Santa Cruz. Proliferan las casas de empeño ante escaso control

Clientes. Son una alternativa para personas que buscan dinero sin necesidad de cumplir los papeleos del sistema financiero.

Ref. Fotografia: Los Pozos. El mercado citadino concentra una gran cantidad de estos negocios que lucran con bienes ajenos.

Un economista considera que las casas de empeño deben ser reguladas y apegadas a la ley, ya que el servicio que ofrecen se enmarca en un campo bastante amplio, que es el acceso rápido al dinero sin que esto represente arriesgar un patrimonio importante de la persona que demanda el beneficio económico de este servicio alternativo al sistema financiero regulado. En la ciudad de Santa Cruz es un negocio en continuo movimiento, del cual se conoce poco y poco se pregunta al respecto, pues al momento de realizar una transacción, el interesado no consulta quiénes lo regulan, solo saben que se manejan según los parámetros económicos establecidos.

Acceso a dinero sin muchas restricciones. El acceso al dinero de manera práctica, y sin muchas garantías de por medio, es la razón de existir de las casas de empeño, que a cambio de joyas, electrodomésticos, vehículos y otros artefactos de valor, prestan «X» sumas de dinero a tasas de interés elevadas (usura).



Según un censo realizado en el 2012 por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), habían 496 casas de empeño en el país. No fue posible tener ayer la versión de esta institución sobre el control y regulación que se hace a estos negocios.

Legalizarlas permite ampliar este negocio. José Alberti Uzqueda, presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, opina que «estos negocios deben ser regulados y las exigencias no deben ser tan duras para permitir que todos estos pequeños microemprendimientos se apeguen a las normas», además considera esta actividad fundamental, «principalmente para aquellas personas que necesitan dinero a corto plazo y no cuentan con las garantías o exigencias que tienen los bancos o cooperativas financieras». El economista menciona que al momento de ser reguladas, se garantiza la legalidad de los fondos con los que trabajen estos negocios y que las prendas o joyas retenidas se encuentran en manos confiables.

La municipalidad solo controla las licencias. Pablo Gumucio Portugal, quien es jefe de fiscalización de la Secretaría de Recaudaciones y Patentes, explica: «Nosotros solo emitimos una licencia de funcionamiento, no es nuestro trabajo fiscalizar a estas actividades económicas, si ellos cumplen con los requisitos pueden obtener una licencia de funcionamiento».

El SER no conoce al detalle cuántas de estas actividades hay en la ciudad, sin embargo reconoce que al momento de funcionar o atender incumplen algunas normas como la invasión de aceras y espacios públicos. La calle Charcas es donde más se concentran estos negocios.

Fuente: eldia.com.bo