Oficialismo dice que defensa del mandato de Rousseff «está comenzando»

La presidenta Dilma Rousseff durante una rueda de prensa en el palacio de Planalto. (Ueslei Marcelino/Reuters)

Brasilia.- El jefe del oficialismo en la Cámara de Diputados, José Guimaraes, afirmó este lunes que «la lucha» por el mandato de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, «solo está comenzando», tras el duro varapalo sufrido este domingo por el Gobierno.

«La presidenta está muy bien, muy optimista», declaró el diputado tras una reunión con Rousseff, un día después de que la Cámara Baja decidiera remitir el proceso que puede llevar a su destitución al Senado, que definirá si será sometida a un juicio político, señaló Efe.



Guimaraes intentó transmitir confianza en los próximos pasos del proceso, pero declinó comentar qué actitud tomará el Gobierno para enfrentar un escenario que tiene a Rousseff al borde de perder el cargo.

«Las estrategias no se divulgan. Estamos trabajando fuerte para revertir esta situación en el Senado», indicó el diputado, quien apuntó que la de este domingo fue «una derrota momentánea», que en parte atribuyó a «algunas traiciones, que son parte del juego».

La derrota en la Cámara Baja fue mucho peor de lo que cualquier proyección anticipó y el proceso contra Rousseff fue respaldado por 367 votos, que superaron en 25 la mayoría preceptiva de dos tercios.

Pese a ello, Guimaraes aseguró que el Gobierno «ganará la batalla en las calles», en las que sostuvo que «la conciencia democrática del país se está movilizando».

El Senado tiene previsto iniciar los trámites para dar curso al proceso este martes, cuando comenzará a discutir la conformación de una comisión especial de 21 miembros que analizará el caso y preparará un informe sobre la naturaleza jurídica de la acusación.

En tela de juicio están unas maniobras fiscales irregulares en las que el Gobierno incurrió en 2014 y 2015, que para la oposición suponen un «delito de responsabilidad», que es lo que se define en la Constitución como causa para la pérdida de un mandato.

El Gobierno, sin embargo, rechaza de plano esa acusación y, en el mejor de los casos, admite que pudiera haber cometido algún tipo de «falta» administrativa, que sería suficiente para la apertura de un juicio político.

La primera fase del trámite en el Senado concluirá en unos veinte días, cuando el pleno de la cámara decidirá si instaura el juicio político o envía la causa a los archivos del Parlamento.

Si se decanta por continuar el proceso, Rousseff será separada del cargo durante 180 días, que será el plazo que tendrá el Senado para la celebración del juicio político.

En ese caso, el cargo sería ocupado durante ese período por el vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que hace dos semanas rompió con el Gobierno y se posicionó a favor del impeachment.

Sin embargo, Temer también está bajo amenaza de ser sometido a un juicio político en la Cámara baja, debido a que, en su condición de vicepresidente, firmó algunos de los decretos que facilitaron las maniobras fiscales por las que se acusa a Rousseff.

Fuente: El Universal