La presión fuerza a los directivos de Volkswagen a ceder parte de sus bonos

Los ejecutivos cobrarán premios millonarios en un año en el que el dividendo se reducirá al mínimo

El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, y el de su Consejo de Supervisión, Hans Dieter Pötsch, en una rueda de prensa en Wolfsburgo (Alemania) en diciembre de 2015.

El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, y el de su Consejo de Supervisión, Hans Dieter Pötsch, en una rueda de prensa en Wolfsburgo (Alemania) en diciembre de 2015. TOBIAS SCHWARZ AFP

La pelea por los bonos multimillonarios de Volkswagen se acerca a su fin. Hace semanas que los ejecutivos que llevaron al fabricante de automóviles a una crisis que ellos mismos califican de “existencial” luchan contra la opinión pública y parte de la empresa para embolsarse unas retribuciones pensadas, en teoría, para premiar a los buenos gestores. Tras una presión abrumadora, la empresa ha optado por una solución salomónica: los beneficiarios aceptan una reducción «sustancial» de sus sobresueldos, pero se niegan a eliminarlos.



El debate sobre los bonos llega en un momento clave. Volkswagen tiene ante sí dos citas importantísimas para recuperar la confianza tras el engaño masivo en los motores diésel: antes del 21 de abril deberá buscar un acuerdo con las autoridades medioambientales de EE UU para reparar los 580.000 vehículos afectados por el trucaje en ese país; y una semana más tarde presentará unos resultados lastrados por un escándalo que costará a la empresa varias decenas de miles de millones de euros y que traerá duras medidas de ajuste para los empleados. Los accionistas cobrarán además una retribución mínima. El diario económico Handelsblatt descarta la posibilidad de que este año se elimine el dividendo, y anticipa que estará entre 50 céntimos y un euro.Pero nada de todo esto ha parecido importar a personas como Martin Winterkorn, el anterior jefe de la compañía que estaba acostumbrado a ser el directivo mejor pagado de Alemania. En 2014, por ejemplo, cobró más 15 millones de euros, de los que la mayor parte correspondían a estos bonos variables. Winterkorn, obligado por el escándalo a dejar la presidencia de Volkswagen hace siete meses, aspiraba a un premio equivalente por su trabajo en años anteriores.Hans Dieter Pötsch, antiguo jefe financiero y desde octubre presidente del Consejo de Supervisión, pretendía cobrar unos diez millones de euros por haber abandonado antes de lo previsto su lucrativo puesto en el Consejo de Administración. Volkswagen no ha anunciado cuánto se recortarán los pagos, pero todo apunta a que las cifras seguirán siendo millonarias. «Se están discutiendo diversos modelos que derivarán en una reducción sustancial de las remuneración variable», señala la empresa en un comunicado. «Teniendo en cuenta la situación actual, se ha querido enviar una señal sobre las retribuciones de los gestores», añade.La reunión celebrada el lunes no logró cerrar un acuerdo sobre la cuantía de la parte variable de la remuneración de nueve miembros de la dirección. El Gobierno de Baja Sajonia, Estado donde tiene su sede la compañía y que es además su segundo accionista, ha presionado para que los beneficiarios renunciaran a los pagos “totalmente o al menos en gran parte”. Según las informaciones que trascendieron de la reunión, el máximo jefe, Matthias Müller, propuso reducir las cuantías en un 30%.Si se atiende a la literalidad de sus contratos, los directivos tendrían derecho a la totalidad del dinero. La explicación a este aparente sinsentido de premiar a los responsables de la situación crítica de la compañía es que estos pagos no están ligados a los resultados del año pasado, sino a los de ejercicios anteriores.Pero al margen de la solución final a la que se llegue, el debate sobre los bonos ya ha dañado la imagen de la compañía y de su dirección. “Volkswagen es un ejemplo espantoso de cómo una parte de la clase empresarial se ha distanciado de la sociedad y de sus propios accionistas”, aseguraba el martes en su primera página el Frankfurter Allgemeine Zeitung, que se preguntaba si la junta de accionistas no deberá reflexionar sobre si las personas que están al mando son las adecuadas.La polémica también ha servido para cuestionar esta forma de pago para ejecutivos. «No estoy en contra de que se retribuya así a los gestores exitosos. Pero en casos como el de Volkswagen habría que mirar la responsabilidad de estos en la marcha general de la empresa. Es necesario abrir este debate», asegura el economista y presidente del centro de estudios DIW Marcel Fratzscher.Fuente: elpais.com