Las víctimas sufrían todas de senilidad y algunos eran minusválidas. El acusado podría haber sido condenado a 12 años de cárcel, pero su pena fue inferior porque colaboró totalmente con la investigación sobre hechos.
Los ataques sexuales “tuvieron lugar sin testigos y las víctimas no podían denunciar, dado su estado de salud”, según el tribunal de la región de Pirkanmaa (suroeste).
El enfermero pidió clemencia y propuso que se lo dejara en libertad vigilada con trabajos de interés general, pero el tribunal lo condenó a nueve años de cárcel.
La justicia finlandesa consideró que el acusado había actuado de modo “sistemático”. También le ordenó que indemnice a sus víctimas por un total de 18,000 euros.
Fuente: Agencia Andina
Fuente: peru.com