Las empresas del proceso de cambio

En materia de empresas contratistas del Estado hemos tenido de todo: las acaparadoras de casi todos los contratos; la que se hizo famosa porque se le cayó un puente en Cochabamba; la que construyó el nuevo aeropuerto de Sucre y no aguantó la primera lluvia y también tenemos la que batió todos los récords en Misicuni, obra que reventó horas después de haber sido inaugurada.



La última novedad tiene que ver con la empresa española Corsán-Corviam, que se adjudicó la construcción de la carretera San Buenaventura-Ixiamas, de una extensión de 113 kilómetros. De acuerdo a la confirmación de la presidente de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Noemí Villegas, la compañía ha desaparecido. ¿Cómo? Sí, los trabajadores, técnicos, la maquinaria y demás equipos que debían estar trabajando de acuerdo al cronograma, se esfumaron.

La misma ejecutiva ha precisado que el Gobierno le había pagado un adelanto de 49 millones de dólares a la empresa en cuestión y dice estar confiada en que van a recuperar el dinero a través de las boletas de garantía.

Fuente: eldia.com.bo