Panetón de Reyes

Adolfo Mier Rivas*Querida familia:Los invito hoy a compartir un panetón navideño. Lamento mucho que en la Noche Buena, no haya llegado hasta ustedes con el panetón de estilo, pero resulta que, sinceramente, se me cruzaron muchas cosas y dejé pasar el tiempo.Mi suegra ya me dijo; “·adorado bestia, haga las cosas con tiempo porque el año pasado ya se olvidó del pavo y tuvimos que pasar la Navidad comiendo palta con aceitunas” Tenía razón. Cuando fui al supermercado, ya se habían acabado los panetones y los que había eran con fecha vencida.No tuvimos panetón en Navidad, pero compré cuñapés y nadie dijo nada, porque así son ustedes; hijos de esta abnegada tierra. Se conforman, se callan y nadie dice ni pio. Gracias familia.Pero hice algo para enmendar el error; tuve que mandar a hornear un panetón para que supla mi incapacidad en el día de Reyes y la única que me dio bola es una panadería que se llama Quipus.Más vale tarde que nunca, aunque ese un pretexto de los dejados, de los indolentes, de los improvisados que dejamos que pase el tiempo. Total; “le metemos nomás”, nadie dice nada cuando las cosas se hacen mal, porque no hay quien asuma la responsabilidad de enmendar errores. Lo fácil es hacer rodar cabezas pero esa no es la solución, porque lo pasado es pisado, en realidad ya está pisoteado.Por ejemplo, madrugar para comprar una roseta, hacer una larga fila y luego te digan “no hay, vuélvase el próximo mes” es igual a mi panetón en este día. Ya no es lo mismo, por más que mi panetón sea más grande o en vez de uno, sean dos.Por eso, en este caso, no vale decir más tarde que nunca y reaccionar cuando la gente se te viene encima y te manda al a punta de un cuerno porque eres inepto en eso de manejar monopolios.Perdón, se me cruzaron las ideas porque cuando fui a comprar mi panetón, había una cola que tenía la esperanza de tener su soat y yo, la esperanza de encontrar un panetón en la  fecha de los Reyes Magos.Ojalá que este nuevo año, no sea contagioso seguir improvisando, dejando las cosas para lo último y repostulandonos para legalizar el abuso y la improvisación. ¡Que los Reyes Magos no lo permitan!Humorista