La conmovedora historia de Kanako: la segunda chimpancé en la historia diagnosticada con síndrome de down

La primate fue abandonada por su madre cuando era una bebé. Un grupo de investigadores está a cargo de su cuidado

Científicos en Japón anunciaron el descubrimiento del segundo chimpancé en la historia con un desorden similar al síndrome de down. Kanako, una hembra de 24 años, nació con trisomía 22, como es conocido el desorden.



La chimpancé, que nació en cautiverio en 1992, fue abonada por su madre, por lo que fue criada por humanos en un santuario de animales.

Sin el cuidado maternal, sus primeros años de vida fueron críticos: la bebé chimpancé sufría fiebres y diarreas constantes. La ayuda de los cuidadores fue esencial para sortear sus problemas de salud que, sin embargo, no estaban ligados a su rara condición genética.

Kanako con una chimpancé que es su única amiga (Daily Mail)

Kanako con una chimpancé que es su única amiga (Daily Mail)

Desde muy temprana edad, Kanako padeció problemas de visión y a los siete años quedó ciega. Además, sufre de problemas del corazón y de crecimiento. En general, sus síntomas son similares a los de un humano que tiene síndrome de down.

Para protegerla, sus cuidadores la separan de otros chimpancés que le puedan hacer daño. Sin embargo, la dejan interactuar con otra hembra una vez al mes, con quien entabló una amistad.

Kanako, a pesar de haber quedado ciega, puede desenvolverse casi con normalidad

Kanako, a pesar de haber quedado ciega, puede desenvolverse casi con normalidad

El doctor Satoshi Hirata, director del Santuario Kumamoto, dijo que, a pesar de algunos de sus síntomas, Kanako no padece un retraso severo en su desarrollo «comportacional», algo que es similar en los humanos con síndrome de down, quienes pueden llevar una vida relativamente normal en sociedad.

El especialista japonés además explicó que el caso de la chimpancé ocurre en uno de cada 600 nacimientos, informó el diario británico Daily Mail.

Todavía no está claro a qué extensión la condición de Kanako afectará sus interacciones sociales y el desarrollo de su cerebro. Lo que sí saben los investigadores es que su caso podría ayudar a comprender mejor a los humanos que nacen con síndrome de down.

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Fuente: infobae.com