La Corte Suprema de Brasil ordenó la liberación del magnate Eike Batista, quien lleva tres meses en la cárcel

El empresario que llegó a ser el hombre más rico del país estaba con prisión preventiva bajo los cargos de corrupción activa, lavado de dinero y asociación para delinquir. Un juez aceptó los alegatos y pidió su excarcelación desde que no exista ninguna otra orden de detención en su contra

Eike Batista (EFE)

Eike Batista (EFE)



La Corte Suprema de Brasil ordenó este viernes la liberación del empresario Eike Batista, que llegó a ser el hombre más rico del país y está preso desde fines de enero por supuestamente haber pagado sobornos para favorecerse en contratos con la gobernación de Río de Janeiro.

La liberación fue determinada por el magistrado Gilmar Mendes, uno de los once miembros de la máxima corte, quien aceptó una petición de hábeas corpus en que la defensa del magnate calificó su detención como ilegal y sin fundamentos y tan solo explicada por la presión de los medios.

«Nada más injusto que mantener la prisión preventiva de un procesado, en contramano del orden constitucional y de la legislación, tan solo para satisfacer las ansias de ajusticiamiento de la población, que, sin estar amparadas por el debido proceso legal, se confunden con la barbarie», argumentaron los defensores.

Mendes aceptó los alegatos, ordenó la liberación del empresario desde que no exista ninguna otra orden de detención en su contra y le pidió al juez séptimo federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, que adopte las medidas cautelares necesarias para que el magnate pueda responder a su proceso en libertad y sin riesgos de que huya.

Dilma Rousseff junto a Batista en un acto político (Reuters. Archivo)

Dilma Rousseff junto a Batista en un acto político (Reuters. Archivo)

Batista es acusado de los delitos de corrupción activa, lavado de dinero y asociación para delinquir por supuestamente haberle pagado comisiones ilegales por unos USD 16,5 millones a Sergio Cabral, gobernador de Río de Janeiro entre 2007 y 2014, para adjudicarse contratos públicos.

Según la Fiscalía, para el pago de esas comisiones, Batista usó un contrato «ficticio» que simuló la compra de una mina de oro en Colombia a testaferros de Cabral, en prisión desde noviembre por la creación de «una organización criminal» que le permitió ocultar en cuentas en el exterior hasta USD 100 millones procedentes de sobornos.

El magnate, de 60 años y quien llegó a ser el octavo hombre más rico del mundo según la revista Forbes, comparte desde finales de enero una celda de 15 metros cuadrados con otros seis presos acusados de desvíos relacionados con el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.

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Batista fue detenido al desembarcar en Río de Janeiro con un vuelo procedente de Nueva York.

El magnate acumuló hasta 2010 una fortuna estimada entonces en unos USD 30.000 millones a través de negocios de minería, petróleo y materias primas que se extendieron por varios países de la región. Hace unos años, el imperio se vino abajo por la mala gestión y la crisis internacional del crudo y las materias primas.

El empresario llegó a presentarse el año pasado voluntariamente ante la Justicia para colaborar con las investigaciones sobre la corrupción en la estatal Petrobras.

En su declaración, confesó haber colaborado de forma fraudulenta con algunas campañas electorales, mediante «donaciones» que no eran declaradas a las autoridades fiscales y correspondían a comisiones acordadas por la adjudicación de contratos públicos.

Con información de EFE

Fuente: infobae.com