La culpa es de la clase media

Pedro ShimoseEn el artículo La culpa no es del indio (EL DEBER, 04.12.16, Séptimo Día), su autora, doña Susana Bejarano, defiende –con todo el derecho del mundo– el ‘proceso de cambio’ que nos ha cambiado hasta el humor, porque no hay logística ni movimiento envolvente que sacie nuestra sed, que no es solo de agua. Después de 10 años de ‘cambio’ hemos superado a Suiza como nos prometiera el jefazo, convertido hace poco en comandante de no sé qué. (El Estado Plurinacional helvético no tiene satélite chino ni coca, ni tantas canchas de fútbol como nosotros). Si no cargáramos, como Sísifo, la pesada piedra de nuestros complejos y rencores, debería ser normal llamar al indio y al cholo por su nombre, sin humillarlos ni ofenderlos. Si vamos por el mundo presumiendo de nuestro “primer presidente indio” y si los indigenistas blancos proclaman que “Bolivia es un país de indios” (negando la realidad mestiza de nuestro país), ¿por qué nos ofendemos? Doña Susana cae en la trampa de los demagogos y le echa la culpa de la corrupción e ineficiencia a la clase media incrustada en la burocracia masista. Según doña Susana, “la culpa no es del indio”, sino de la clase media, porque en Bolivia ya no hay indios, sino originarios de dos clases: originarios milenarios y originarios millonarios. Gracias al proceso de cambio ahora existen originarios de la hoja sagrada y originarios sin fronteras, o sea, la “nueva burguesía” de la coca y del contrabando. Hay que ser platudo para que te respeten, hermanito. Por eso, el Gobierno dice que 10 años son insuficientes.Necesitamos otros 10 años para seguir metiéndole nomás con el comandante Evo al frente de sus legiones en las próximas guerras contra Roma. Así se explica por qué el comandante Evo pasa olímpicamente del referéndum del 21 de febrero (el del No soberano). Para él, un referéndum es una encuesta. Si los resultados no son los que yo quiero, convoco otro referéndum hasta que salga lo que yo quiero. Tranquilicémonos, pronto habrá agua en abundancia. El Gobierno ha contratado zahoríes chinos que harán brotar agua de las piedras, ya no se estrellarán más aviones porque los nuevos serán fabricados en China (si Trump no lo impide) y dejaremos de importar pollos brasileños. ¡De ahora en adelante importaremos patos pekineses! (Continuará).El Deber – Santa Cruz