El cártel de la ineptitud

zarattiFrancesco ZarattiMe resisto a creer que la crisis del agua en la ciudad de La Paz haya pillado por sorpresa al Gobierno. Tampoco me convence la acusación de que éste conociera oportunamente el problema y, en una actitud que rayaría con lo delictivo, no quiso mover un dedo para paliar la crisis inminente. De hecho, prefiero asumir que el Gobierno lo supo tardíamente pero no captó de inmediato la gravedad de la situación. Por eso, con una crisis en puertas y ante la imposibilidad de hallar, como de costumbre, un «culpable externo”, tuvo que emprender un penoso calvario de evasivas, pedidos de perdón y sacrificio de técnicos medios; mientras la ausencia de «narrativa” oficial (en los medios tradicionales y en las redes sociales) era reemplazada por un rosario de contradicciones y errores.He promovido una encuesta en Twitter sobre la percepción de la causa del drama del agua con tres opciones: ineptitud (incapacidad de comprender y responder adecuadamente a un problema); desidia (negligencia y desgano para reaccionar) e impotencia (imposibilidad de hacer algo ante la magnitud del problema). Ganó la primera opción con el 94% de los 233 votos, aunque hubo votantes que reclamaron una cuarta opción (las tres anteriores).Esa percepción aplastante en torno a la ineptitud, invocada por el enésimo interventor de EPSAS para despedir a un gerente se repite, infelizmente, en otras instituciones públicas. Un recuento completo al respecto sería materia para un libro, por eso sólo me referiré a algunos dichos y anécdotas que han impactado recientemente en la opinión pública. El Ministro de Hidrocarburos, a contramano de su acostumbrada locuacidad, ha cambiado sigilosamente un físico por un contador en el cargo de director de la Agencia Nuclear (ABEN). Si hubiese justificado el cambio con el argumento de que era necesario «liquidar y cerrar” el programa nuclear, hasta podía haber salido aplaudido, como en una interpelación. Infelizmente no lo hizo.A raíz de la crisis del agua, la Ministra de Salud, buscando tranquilizar a la población en torno a la calidad del agua, afirmó que los análisis de EPSAS e Inlasa resultaron negativos, «descartándose la presencia de bacterias y virus”. Aparentemente nadie la avisó que ni EPSAS ni Inlasa hacen análisis de virus en agua. Por tanto, podemos consumir agua llevada en cisternas de combustible porque no contiene «virus”.Sobre el uso de camiones cisterna de YPFB para transporte de agua, se ha dicho que las cisternas son nuevas (¿adquiridas hace meses para enfrentar la crisis del agua?), luego se ha afirmado que han sido purificadas (siguiendo un protocolo plurinacional) y se ha asegurado incluso que no transportaron hidrocarburos, sino alcohol (¡afortunados los que tomaron el aguardiente de esas cisternas!). En todo caso, se hizo caso omiso de las recomendaciones de la OMS. ¿Ineptitud para comunicar y comunicarse entre autoridades?La empresa LaMia, arropada por la DGAC del Gobierno, obtuvo el permiso de vuelo a Medellín de manera irregular. En efecto, ha trascendido que una funcionaria técnica de Aasana en Santa Cruz se negó a aprobar el plan de vuelo debido a la insuficiente autonomía del avión, pero no pudo evitar que decolara. ¿Qué autoridad intervino? ¿Hubo ineptitud o complicidad?Curiosamente, cuando quiere, el Gobierno opta por nombrar gente competente. En efecto, por un error en la planilla del Ministerio de Comunicación, se ha conocido que un experimentado «cyberactivista” dirige la oficina de redes sociales, a cargo de conducir el ejército de trolls y manejar las redes sociales gubernamentales, aunque muchos ciudadanos preferiríamos a funcionarios ineptos en esos cargos y profesionales competentes en empresas públicas.Página Siete – La Paz