Javier Corrales: «Los presidentes repitentes son muy polarizantes»

Corrales integra el cuerpo editorial de publicaciones en política



EL DEBER

Su investigación se centra en  política económica del desarrollo y democratización. Es coautor del premiado libro El dragón en los trópicos: Venezuela y el legado de Hugo Chávez.  

_ ¿Es mejor dejar pasar un periodo presidencial y luego presentarse a elecciones?  Es mejor que el reeleccionismo indefinido, pero esa opción que menciona tiene problemas serios.  El dejar pasar un período trae el problem de presidentes repitentes.  Estos expresidentes que no se retiran crean muchos problemas.  Impiden la renovación de cuadros y liderazgos, y algunos usan todo tipo de trucos para salir adelante.  Fuera de sus partidos son muy polarizantes. Generan mucho más rechazo entre el electorado opositor que las caras nuevas. No todos ganan, obviamente, pero al tratar de competir y regresar, los expresidentes crean problemas innecesarios. Si ganan suelen ser muy repudiados. Lo vemos en Chile con Bachelet, se vio en Bolivia con Goni y con Banzer.  Se vio en Venezuela con Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera. Y se vio en Perú con Alan García.  

_ A los presidentes reelectos o continuadores no les ha ido bien: Dilma Rousseff, Cristina Fernández, Michelle Bachelet. ¿Podría pasar lo mismo con Evo Morales, o ve en Bolivia diferencias respecto de esos países? Por un lado, se desgastan, cometen más errores, y se confirma una vez más que el poder, o el continuismo, trae más abuso de poder y corrupción. Baja por lo tanto su popularidad. No obstante, en lugares donde los frenos y contrapesos son débiles, los presidentes reelectos compensan su baja de popularidad acumulando más control de las instituciones:  Chávez en Venezuela, Ortega en Nicaragua.  

_ Morales gobierna, en parte, debido al vacío que los desacreditados partidos tradicionales dejaron. ¿Es peligroso para una democracia una oposición débil?Sí, es peligroso. Las democracias deben de contar con límites a la mayoría. Ese es el papel de la oposición. La oposición debe seleccionar algunos temas que son importantes e intocables y defenderlos. Luego debe seleccionar temas a negociar con el oficialismo. Y por último, debe seleccionar temas que no va a disputarle al oficialismo. Este juego democrático–de elegir lo intocable, lo negociable, y lo otorgable- solo se puede efectuar bien si la oposición no está debilitada.                      

_ ¿Por qué es diferente el proceso en Bolivia respecto del proceso en Venezuela? Al principio de estos procesos, el oficialismo fue más fuerte que la oposición en Venezuela.  En Bolivia, la oposición al principio le pudo hacer contrapeso a Morales. Ello permitió que el oficialismo expandiera sus poderes y cambiara Venezuela muy profundamente. En los últimos años, ha sido al revés. Otra diferencia es que en Venezuela se cometieron errores económicos profundos. Esa combinación no se parece a la situación en Bolivia  

Fuente: eldeber.com.bo