El reciclaje fue parte del corso

Un mes le tomó a la familia García elaborar sus trajes de diablo con bolsas plásticas de frituras y discos compactos en desuso para presentarse en el Corso Infantil de La Paz, en el que los participantes promovieron el cuidado del medio ambiente.

“Hubo mucha participación de gente que recicló plásticos, latas de cerveza; las familias compartieron. Más de 10.000 niños participaron”, señaló el secretario municipal de Culturas de la Alcaldía, Andrés Zaratti.



El corso empezó cerca de las 11.00, cientos de familias se dieron cita en la Plaza Mayor de San Francisco y desfilaron por las avenidas Mariscal Santa Cruz y 16 de Julio para concluir en la Plaza del Estudiante. “Quisimos reutilizar los envases, y así lo hicimos, por eso nos vestimos de diablos. La idea fue de una de las niñas”, relató Gladys García, quien bailó con su familia.

Anahí Pozo, una niña de cinco años, vestía de chola con un traje hecho de bolsas plásticas de leche, según explicó su padre Franz Pozo. Su hermana llevaba otro vestido de dama antigua y un paraguas del mismo material. “Mi esposa los elaboró, consumíamos la leche y guardamos las bolsas. Hay que reciclar”, aseguró.

Otro de los disfraces reciclados fue el de Wendy Daza, de seis años. Su madre, Margoli Mamani, realizó su vestido de dama antigua solo de papel. También hubo niños vestidos de Pinocho con trajes de tubos de papel higiénico y otros vestidos de canguros hechos con cartón prensado.

“Los animales merecen respeto y deben preservarse”, indicó Jimena Vargas, una madre que acompañó a su hijo de cuatro años, quien vestía un  disfraz hecho con goma eva simulando ser Blu, un guacamayo que es el personaje principal de la película de animación Río.

Otros disfraces creativos de las familias o comparsas también brillaron en el desfile. Es el caso de la familia Cabrera, en la que el padre se vistió de cocinero, y la hija y la madre de pedazos de pizza.

“Las barajitas carnavaleras” de la familia Zapana también participaron, todos estaban vestidos de un juego de naipes. Quienes se lucieron con acrobacias y volteretas fueron menores de edad de una escuela de gimnasia que estaban disfrazados de pepinos y fueron el deleite del público y el jurado.

Todo iba bien hasta que, cerca de las 13.00, se produjo una estampida luego de que alguien gritó que un edificio en construcción en la calle Loayza y El Prado se caía. Ese rumor fue falso y no hubo heridos, contó Zaratti. “Fue una falsa alarma, esta persona se confundió. Esta avalancha de gente hizo caer varias cosas. Ese rumor se propagó, paramos el corso y después de 15 minutos lo reanudamos”, indicó.

Santa Cruz vivió su  Carnaval a lo grande

Colorido, alegría, belleza fueron nuevamente la característica de la fiesta

Iván Condori – Santa Cruz

El cambódromo de Santa Cruz fue el escenario en el que las cerca de 150 comparsas mostraron su alegría en una colorida presentación. Al son de la música tradicional, la Fiesta Grande de los cruceños fascinó a miles de espectadores.

A las 19.00 empezó el corso, Cambas Renovados y el Ballet Metahori fueron los primeros en hacer su paso. La comparsa Pichones, con su reina Valeria I, mostró un carro alegórico adornado con motivos de aves.

El vicepresidente Álvaro García y el ministro de Autonomías, Hugo Siles, además del actor Edward Norton acompañaron a las autoridades locales en esta fiesta.

Tradición. Los carretones con ruedas de madera jalados por un par de bueyes, cargados con productos agrícolas y las reinas que lucían su tipoy colorado y las faldas confeccionadas de tocuyo contagiaron su alegría a la gente que se dio cita y marcaron el inicio del Carnaval en las ciudadelas de Santa Cruz.

La tamborita y la banda le pusieron sabor a una tarde calurosa con algunos nubarrones que amenazaban convertirse en aguacero, al final se impusieron los rayos del sol que invitaron al espectador a buscar sombra bajo algún árbol para disfrutar el espectáculo.

Fuente: la-razon.com