Derrota de Morales lo obliga a cambiar estrategia para extender su proyecto político

El triunfo del No dejó ‘el principal mensaje(..) de la unidad, es decir que el camino de la unidad es el que necesita Bolivia’, según Doria Medina.

AFP / La Paz



Con su primera derrota electoral a cuestas, el presidente boliviano Evo Morales, está obligado a cambiar de estrategia para garantizar su proyecto político más allá de 2020, cuando termine su mandato, luego de que un referendo le negó una nueva postulación para un cuarto período. Morales, que aún mantiene incólume su poder con un dominio pleno del Congreso, que le permite seguir con sus reformas, deberá administrar su derrota, recontar daños y buscar, junto con su partido el MAS (Movimiento al Socialismo) un discurso que recupere la confianza y busque consensos, según analistas.

En un agónico escrutinio oficial, al 99,72% de actas computadas, el No alcanzó un 51,30% frente a un 48,70% del Sí, una situación irreversible. El voto rural y campesino cerró las brechas y por un momento hizo creer al gobierno que conseguirían el triunfo. El resultado despertó el festejo de grupos en algunas ciudades como La Paz, y en los bastiones opositores de Sucre, Potosí y Santa Cruz. Pese a la aparente polarización, había calma. «Hoy está el país dividido, pero es temporal.

También dependerá del liderazgo de Morales, del partido de gobierno y de la oposición para que esta polarización solo sea coyuntural y el gobierno gobierne y la oposición lo deje gobernar», consideró el profesor de ciencias políticas, Carlos Cordero. El triunfo del No dejó «el principal mensaje(..) de la unidad, es decir que el camino de la unidad es el que necesita Bolivia» para desalojar la propuesta de Morales, dijo el líder opositor centrista, Samuel Doria Medina, derrotado dos veces por el gobernante en presidenciales y consciente de que la oposición no ha mostrado la unidad suficiente para ser alternativa.

Por lo pronto, Morales, quien seguramente comparecerá ante la prensa este miércoles, no ha variado su agenda diaria. Como todas las semanas desde hace diez años, iniciará su trabajo a las 5 de la madrugada con una reunión con su gabinete. Por la tarde seguirá entregando obras. – Primera gran derrota -Morales, de 56 años, comenzó a gobernar en 2006 tras arrollar a la oposición en las urnas con el 54% de los votos, y revalidó el cargo dos veces consecutivas, por la misma vía electoral: en 2010, luego de obtener el 64% de apoyo, y en 2015 con el 61% de los sufragios.

La Constitución aprobada en 2009, impulsada por el propio Morales, creó la figura de la reelección por una sola vez de manera continua, por gestiones de 5 años, es decir para los dos periodos siguientes: 2010-2015 y 2015-2020. Para una nueva postulación, Morales necesitaba un nuevo cambio de la ley fundamental que, esta vez, no consiguió. Se trata de la primera gran derrota directa que sufre, con diez años en el poder y a quien aún le quedan tres años más al frente del país. Morales lleva el récord del presidente con mayor tiempo en el poder en Bolivia.

«El gobierno debería convertir esta derrota en victoria, ¿cómo? sentándonos entre todos para concertar una agenda anticrisis económica, fíjese lo que le pasó a Venezuela que no hizo una agenda y cómo está ahora», consideró el sociólogo Iván Arias. – Golpe al socialismo -El revés de Morales se suma a otros que han sufrido sus pares ideológicos que buscaban extenderse en el poder, como el caso de los Kirchner en Argentina y de la derrota del oficialismo en Venezuela, en las elecciones legislativas de diciembre pasado. También está el desistimiento anunciado por el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, de ir por otra elección.

«Es una nueva derrota para el llamado ‘Socialismo del Siglo XXI’, que irrumpió en la región hace 18 años, bajo el liderazgo del difunto Hugo Chávez, que tuvo su momento de gloria en la década pasada e inicios de la presente», consideró el internacionalista peruano y profesor universitario, Francisco Belaunde. En las últimas semanas la situación se complicó para el mandatario indígena, acusado de favorecer a la empresa china CAMC, en la que su expareja Gabriela Zapata trabaja como gerente comercial.

La firma logró contratos públicos por unos 560 millones de dólares en Bolivia y el caso es investigado en el Congreso. Morales rechazó las acusaciones. También se vio golpeado por un escándalo que involucra a líderes campesinos, algunos cercanos a él, investigados por un fraude de 2,5 millones de dólares a un fondo de fomento.

Vulnerable pero aún fuerte

Para la consultora de riesgo político Eurasia Group, Morales sigue siendo relativamente popular y tiene el tiempo suficiente para ungir a un sucesor o intentar una nueva reforma constitucional para incluso tratar de presentarse a un cuarto mandato. Para ello deberá aglutinar a su partido el MAS y evitar una pugna por ver quién lo sucederá. Sobre todo porque también la oposición quiere sucederlo.

Morales mantiene un respaldo cosechado en buena medida porque impulsó el crecimiento del país, tras nacionalizar los hidrocarburos en mayo de 2006, en manos hasta entonces de una docena de compañías extranjeras, y abultó los ingresos del fisco. «Con estos resultados no se cae el gobierno, pero el presidente tendría que hacer una evaluación de los temas que necesitan atención, como los internacionales como los contratos (de gas) con Brasil, la demanda marítima (contra Chile), donde el país confía aún en el liderazgo de Evo Morales», consideró por su parte el cientista político Cordero.


Fuente: paginasiete.bo