Poco después de anunciar su retirada con la publicación de un poema titulado Querido baloncesto, Kobe Bryant se enfundó la camiseta dorada de Los Angeles Lakers y saltó a la pista para enfrentarse a los Indiana Pacers.
Un partido especial para Bryant, que terminó de la peor de las maneras, con el 24 angelino jugándose el tiro decisivo y ejecutando un airball, es decir, un tiro que no tocó ni aro.
Aunque bien es cierto que poco antes acercó a su equipo a un punto con un triple que sí entró, la realidad es que no fue su mejor noche: 4 de 20 en tiros, 13 puntos en su casillero final y derrota ante los Pacers (103-107).
TE PUEDE INTERESAR
Fuente: huffingtonpost.es
Fuente: huffingtonpost.es