría de los jóvenes bolivianos

Ghalib Ataul y Nayara Zafar se casaron hace cinco meses en Canadá. No tuvieron tiempo para fiestas. Los líderes de la comunidad musulmana Ahamadía los convocaron para abrir una misión en Bolivia, en el corazón de Sudamérica. Por ello, están embarcados en la construcción de una mezquita en la localidad de Warnes, que ha suscitado innumerables reacciones de curiosidad en las redes sociales.



EL DEBER habló con ellos para conocer los postulados de los ahmadíes y los objetivos de su misión en nuestro país. Para despejar cualquier duda, Ataul resalta: “No somos terroristas, pero entendemos a quienes así lo piensan en un primer momento. Los medios de comunicación muestran a las minorías violentas con mucha frecuencia como son las acciones terroristas del Estado Islámico, Boko Haram, Talibanes y otros. Ellos están violando los postulados del Corán, cuyo mensaje es de paz y de diálogo con todos los seres humanos”.

La misión boliviana de Ahmadía busca establecer un centro religioso de veneración de Dios (denominado por los musulmanes como Alá), pero no solamente eso. “Apuntamos a tener una labor social de ayuda a los más desfavorecidos de nuestra sociedad, porque ese es uno de los mandatos del profeta Mahoma”, explica Ataul.

Además, “queremos trabajar en diálogo con otros credos religiosos en el mismo sentido: ayudar a construir una sociedad multicultural donde haya más tolerancia con los que son diferentes y se ayude a los más vulnerables”.

La sola idea de construir una mezquita en Warnes generó un sinfín de reacciones, algunas positivas y otras de sospecha.

El periodista chileno Rodrigo Vergara Valladares se preguntó en el Facebook: “¿Serán salafistas (corriente fundamentalista islámica)? ¿Qué opinan de la violencia y las locuras del Estado Islámico? ¿Qué opinan de la Yihad? ¿Repudian los ataques del 11 de septiembre o los justifican?”
Más taxativo, y temeroso, Roly Caballero sentenció: “Qué desastre, la religión de odio, muerte y anticristiana tendría una base de operaciones en nuestro país”.

Mientras que Alex Vázquez afirmó: “Ojalá no sean de los radicales y fundamentalistas”.

“Nuestro lema principal es amor para todos, odio para nadie. Así nos reconocen en todos los países donde tenemos misiones especiales, nuestra misión fundamental es aportar a la fraternidad y la solidaridad”, asegura Ataul.

El rol de las mujeres
La periodista Magalí Sánchez planteó un reparo y una duda: “Mientras respeten nuestras costumbres y nuestro credo, no hay problema. Pero que no pretendan cambiarnos, que quieran que veamos a las jóvenes de Warnes con jihabs y burkas (vestimenta tradicional de las mujeres islámicas)”.

Nayara viste una jihab rosada, mientras toma un jugo de frutas en un local de la avenida Monseñor Rivero: “La utilizo para protegerme de las malas miradas de los varones. Mi esposo no me pide que la vista, lo hago por mi propia voluntad. Nosotros no buscamos convencer a la gente de nuestro credo, los que lo conozcan y quieran hacerlo, serán libres para hacerlo”.

A su turno, Ataul destaca: “Nuestra religión no es compulsiva, no queremos imponer nada a nadie. Solo vamos a enseñar nuestras creencias a los que quieran y vamos a intentar dialogar con todos sin distinciones”.

En este sentido, los misioneros dicen que la mezquita que se construirá en el barrio Paitití de Warnes tendrá las puertas abiertas para todos los creyentes, sean musulmanes o no.

Adriana Daher López señaló: “La libertad de cultos debe ser una de las características en Bolivia, pero, eso sí, debe evitar las que promuevan la violencia”.

Vivian Peña, una cruceña que migró a Estados Unidos, enfatizó: “Debemos respetar la opinión ajena, cada ser humano tiene su propia forma de interpretar, asimilar y poner en práctica la doctrina de cada religión. Aprendamos a respetar”.

Islam, en el debate
Pero Rodrigo Vergara Valladares insiste: “Los estudiosos y analistas del islam, dicen que en su génesis esta religión es violenta” a lo que la periodista colombiana Pamela Flores respondió: “Todas las religiones han sido violentas, miremos a los judíos matando a los palestinos. Yo tengo amigos musulmanes aquí en Francia y son un amor, me invitan a comer, a pasear, y sí, es cierto que poco hablamos de religión, tengo claro que cada religión tiene extremistas. Ese es el problema. No es la religión, sino lo que llevas en el corazón”.

Vergara respondió que, efectivamente, la violencia está en muchas religiones. Pero, acotó: “Hasta donde sé, ningún cristiano anda decapitando periodistas y a otros que no piensan como ellos”.
A lo que Flores señaló: “Esos son extremistas, como los sionistas que matan palestinos, como los sacerdotes pederastas, como los pastores que roban dinero de sus fieles. He dormido en sus casas y nunca me han decapitado”.

Rodrigo respondió: “Los sacerdotes pederastas y los pastores ladrones son simples delincuentes. Ninguna doctrina los manda hacer lo que hacen. En el Islam sí”. Aunque después aclaró: “No me cabe duda que hay musulmanes pacíficos, pero hay doctrinas islamistas (o al menos sus interpretaciones) que son abominables”.

En este contexto, Gabriela Murillo, una estudiante de comunicación social y de origen shiita explicó: “Existen diferentes corrientes dentro del Islam: sunni, chii, hasta extremistas, como son los salafistas, ellos usan
sunnas del Corán, deformando el significado para sus fines genocidas.

No todos los musulmanes tenemos esas tendencias, ya que son unos pocos que hacen quedar mal al Islam. Para mí y mis hermanos musulmanes, el Islam es una religión de paz, no es bueno juzgar una religión por unos falsos practicantes”.

En este sentido, la periodista tarijeña María Silvia Trigo remarcó: “Qué bien por la ciudad de Warnes. La apertura al otro siempre es constructiva, la religión musulmana es muy interesante y deberíamos conocerla más a fondo”

Fuente: eldeber.com.bo