Luis Revilla: «El No va a obligar a la oposición a construir proyectos políticos serios»

El también alcalde de La Paz admite que lo mejor que le puede pasar al MAS es que gane el No para que busque nuevos liderazgos al margen de Evo. No confirmó si piensa presentar una candidatura nacional en 2019.ANF.ANF / Página Siete / La PazANF.- Faltan pocos días para el Referéndum y hemos visto que la campaña mediática del Sí ocupa gran parte de la programación de los medios del Estado donde altos funcionarios del Gobierno nacional piden explícitamente el voto. ¿Cómo evalúa el rol del Tribunal Supremo Electoral, que aún no ha derivado estos casos ante la Contraloría por el uso indebido de bienes públicos para campaña electoral?Luis Revilla (LR).- Tengo dudas sobre el Tribunal, no solamente por estas acciones que no terminan de resolverse, sino por otras cosas más complejas. El Tribunal nunca debió haber permitido que otro poder del Estado como el Judicial le diga lo que tiene que hacer. En material electoral, el TSE es la última instancia de decisión. Estas acciones nos dejan con preocupación. Nosotros estamos atentos y vigilantes ante cualquier tipo de situación que ponga en tela de juicio el proceso electoral.ANF.- Una de las decisiones del Tribunal Constitucional fue levantar la limitación de los 15 minutos en la retransmisión de entregas de obras durante la campaña. ¿Cree que ha habido presiones al TC?LR.- Más que presiones, hay magistrados del Tribunal que tienen militancia política. Hemos visto a uno de sus miembros hace semanitas en entrega de obras con autoridades del Gobierno. Está claro que tienen afinidad política y algunos miembros del TC han respondido a esa militancia sabiendo que esa medida al único que beneficia es al Gobierno, que tiene todos los recursos a su disposición.ANF.- El oficialismo se está esforzando por ponerle rostros al No. Y no rostros ciudadanos, de la sociedad civil, sino de políticos que no están en el país e incluso tienen temas pendientes con la justicia. ¿Cómo ve esa postura del MAS?LR.- Esa campaña esta dejándole de funcionar al Gobierno, la gente no es tonta, sabe que Sánchez de Lozada no va a venir aquí a hacer campaña. Si vuelve es para responder por sus actos ante la justicia. Incluso se ha afirmado que algunas organizaciones de la oposición recibían recursos. Ellos nos siguen todos los días, escuchan todas nuestras conversaciones telefónicas, qué revelen lo que tienen si es que tienen alguna prueba. Ningún político en el país por más de derecha que sea, le agradaría en ese momento tomarse una foto o tener relación con estos prófugos de la Justicia. No lo creo.ANF.- ¿Qué escenarios se generarían si gana el Sí el 21 de febrero, o por el contrario sí gana el No?LR.- Si gana el Sí me temo que estos sectores autoritarios, intolerantes y poco democráticos que existen en el Gobierno se van a empoderar, y entonces van a pensar que el tema del Fondo Indígena es un detalle, y que todo en realidad se está haciendo de manera adecuada. Lo peor que va a ocurrir es que el MAS no se va a renovar como proyecto político, que no se queden en solamente un liderazgo que es muy importante pero que agota el proyecto político. Si gana el No, va a ser bueno para el MAS porque lo va a obligar a pensar en su proyecto más allá del presidente Evo Morales. A las organizaciones de oposición les va a obligar a construir un proyecto político serio, porque en las anteriores elecciones muchos candidatos se han presentado solo para tener diputados. Ahora se van a tener que plantear el reto de construir algo con seriedad, que pueda ofrecerle algo al país, una alternativa.ANF.- La oposición va a jugar un rol crucial tanto si gana el Sí como el No. ¿Cuál va a ser el papel de Luis Revilla a 2019?LR.- Yo no lo sé, es futurología en cualquiera de los dos escenarios. Lo que sí sé es que hemos decidido que vamos a trabajar para consolidar la presencia de nuestra agrupación a nivel nacional y para construir un proyecto político alternativo, pero siendo sinceros eso puede durar cinco años, 10 años, es una tarea muy difícil.ANF.- No ha pasado ni un año de las elecciones subnacionales, donde se le vio con el gobernador Félix Patzi en una alianza electoral. Sin embargo esta campaña la están haciendo por separado ¿Qué ha ocurrido con esa alianza, no era tan sólida como parecía al principio?LR.- En realidad no estamos trabajando separados, todo lo contrario. En este momento nuestros equipos de trabajo están juntos organizando el control electoral en las 20 provincias. Le agradezco a Félix haber tenido la sinceridad y transparencia de haberme dicho que él estaba construyendo su proyecto. Yo le dije nosotros estamos concentrados en esto, pero eso no puede significar que no podamos trabajar juntos. Respeto profundamente su decisión de construir una candidatura a 2019 y eso no afecta en absoluto a nuestro relacionamiento. En 2019 la gente decidirá si es una opción alternativa.ANF.- ¿En qué puntos está de acuerdo con Félix Patzi y en cuáles no?LR.- Estamos de acuerdo en que no se debe modificar la Constitución. Quizá un punto divergente aunque no lo hemos hablado explícitamente y yo respeto las decisiones de Félix es que cualquier otro tema que no sea evitar la modificación de la Constitución puede distraer el fondo de la cuestión. Félix cree que es un buen momento para presentar una candidatura. Yo respeto esa decisión, es su criterio, y el hecho de que no lo compartamos no nos va a molestar ni alejar en absoluto.ANF.- De acuerdo a las últimas encuestas el Sí y el No están casi parejos en la aceptación ciudadana y hay un 20% de indecisos ¿Qué factores pueden inclinar la balanza a favor del Sí o del No en esta última recta?LR.- Estoy preocupado por la votación en el exterior, yo creo que la decisión en el país está tomada. Va a ganar el No. Pero creo que las diferencias o los pequeños márgenes pueden estar vinculados a la votación en el exterior, por una razón sencilla. El padrón entre 2014 y hoy se ha incrementado. Todos tenemos que garantizar que los resultados de esas mesas electorales reflejen la decisión ciudadana tanto dentro como fuera del país.