El regreso de Cicciolina: ‘El sexo no mata a nadie’

Ilona Staler, alías Cicciolina, en la fiesta de Givenchy

Naomi Campbell, Donatella Versace, Eva Herzigova, Alessandra Ambrosio, TeresaMissoni, Roisin Murphy, Ornella Mutti… y, entre ese ‘totum revolutum’ de ‘tops’ y señoras de la moda, una corona de flores y un generoso escote de hormigón armado: Cicciolina. Sí, la pornostar, cantante, ex parlamentaria, musa del arte contemporáneo y mito pop se plantó la pasada semana en la gran fiesta que Givenchy celebró en Milán y se llevó el gato al agua. O, lo que es lo mismo, eclipsó al resto de féminas en la mayoría de titulares del glamouroso evento. Por ejemplo, la web de ‘Vogue’ abrió su crónica con una foto de Ilona Staller, nombre real de esta leyenda, y el diseñador Ricardo Tisci. «Me invitó él personamente», explica Cicciolina a LOC, «Para mí él es como un hermano al que respeto y admiro.Ricardo me adora y me considera un icono universal, me quiere cerca de él en cualquier evento».

El propio redactor de ‘Vogue’, Hamish Bowles, no pudo resistir hacerse una instantánea con la mujer que le ofreció sexo a Sadam Hussein para lograr la paz en Oriente Medio, y hasta una figura a priori tan poco amigable como Naomi Campbell quiso hacerse un selfie junto a Cicciolina, que apareció en la fiesta (des)vestida con un vestido blanco y portando dos crucifijos sobre su pecho. «Me gustaría hacer una sesión de fotos con Naomi. Sería un gran acontecimiento, con dos ángeles, uno rubio y otro moreno, posando en un set lleno de glamour. Aprovecho para lanzar la idea a fotógrafos importantes. Es una combinación ganadora».



A sus 63 años, Cicciolina sigue firme en sus principios libertarios que le llevaron a crear el Partido del Amor. «Lo que necesita el mundo es paz y amor. El sexo no mata a nadie. Muchos problemas se arreglarían no gastando dinero en armamento y dándoselo a los pobres». Asegura a LOC que estos días tiene propuestas para volver a la política. Precisamente, en 2009 se le concedió una pensión de más de 3.000 euros mensuales como recompensa a sus cinco años (de 1987 a 1992) ocupando un escaño.

Puede que algún lector no reconozca el rostro de esta rubia platino que fue la primera en hacer un ‘striptease’ integral en televisión española (corría el año 1986 y el porno en Internet era sólo un sueño hormonal). Su cara inverosímilmente tersa para una mujer de su edad le ha restado algo de su antigua dulzura (precisamente Cicciolina significa ‘dulcecita’ o ‘cariñosita’), sin embargo, ahí siguen impertérritas la corona de flores y el escote como señas de identidad.

El bisturí ha cincelado su cuerpo como si fuera una de las esculturas que su ex marido Jeff Koons le dedicó en la serie ‘Made in Heaven’. Precisamente, hasta el pasado domingo 27 se pudieron ver en el Museo Guggenheim de Bilbao. Más de 490.000 visitantes admiraron las réplicas esculturales de Cicciolina y Koons en pleno fornicio. «La media de asistentes fue de 4.700 diarios, es muy buena cifra. Ha sido la tercera exposición más vista», explican a LOC desde el museo.

Desde su web, la estrella de origen húngaro sigue empeñada en promover el arte contemporáneo y, entre sus fotos eróticas, bajo la pestaña ‘Cicciolina Make Art’, muestra su reciente trabajo pop. Se trata de una serie de retratos en los que se la puede ver emulando ‘El nacimiento de Venus’, de Boticelli (por supuesto, con la misma poca ropa que su protagonista original) o saliendo de otra concha (también desnuda) ante el letrero de Hollywood.

Pero esta mujer que empezó su carrera como modelo a los 13 años no vive sólo dedicada al arte. Actualmente, busca un editor español para su última autobiografía ‘Per Amore e Per Forza’. «Es un best seller, una gran oportunidad». Y, además, hace bolos por las discotecas con su música Love Tour e intenta lanzar su propio perfume homónimo. «Como ves, Cicciolina nunca deja de sorprender».

Protagonista de más de una veintena de películas porno (la mayoría a las órdenes de su descubridor, Riccardo Schicchi), Cicciolina se retiró del género en 1993 con Pasión indecente. Sin embargo, aunque le queden dos años para cumplir los 65, esa edad en la que todo español sueña con dejar de trabajar, ella aún quiere rodar una última película X. Así se lo explicó al portal italiano quotidiano.net hace unos meses cuando le preguntaron al respecto . «Sí, mi última película. Quiero hacer un regalo a todos mis fans. No un porno cualquiera, sino un porno de autor, con una historia interesante, una bella fotografía, buena música…». Una pena que Lars Von Trier no la tuviese en cuenta para ‘Nymphomaniac’.

Con quien no rodará de nuevo es con el otro gran mito pornográfico de italia, Rocco Sifredi. Pese a los buenos ratos que pasara con él frente a la cámara, la actriz está enfadada con su compañero después de que éste le dedicase palabras poco amables durante su paso por La isla de los famosos. «Ha hablado mal de mí muchas veces con periodistas. (…) En el funeral de Ricardo Schichi le dije que dejase de hablar mal de mí. Lo hicimos famoso Ricardo y yo, él era un chaval con apenas una primera experiencia. Creímos en él y ¿cómo nos lo paga?», expresó al portal indignada.

Ludwig, su único amor

Para consolarse de los sinsabores de la vida, como toda buena ‘mamma’, Cicciolina tiene al lado a su hijo, Ludwig Maximilian. Este joven de ojos azules con nombre de príncipe bávaro es el fruto de su breve matrimonio con Jeff Koons (estuvieron legalmente unidos de 1991 a 1992), es decir, el niño que originó una encarnizada batalla judicial entre el provocador artista y su musa para regocijo del papel cuché internacional. La historia era muy jugosa. Poco después de nacer, Cicciolina abandonó Nueva York, donde residía con Koons, y se llevó al pequeño a Italia. Ambos estuvieron batallando por su custodia legal en un pleito que consumió gran parte del patrimonio de la actriz porno. «Como él vendió un montón de fotos de sexo explícito de cuando estábamos casados, se ha podido pagar los mejores abogados», se quejó entonces la actriz en las páginas de EL MUNDO.

La guerra de ambos por Ludwig incluyó el secuestro del niño, primero por parte de Koons, quien se lo llevó de Ecuador, adonde el pequeño había acudido a acompañar a su madre en un show erótico, y luego por Cicciolina, quien en 1994 se lo llevó del apartamento en el Upper East Side del artista. Esto le costó una condena a prisión de ocho meses en 2001.

Ahora, Ludwig tiene 23 años y en 2009 volvió a reunirse con su padre tras cinco años sin verlo por decisión de Cicciolina. El joven, que quiere ser actor (convencional), se ha mantenido al lado de su madre y ésta asegura que está encantada con su novia, la modelo y actriz Soraya. «Vivimos en un ático rodeado de naturaleza en una zona muy tranquila en la periferia de Roma». Suegra, nuera y Ludwig han llegado a posar juntos para la revista Chi, propiedad de Berlusconi (¿de quién si no?).

Por su parte, el corazón de Cicciolina sigue sin dueño. Defensora del amor libre, no se ha casado por tercera vez (antes que con Koons pasó por el altar con un italiano que le dio la nacionalidad). «Le he dicho que no a hombres que sólo querían llevarme a la cama para ganar dinero«, confiesa a LOC.

Hace justo una década que posó por última vez para la portada de Playboy (concretamente, para las ediciones México, Serbia y Hungría) pero, como ha demostrado en la espectacular fiesta de Givenchy, mantiene intacto su halo de estrella y el mundo de la moda sigue reivindicando su figura (en 2003 Miranda Kerr le rindió homenaje con un posado que recreaba sus fotos). Cicciolina asegura que sólo le da miedo una cosa: la muerte. Pero ella ya es eterna, es un icono pop.

Fuente: www.elmundo.es