Un proyecto apuesta por preservar la cuenca del río Parapetí

Santa Cruz.- “Nuestro principal objetivo es sensibilizar a las personas sobre la importancia que tiene el río para nuestras vidas y para el ecosistema”, asegura Patricia Chávez mientras ubica en un mapa el área de influencia del río Parapetí.

Chávez es la responsable de un ambicioso proyecto que apuesta por preservar la cuenca de uno de los ríos más importantes del Oriente boliviano. Se trata del río Parapetí, que tiene más de 500 kilómetros de longitud y cuya cuenca abarca más de 48.000 kilómetros cuadrados.

Bajo el nombre de “Proyecto de Fortalecimiento de la gobernanza local, educación ambiental, recopilación y difusión de conocimientos tradicionales para la conservación de la biodiversidad de la Cuenca Parapetí-Quimome”, la iniciativa ha sido ejecutada por la Fundación Aprendizaje en Acción en el marco del apoyo financiero del PPD/PNUD. Bolivia.



El proyecto comenzó a inicios del presente año y contempla una serie de actividades. Entre ellas se encuentran ciclos de talleres, foros, la conformación de brigadas ambientales y la producción de audiovisuales sobre la “recuperación y revalorización de conocimientos tradicionales”.

Actualmente, entre los principales problemas ambientales se encuentran la calidad de las aguas superficiales, impactos que causan las actividades de extracción de áridos, insuficiencia de agua para consumo y la producción agrícola y ganadera y uso inadecuado de los suelos productivos que generan resultados negativos sobre su capacidad y calidad.

“Estamos trabajando con diferentes públicos, para que entre todos podamos generar un cambio que aporte de manera sustancial a la preservación de la cuenca del Parapetí”, agrega Chávez.

Las brigadas, por ejemplo, están conformadas por jóvenes estudiantes de colegio, quienes asumen su rol como promotores y multiplicadores comunitarios de la sensibilización, revalorización y educación sobre la conservación de la biodiversidad de la cuenca.

Los talleres están dirigidos a los diferentes habitantes de la región. Ganaderos, agricultores, colonos menonitas e indígenas participaron de un ciclo compuesto por 10 talleres en el que se abordaron diferentes temas en torno a la temática de preservación y manejo integral del Parapetí.

“El río es una fuente de vida y de sobrevivencia. Lo respetamos mucho, para nosotros es algo más que un caudal de agua. Es una fuente de vida”, asegura Rolando Vaca Méndez, de 45 años, quien habita en la comunidad Aguaraigua y ha participado en el proyecto.

Según él, las diferentes actividades de este emprendimiento han entusiasmado a los habitantes de las diferentes poblaciones. “A través de las capacitaciones, muchos jóvenes han redescubierto lo que es el río y han fortalecido el compromiso que tienen con él y con la naturaleza en general”, asegura.

Los foros, denominados “Tras la Huella del Parapetí, también apostaron a que la temática llegue a los diferentes actores de la región, de tal manera que todos se involucren y entienda la relevancia del río y su cuenca. En estos foros (tres en total) se han reunido autoridades municipales, académicos, activistas, técnicos y representantes indígenas para hablar un solo idioma: el de la preservación de la cuenca del río Parapetí-Quimome.

“Ha sido muy importante participar en estos foros. A través de ellos, por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que todo lo que pasa en el río Parapetí también influye en el Quimome y en la laguna Concepción. Esto nos demuestra que debemos trabajar de manera conjunta en la preservación de la cuenca”, afirma Babil Chávez Montes, director de Desarrollo Económico, Productivo y Medio Ambiente del municipio de Camiri.

“El agua es vida y en esa medida el Parapetí es vida para las poblaciones que vivimos en su cuenta. Sin el río desaparecerían todas las poblaciones que están en su cuenca. Es importante que nos integremos entre todos y transmitirle a la población estas acciones para crear conciencia, principios y valores para que tomemos en cuenta cómo nuestro comportamiento afecta al medio ambiente”, agrega Chávez.

María Eugenia Antunez, ambientalista que vive en Camiri, también participó en uno de los foros. “Me considero hechizada por el Parapetí. Desde niña siempre estuve cerca del río. Me da mucha pena lo que le está pasando. Antes era un río fuerte y potente… ahora podemos decir que está enfermo y que necesita nuestra ayuda”, agrega esta mujer que lleva más de 18 años “luchando por el río”, como ella misma dice.

Otros de los objetivos del proyecto ha sido fortalecer al Comité de Gestión de la Cuenca del Parapetí. Este comité está conformado por diferentes instituciones representativas de la región. A través de ellas se pretende impulsar la gestión territorial con acciones orientadas a implementar el Plan de Gestión Integral de la Cuenca.