¿Qué hacer sin Catacora?

Humberto Vacaflor Ganam 

Todos esperamos que el tratamiento médico que reciba Luis Arce Catacora en Brasil sea exitoso. Si él decidió no ir a Cuba para ese tratamiento será porque tiene muy buenas razones. Hugo Chávez optó por Cuba y no le fue bien, como dice su certificado de defunción, mientras que Lula da Silva prefirió la clínica Sinaí de Sao Paulo y sobrevivió, como saben los jueces que lo están investigando por corrupción.

Sería inapropiado hacer extrapolaciones políticas a partir de estos hechos. Cada quien tiene derecho a buscar los médicos que prefiera, lo que depende de sus posibilidades económicas. En cuestiones de salud no se da aquello de cada quien según sus necesidades, sino cada quien según sus posibilidades económicas. El neoliberalismo impone sus leyes en esta materia.Si uno tiene posibilidades económicas de buscar médicos en el exterior no tiene que dudar. Si uno ha ahorrado en la vida, aunque sea sólo en los últimos diez años, debe gastar lo que fuera en la salud. La salud es lo más importante. Para eso se ha ahorrado, sin importar los detalles sobre cómo se hicieron esos ahorros. Eso a nadie le importa.Se debe tener buena información para decidir dónde tratarse, mejor si es información privilegiada, de primera mano. ¿Dónde ir?El ministro sabe cuántos recursos recibe la CNS, porque él los definió en los últimos once años, y por lo tanto sabe que no se debe confiar en la “caja”. Allí no tienen otra cosa que aspirinas y supositorios, algunos con fecha vencida, como se los puede detectar por el olor que tienen.La decisión del ahora exministro viene a contradecir las preferencias del presidente Evo Morales, quien decidió ir a Cuba para una bronquitis. Hay que sospechar que el presidente no hubiera ido a Cuba si el problema hubiera sido más difícil que una bronquitis. Tampoco está permitido hacer extrapolaciones sobre estas diferencias del ministro con el presidente. Cada quien tiene el derecho de elegir al médico que lo ha de tratar y las cuestiones ideológicas no tienen cabida en esto.Además, el presidente ha prohibido que se hagan especulaciones políticas sobre la ausencia de Catacora. Y cuando él prohíbe algo, se debe obedecer.Las especulaciones económicas sí que están condenadas. Ni una palabra.Fuente: Vacaflor.obolog.com