La profesional comentó que uno de los factores principales para este mal es la falta de higiene y que para su reproducción necesitan del calor. “Los piojos pueden vivir solo dos días sin ingerir sangre humana que es de lo que se alimentan”, dijo.
Sobre los contagios de piojos, Calizaya indicó que “transmiten con frecuencia entre los niños mientras juegan o realizan actividades en las escuelas por contacto directo”. La experta sostuvo que afectan sobretodo a niños de entre 3 y 12 años, pero que pueden darse en personas de todas las edades y de todos los niveles socioeconómicos.
Aclara que la infestación no da lugar a ningún síntoma, pues puede tardar un mes en manifestarse, en forma de picor en la cabeza, con frecuencia en la parte posterior (nuca).
A manera de prevenir la pediculosis, en algunas unidades educativas ordenan a los padres que verifiquen que sus hijos no tengan piojos en la cabeza. “Es una alerta que hacemos por la temporada de calor que se avecina en este mes de septiembre”, sostuvo Richard Cuéllar, director del colegio Victoria Díez.