Macri y el futuro de las relaciones con Bolivia

Marcelo-Ostria-Trigo1Marcelo Ostria TrigoBolivia tiene como vecinos a los dos países más extensos y poderosos de América del Sur: Argentina y Brasil, cuya influencia es innegable. Por ello, es importante para Bolivia tener amistad y buenas relaciones —tanto con estos países como con todo el mundo— y no basar su relacionamiento en la cercanía ideológica entre regímenes.Sin embargo las consideraciones ideológicas predominaron: Primero con el régimen de Néstor Kirchner y luego con el de su esposa, Cristina Fernández de Kirchner. Ahora este período ha concluido, y el nuevo mandatario, Mauricio Macri, ya anunció que en la política exterior argentina que seguirá su gobierno se incluye la exigencia de “aplicar a Venezuela la cláusula democrática del tratado del Mercosur”. El mandatario electo denunció que “Venezuela (la que fue aliada del kirchnerismo) persigue a los opositores y no respeta la libertad de expresión”. También anunció que se propone derogar el memorándum firmado con Irán sobre el atentado al centro comunitario judío AMIA de Buenos Aires, que en 1994 dejó 85 muertos —seis de ellos ciudadanos bolivianos.El populismo latinoamericano sabe que el nuevo presidente argentino rechaza sus prácticas antidemocráticas. La televisión estatal venezolana vino descalificando insistentemente la candidatura del ahora mandatario electo Mauricio Macri, y el presidente de Bolivia, en una nueva demasía, antes del balotaje del 22 de noviembre, dijo “Yo no podía creer que casi perdemos (en la primera vuelta), yo estaba seguro de que iba a ganar por más”. “Pero ahora tenemos como desquite la segunda vuelta que esperamos que gane Scioli para seguir este proceso de cambios”. “Espero que en esta segunda vuelta nos vaya bien. Tengo mucha esperanza y confianza en los militantes revolucionarios”. Y luego fue más allá: “Habrá conflictos si Macri gana en Argentina”, dijo.Lo anterior solo es comparable con las bravatas de Chávez y Maduro. Y, por supuesto, constituye una intervención en la política interna de otro país. ¿Será que el nuevo gobierno argentino, dejará pasar por alto tan inamistosa declaración?Por lo pronto el presidente Macri ha decidido una acción vigorosa contra el narcotráfico que afecta a la Argentina; y hay propuestas que podría seguirlas, como la de Sergio Massa —el otro candidato opositor que resultó tercero en las elecciones de octubre pasado—, que expresó: “Nuestras fronteras tienen absoluta vulnerabilidad para el narcotráfico, en este caso en Aguas Blancas (frontera con Bolivia), hay un paso legal y a los 200 metros uno paralelo. En realidad lo que vemos es que se utiliza la necesidad de muchos salteños (…) para el paso de drogas…”. “Seguimos planteando la necesidad de que las fuerzas armadas acompañen a la gendarmería en el cuidado de fronteras, de que tengamos Ley de Derribo, (cadena) perpetua para narcotraficantes y sobre todo una firme decisión como país y como Estado de declararle la guerra al narcotráfico”. Ciertamente se refirió a la vecindad con Bolivia.Con estos antecedentes: el apoyo del presidente de Bolivia a un candidato, hoy perdidoso y afín a su línea política, obviamente no será bien recibido por el nuevo gobierno argentino, y no podrá esperarse, si no hay en el gobierno de Bolivia propósito de enmienda, que la nueva administración gubernamental argentina tenga buena disposición para desarrollar relaciones fluidas y productivas con nuestro país.Este es un caso en que la política, usada agresivamente contra imaginarios enemigos, interfiere intereses que pueden ser compartidos. Esto es preocupante. Habrá que tomar en consideración que la Argentina es un importante comprador de gas boliviano que, pese a la baja de su precio en el mercado internacional, sigue siendo un producto en el que se basa la economía nacional.Hace ya más de sesenta años, se estableció como base de nuestra  política exterior la concepción —formulada don Fernando Guachalla— de que Bolivia debe ser “país de contactos y no de antagonismos”. Fue la época en que se buscó relaciones productivas con todos sus vecinos, y se lograron progresos. La confrontación que fue funesta para el país y debía ser superada en el ánimo y en la conducta. Hoy, en cambio, se acentúa una política agresiva que ciertamente va aislar aún más a Bolivia. Y conste: lo de la Argentina es sólo un caso representativo de esta tendencia que puede hacer que las oportunidades se pierdan y así se dañe nuestra economía.El Periódico – Tarija