Los hackers rusos parecen ser capaces de incursionar en todas partes. Qatar ha sido su mayor éxito, hasta ahora, dice el experto en inteligencia Andrej Soldatow.
Esta es una estrategia implementada con éxito por Rusia desde el año 2000, en contra de la oposición y periodistas críticos. En 2007 Moscú la usó en un ataque cibernético contra Estonia. Más tarde, «Nashi» (Nuestro pueblo), un grupo juvenil pro-Kremlin, asumió la autoría.Legado de la dictaduraEl poder de hackers rusos proviene de una mezcla de la herencia soviética y la política estatal moderna rusa, dijo Soldatov en una conferencia en Berlín. La Unión Soviética tenía batallones de ingenieros que, tras el colapso de la dictadura, fortalecieron el mercado informático de Rusia. Sin empleo o perspectivas, muchos rusos creen que Occidente los ha engañado. Este es el caldo de cultivo del cual se han servido los servicios secretos de Rusia para reclutar a los mejores piratas informáticos.Pérdida de confianza como objetivoTras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, la cooperación entre los hackers y las agencias de inteligencia, así como entre las estructuras del Estado y la industria informática, es más estrecha.Sumidos en un clima de miedo y adoctrinamiento, los trabajadores de la industria informática rusa no son capaces de negarse a complacer los deseos de las agencias de inteligencia, como llevar a cabo los llamados ataques DDoS, o sea obstrucciones de servicios de Internet con la ayuda de múltiples peticiones.Moscú actúa tácticamente para sacar provecho de las acciones de los hackers, aprovechándose del «resultado común”. El efecto que buscan los piratas informáticos rusos es «difundir la sensación de desesperanza y desconfianza en Europa», dice Soldatov. Una sensación a la que la sociedad rusa ya está acostumbrada.Roman Goncharenko / Nikita Jolkver (JOV/DZC)
Fuente: www.dw.com