Alimentos a partir de tecnología nuclear: ¿riesgo o beneficio?

Las dudas aún se imponen a las certezas en el tema de la tecnología nuclear que pretende ser desarrollada en el país. Expertos expresan sus puntos de vista.

ANF /  La Paz



Pese a las actividades de difusión y explicación organizadas por el Gobierno, aún quedan múltiples dudas acerca de la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear en la ciudad de La Paz.

Posiblemente se conoce más sobre los alcances en el ámbito de la salud y la investigación, pero muy poco se habló del tema agrícola. Precisamente, uno de los eventos donde se promovió la explicación del proyecto nuclear fue en el Programa Nacional de Energía Nuclear, usos y beneficios, organizado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Según la explicación de los expertos, este proyecto contará con tres áreas específicas: una destinada al ciclotrón (acelerador de partículas), con la que se desarrollará la tomografía por emisión de positrones (Positrón Emission Tomography o PET), una técnica no invasiva de diagnóstico del cáncer y otras enfermedades. Otra para un reactor nuclear de baja potencia, con el que se promoverá la investigación y capacitación de profesionales. Y, finalmente, una tercera reservada para la planta de irradiación nuclear.

La mayor parte de la sesión fue destinada a exponer los alcances médicos y  la enorme generación de conocimiento tecnológico-nuclear, pero muy poco se habló de las características de la planta de irradiación, la cual tiene una directa implicancia con el ámbito agrícola.

Según las empresas que se encargan de la instalación de este tipo de plantas, el proceso consiste en someter el instrumental quirúrgico, tejidos e implantes (para su esterilización) o productos agrícolas (para eliminar microorganismos, control de plagas y prolongación de la vida útil) a una exposición de rayos gamma.

La particularidad radica en que, a diferencia de otro tipo de fuentes (microondas, por ejemplo), el proceso de irradiación no calienta al objeto o alimento ni tampoco hay rastros de radiación. Dicho proceso es utilizado para la esterilización de material quirúrgico, tejidos e implantes, pero también este procedimiento puede eliminar microorganismos en alimentos, controlar plagas en vegetales, prolongar la vida útil de alimentos y otros.

Los alimentos y el cáncer

El agrónomo y miembro del Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (IBTEN), Vladimir Orzag, indicó que se debe poner énfasis no sólo en los efectos del cáncer, sino en las causas, por lo que destacó que el uso de la tecnología nuclear debería ayudar a prevenirla.

«Se dice que entre las causas (del cáncer) está el consumo de alimentos de origen transgénico, mismos que utilizan elementos químicos como el trifosato para eliminar las malezas, pero que aún quedan en los alimentos, manifestó Orzag.

El especialista contó que dentro de sus trabajos en el campo de la agronomía nuclear realizó labores de generación de fertilizantes químicos y su comportamiento en los cultivos, mejoramiento de las semillas, y otros.

 Orzag reconoció el importante avance tecnológico que se tendría a partir de la planta de irradiación, pues destacó la posibilidad de incrementar los niveles de exportación de productos agrícolas por la retardación del proceso de putrefacción que ofrece la tecnología nuclear.

Proceso de desnaturalización

Hace semanas, vecinos de la zona de Mallasilla (lugar donde se pretende construir el centro de investigación nuclear) y del municipio de Achocalla (localidad aledaña) protagonizaron múltiples medidas de protesta en rechazo del proyecto gubernamental. Su principal preocupación: los posibles riesgos de contaminación ambiental y estabilidad geológica.

Entre los opositores a esta instalación nuclear está Martín Torrico, un sociólogo dedicado al trabajo agrícola en el municipio de Achocalla, que tras una breve reflexión sobre la errada conceptualización que el Gobierno tiene sobre el tema de soberanía alimentaria, expresó su preocupación por los peligros latentes para la producción agrícola de su localidad.

El sociólogo criticó la intención de promover el uso de la irradiación nuclear en el ámbito agrícola, pues, según explica, todo producto agrícola está expuesto a un proceso natural de descomposición,  que al momento de ser sometido a un proceso de irradiación pierde su carácter orgánico y natural.

«Al realizar la irradiación para detener el proceso de putrefacción estás generando un proceso de desnaturalización del producto. Los cultivos orgánicos utilizan otro tipo de métodos, dijo.

Según Torrico, si la principal preocupación para la exportación de alimentos es que son perecederos, este no es un factor que determina su consumo en el mercado, ya que los productos ecológicos pueden ser eficientemente exportados y «es mejor utilizar la tecnología para mejorar las condiciones de trasporte.

«Yo tengo un servicio de entrega de productos agrícolas de Achocalla a domicilio, y utilizo la técnica de la cadena fría, es decir, asegurar  el producto desde su cosecha hasta que llegue a las manos del cliente, que esté regado con agua y sea cultivado en parcelas adecuadas.

Otro de los problemas que percibe Torrico es la posible escasez de agua que se generaría para la región, debido a que el reactor nuclear de baja potencia necesita de este elemento, y se pretende instalarlo en un sector donde escasean las vertientes o ríos.
Fuente: paginasiete.bo