Te contamos todo sobre la ortorexia, la obsesión por la buena alimentación

Cuidar la salud y mantener una buena alimentación es algo positivo. Sin embargo, obsesionarse con ello, como con cualquier otra cosa, se convierte en un problema.

En este caso, la obsesión por cuidar la alimentación se conoce como ortorexia y se trata de una verdadera enfermedad que puede provocar importantes trastornos en la vida de quien la sufre.

La ortorexia: un problema casi desconocido



Otras enfermedades relacionadas con la alimentación como la anorexia y la bulimia son más conocidas que esta enfermedad; el desconocimiento de la ortorexia provoca que algunas personas no se sientan enfermas. Es decir, consideren normal su situación. Sin embargo, cuando un trastorno u obsesión nos impide llevar una vida normal, se trata de un problema que se debe consultar con un especialista.Aunque no todo el mundo que resulta meticuloso con su alimentación sufre de ortorexia, cuando empiezan a aparecer privaciones, no se come ni siquiera en ocasiones cosas que no pasen por el filtro de lo sano, o nos encontramos con individuos que comienzan a aislarse de quien no sigue una vida sana al dedillo, podrían aparecer los primeros síntomas de esta enfermedad.

Trastornos que provoca la ortorexia

Muchos de los que sufren ortorexia llevan su trastorno en silencio. Solo su entorno más cercano, aquel que puede vivir su alimentación diaria puede darse cuenta de lo que ocurre.

Al mismo tiempo, este trastorno alimenticio provoca aislamiento ya que la comida es una manera de socializar. Estas personas, la mayor parte de las veces rechazan este tipo de invitaciones porque no quieren saltarse sus hábitos, hábitos que han dejado de ser saludables para convertirse en una obsesión.

Como ocurre con otras enfermedades relacionadas con la alimentación, se pueden producir carencias en la dieta, al eliminar muchos alimentos que los ortoréxicos consideran negativos para su salud. El tratamiento requiere de atención psicológica, pero también de un cambio de chip en cuanto a la preparación de las comidas diarias.

Aunque comer de forma saludable sea positivo, obsesionarse con ello no trae nada bueno. Quien sufre la ortorexia llega al punto de odiar la comida, o incluso sentir repulsión por aquella que no cumple sus estándares habituales de medida.

Fuente: www.imujer.com