El MAS y el “Estado fuerte”

SPIN DOCTORSA raíz de la aplastante derrota sufrida por el oficialismo en los referéndums autonómicos de cinco departamentos, el Spin Doctor del régimen, el vicepresidente Álvaro García Linera, sacó de la galera la teoría del “Estado fuerte y centralizado”, que en su opinión habría sido elegido por los votantes en la citada consulta.Aparte de la falacia jurídica –en los referendos no se decidía el modelo de Estado, ya definido en la Constitución como “autonómico y plurinacional”-, la retórica del vice merece dos comentarios.Por una parte, la preferencia del segundo mandatario por el “Estado fuerte” evidencia una vocación autoritaria con ecos de Carl Schmitt, confirmando una vez más su postura refractaria hacia la descentralización del poder, el pluralismo y la independencia de la sociedad civil.Por otro lado, es cuestionable si en Bolivia se está construyendo un Estado fuerte en el sentido legítimo de un aparato público capaz de cumplir con sus funciones esenciales, como la administración eficiente de justicia o la provisión de seguridad ciudadana, o si en realidad estamos ante el engorde de un Estado obeso, que se expande ineficazmente hacia funciones no esenciales como la fabricación de cartón, papel o mate de coca.Otro vocero oficial subido a la misma línea discursiva en los últimos días, el ministro de autonomías Hugo Siles (principal derrotado en las votaciones del pasado domingo), arguye que la “estatalidad fuerte” es necesaria para “equilibrar asimetrías sociales”, una reinvención de la vieja excusa distributivista para concentrar poderes y funciones en el gobierno, algo que usualmente conduce a la creación de “asimetrías” mucho peores que aquellas que se buscaba “equilibrar”…[email protected]