Lula, Lula, ¿qué estás haciendo?

ALVARO-RIVEROS-OKÁlvaro Riveros TejadaEn medio de esta insufrible serie de culebrones que pinta el desmoronamiento de los sistemas populistas instaurados desde hace 15 años en el continente, bajo la égida del Foro de Sao Paulo, del cual Fidel Castro y Luis Inazio Lula da Silva son sus creadores, uno de los capítulos más electrizantes ha sido la pantomima protagonizada por el líder obrero de marras, al tratar de irrumpir en un ministerio infringiendo su mítica sentencia, expresada al acceder a la presidencia del Brasil: “Los pobres cuando roban van a la cárcel, los ricos cuando roban buscan un ministerio” y para blindarse contra los decretos del juez Sergio Moro, a quien las FF.AA. del Brasil acaban de condecorar sugestivamente, con la Orden del Mérito Cívico y lo han puesto bajo su protección, como a toda su familia.Aún suenan en nuestra memoria las enseñanzas que, con aire quijotesco, un día de enero de 2009 vino a impartir a nuestro mandatario, imitando uno de los consejos a Sancho, cuando asumía  el gobierno de la isla Barataria: “Evo, en este momento tú tienes que dar los grandes ejemplos, con la humildad que tienes, la mejor arma para enfrentar la adversidad es la paciencia, el no jugar el juego de los adversarios, el no pelearse con la prensa y no hacer política a través de los medios”.Al parecer, la impaciencia fue precisamente la que traicionó al maestro tornero; su angurria de poder, su fiebre de poseer bienes materiales, y el fácil alcance de ese mundo de frivolidad que demagógicamente rechazaba, supuso inmiscuirse en los más inicuos actos de corrupción, que son la base por la que está siendo encausado el sabio consejero y que ha cundido como un cáncer que ha hecho metástasis en varios países de la región, donde se planeaba la construcción de mega obras, como el camino al Tipnis, cuyo sobreprecio está siendo investigado por las autoridades judiciales brasileñas. Es ahí donde radica la famosa diferencia entre los derechistas y los izquierdistas, ambos aman la plata, con la diferencia que los primeros saben generarla y reproducirla y los otros sólo atinan a gastarla.Lo curioso de esta debacle es la similitud de las causas de la caída de estos regímenes del Alba, cuyos delitos son el común denominador entre ellos, como los del ex mandatario paraguayo y ex cura fornicario, Fernando Lugo, cuya caída fue decretada por su sexo manía, que le valió el peyorativo apodo de “padre de la patria”. La procacidad de Lula cuando invoca la defensa de las mujeres de su partido, para que se manifiesten contra el Fiscal que lo imputa, ha causado indignación en las mujeres brasileñas y de diversas partes del mundo “¿Dónde están las mujeres de clítoris duro de nuestro partido?” Finalmente, su velada amenaza de gallo viejo, dirigida a amortiguar su caída: “soy como la víbora que apenas le cortaron la cola pero la cabeza sigue viva”.A ello se suma su compulsivo deseo de eternizarse en el poder y el disfrute abusivo de los recursos del Estado, como en el caso de Venezuela, donde el inmaduro mandatario no quiere convencerse de que su popularidad ha tocado fondo, junto a su extrema  ineptitud, o el de la protegida de Lula, Dilma Rouseff, cuyo lúgubre destino se aproxima cada vez más y más a su mentor y predecesor, extremos que nos obligan a preguntar: Lula, Lula ¿qué estás haciendo?