Sin cuchuqueras

adolfomierPor Oso Mier

Nadie en el mundo debe creer que, en nuestra ciudad, nunca se respeta las luces del semáforo, que las rayas de cebra no sirven para nada, que el peatón tiene que ir rezando y corriendo a la vez para cruzar una vereda. Que en nuestro carnaval, por ejemplo, la gente se divierte bailando, cantando, brindando y de yapa pringándose la cara con barro, con pintura y otras cosas más que no las menciono para que no espantar turistas. Las paredes no se salvan. Son reumáticas, porque la gente se orina apoyadas en ellas y tienen acné porque, sin que mediara razón alguna, las pintarrajearan como si fueran de un pueblo enemigo.

Hay otros temas más especiales que no se si serán temas de atracción o de pavor. Hay veces que si llegas o sales del país, en inmigración hay una larga cola, cosa que ocurre en todos los aeropuertos del mundo pero que se disipan rápido porque hay 30 empleados que atienden al público. Nosotros no tenemos tanto, pero a veces, hay uno o dos solamente, porque los otros seis restantes son enviados a recibir a los que llegan dejando varados a los que salen o viceversa, juego muy popular en nuestro medio.



Conocer la parte histórica de nuestra ciudad, empieza cuando tomas un taxi. Es viejo, descuajeringado, sucio, no siempre tiene vidrios y si tienes mucha suerte tiene aire acondicionado. No será nada original si los conductores estén uniformados, como pasa en otras partes del mundo.

Lo bueno es nuestra gente, siempre dispuesta a brindar generosamente buen trato al visitante, pero esa misma gente es la que bota basura desde su flamante vagoneta o desde el micro, que resulta ser un transporte público con comedor incluido ya que la gente aprovecha de alimentarse, dejando la basura a su paso, como Hansen y Gretel, en el viejo cuento que ya no lo relato a mis nietos, porque preguntan ¿y no tenían un Iphone para comunicar a sus padres?

Los mortales que carnavaleamos activa o pasivamente tenemos una vez más, la oportunidad de demostrar el amor por nuestra tierra, bebiendo con mesura, no ensuciar la ciudad, conducir con prudencia, no pintarrajear las paredes y llevar preservativo para forrar el celular. A ver si este año, no nos volvemos a aplazar.