Elecciones universitarias

NORAH SORUCONorah Soruco de SalvatierraA pocos meses de la elección de autoridades en la universidad pública cruceña es necesario hacer algunos apuntes, mucho más si ya se ve en el inicio de campaña la denominada ‘guerra sucia’, con acusaciones de actos amorales, buscando aniquilar al adversario, amén de actos proselitistas con alcohol y escándalos vistos en la anterior campaña. No hay nuevos candidatos, son los que están o los que estuvieron, con muy pocas excepciones, por lo que resulta remota la renovación, y aunque aún hay tiempo para ello, no se conocen ideas ni propuestas de un proyecto de universidad de cara al desarrollo científico-tecnológico en el mundo, a fin de formar los profesionales que el país necesita para dar un salto cualitativo preponderante.Por otra parte, como si de una elección política o de popularidad personal se tratara, las estrategias de conquista del voto docente y estudiantil en los últimos tiempos han estado más orientadas a la oferta de ventajas y prebendas que a la excelencia académica y al peso de una trayectoria que demuestren solvencia y compromiso para dirigir la ‘U’ hacia grandes y ambiciosas metas. Hace ya mucho tiempo que nuestra casa de estudios superiores perdió el sitial de vanguardia en el debate y las propuestas para la determinación del rumbo de nuestra realidad, no obstante ser el espacio de concentración de la inteligencia que, por la vía de la investigación, la planificación y la formulación de proyectos, debiera tener un peso fundamental.Los conceptos de autonomía y cogobierno docente-estudiantil prácticamente han desaparecido en la distorsión de las formas que han tomado las elecciones, esto porque su ejercicio está ausente de la perspectiva académica. Así, los elegidos quedan con la autoridad embargada para establecer la proyección de metas y contenidos necesarios y son vulnerables a cualquier tipo de presiones y chantajes para que cumplan las promesas que hicieron a cambio del voto, en vez de ser los líderes conductores de políticas superiores, acordes con la naturaleza de una universidad.El Deber – Santa Cruz