Santa Cruz. Gobernador Costas estudia reunión con los chiquitanos

 

El gobernador dijo que las demandas de indígenas deben ser resueltas primero por la Asamblea departamental.
 la huelga se mantiene los indígenas se crucificaron, se sacaron sangre y ahora están sin comerLa huelga se mantiene los indígenas se crucificaron, se sacaron sangre y ahora están sin comer. FUAD LANDÍVARCostas no descarta reunión; indígenas piden revocatorioEL DEBER, Santa CruzEl gobernador dijo que el tema debe ser resuelto primero por la Asamblea Legislativa y señaló que la movilización tiene un tinte político. Los marchistas insisten en una reunión con élCinco días después de que la marcha indígena chiquitana llegara a la capital cruceña, el gobernador Rubén Costas se pronunció sobre el tema. Dijo que este movimiento tiene tintes políticos, que los verdaderos representantes chiquitanos no son los marchistas y que sus líderes deben reunirse primero con la Asamblea Legislativa Departamental, aunque dejó abierta la posibilidad de que en algún momento pueda sentarse a tomar un café con ellos.Mientras tanto, los movilizados continúan con sus extremas medidas. Ayer eran 12 las personas en huelga de hambre, cinco mujeres.Por la mañana, algunos de los huelguistas se sacaron sangre para escribir en un cartel la nueva demanda que plantearon contra el gobernador: un referéndum revocatorio.Alicia Alegre, vocera de los huelguistas, dijo que sus compañeros están molestos por la falta de atención del gobernador y declaró que ahora suman a sus pedidos de modificar la forma de distribución de las regalías y hacer mejoras en el estatuto autonómico, la solicitud de revocar el mandato de Costas, que fue reelecto como gobernador en marzo con más del 50% de los votos para la gestión 2015-2020.Apoyos y el día a díaMientras las posiciones entre la dirigencia de los marchistas y Costas siguen inalterables, las más de un centenar de personas que están en las puertas de la Gobernación sienten las consecuencias de haber caminado durante 29 días y estar durmiendo a la intemperie desde hace cinco días.Pasan la noche en campings, acomodados a lo largo del ingreso del edificio. Tienen por colchones frazadas que trajeron desde sus comunidades. Algunos pocos usan colchonetas de esponja y los que no pensaron que la protesta durara tanto, deben conformarse con algunas colchas para el piso y para el cuerpo. El agua para cocinar o asearse también es un problema, ya que dicen no contar con un punto fijo para proveerse. Los baños son otro tormento, puesto que algunas mujeres dicen que por las noches deben usar las calles cercanas a su punto de vigilia para hacer sus necesidades fisiológicas.La Gobernación les ofreció usar las instalaciones para estas necesidades, pero los marchistas lo rechazaron calificándolo de falso.En medio de esta situación, que mantiene a los marchistas comiendo de una olla común que se sustenta con el apoyo de algunas instituciones, la Asociación de Municipios de Santa Cruz (Amdecruz) les hizo llegar una carta de apoyo a sus demandas, en la que advierten a Costas que de persistir en su negativa a reunirse con ellos, representantes de más de 12 alcaldías podrían movilizarse.