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No se hizo nada para impedir el corte. Vecinos apoyan a dueños del predio. ‘Crónica de una tala anunciada’, así, parecido al nombre de la novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, se puede resumir la desaparición del bosquecillo de un terreno de 20.000 m2 situado en la avenida Roca y Coronado y cuarto anillo, donde además hay una vigilia de vecinos del barrio Señor de los Milagros que apoya la acción de los dueños del terreno, aduciendo que el lote era un nido de malvivientes.Pese a las advertencias hechas por los defensores del medioambiente mediante las redes sociales, las autoridades no hicieron nada por frenar la depredación de este predio que está dentro del área de influencia del cordón ecológico del río Piraí, el cual alberga especies arbóreas nativas como curupaú, toborochi y motacú; además de fauna silvestre.El gobierno municipal, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, informó de que no se autorizó ninguna tala de árboles en el lugar.FunestoEn marzo de 2013 comenzó la depredación del lote cuando fueron cortados más del 50% de los árboles que tenía. A través de las redes sociales se hizo la denuncia. La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra y la Defensoría del Pueblo lograron paralizar la deforestación en 2013, la que se reinició en enero de este año, terminando de talar en Carnaval.El Código de Urbanismo (artículo 41, capítulo 2) prohíbe la tala de árboles, aunque se hallen dentro de un predio privado. Además, dentro de la Ley Municipal de Conservación de Árboles se contemplan infracciones gravísimas, como lo sucedido en este terreno, donde la multa a las grandes empresas, por cada árbol afectado, es de cinco a siete salarios mínimos; asimismo, si son especies nativas, deben reponer 10 ejemplares en espacios públicos a designarse.
Fuente: Red Uno, El Deber